Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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Con 342 personas fallecidas durante la Semana Santa 2023, de las cuales 117 perecieron en accidentes de tránsito, las estadísticas confirman que esa causa de muerte se incrementa año con año.

De acuerdo con el Boletín estadístico de seguridad vial No. 12, elaborado por el Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito, en 2021 ocurrió un total de 2,230 muertes por arma de fuego, ese número fue seguido por 2,154 muertes ocasionadas por accidentes de tránsito.

Con esa cantidad de decesos, los accidentes viales o hechos de tránsito se convirtieron en la segunda mayor causa de muertes violentas en el país en el 2022, solamente detrás de las provocadas por heridas de armas de fuego; 2,488 perdieron la vida a causa de disparos y 2,176 por incidentes vehiculares.

Pese al dispositivo de seguridad vial que practicaron las autoridades de tránsito, se registraron accidentes con saldo mortal que enluta a las familias guatemaltecas. La falta de mantenimiento a las unidades de transporte colectivo y vehículos familiares, también pasaron su factura. Es indudable que los guatemaltecos estamos sentenciados a continuar padeciendo esta realidad por la falta de atención a los problemas en el tránsito a nivel nacional.

El Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil recalca la necesidad de evidenciar las consecuencias de la creciente problemática y crear conciencia en la población.

Además de las muertes por accidentes, las principales carreteras del país atraviesan la mayoría de poblaciones urbanas, lo cual genera pérdida de tiempo, consumo exagerado de combustible, estrés, y otros problemas que afectan a los conductores. Durante el descanso de la semana mayor esa realidad fue más que notoria. Por ejemplo: el derrumbe registrado en el denominado “libramiento” de Chimaltenango obligó a millares de automovilistas a buscar rutas alternas.

Similar situación vivieron los viajeros en Quetzaltenango, San Marcos, Escuintla, Retalhuleu, Suchitepéquez, y otras regiones, porque al momento de desplazarse al interior del país, tenían que circular por las zonas urbanas que impidieron un flujo adecuado de vehículos.

Se registraron filas de más de tres kilómetros para cruzar el área urbana de San Antonio Suchitepéquez, Suchitepéquez; Salcajá y la cabecera departamental de Quezaltenango; San Pedro Sacatepéquez, y la cabecera departamental de San Marcos. Son horas y molestias constantes las registradas, sin que autoridades de la PMT y de la PNC locales puedan aliviar esa pesada carga automovilística.

Es momento que las autoridades generen planes de contingencia efectivos para evitar que los accidentes de tránsito superen a las muertes violentas generadas por arma de fuego durante todo el año, principalmente los fines de semana, feriados, asuetos y otras festividades.

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