Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Audios filtrados confirman lo que ya se había dicho: hay una alianza entre Sandra Torres y la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) con el presidente Alejandro Giammattei, con el partido VAMOS y Miguel Martínez.

Torres carga sobre sus hombros dos segundas vueltas en las que ha terminado perdiendo por amplio margen y por eso para ella llegar a segunda vuelta con Zury Ríos era algo importante para competir con otra mujer y así tratar de revertir la historia.

Claro que eso ahora es pasado y cuando se vieron con la monumental sorpresa que nadie vio venir de Bernardo Arévalo y Semilla, la desesperación se apoderó del campo de la UNE y de Torres y se vieron en la necesidad de sellar y publicar su alianza con VAMOS.

Se sabía que las probabilidades de doña Sandra no eran muchas, pero aún así, ella quiso jugar sus cartas con un Alejandro Giammattei al que, a pesar de la alianza, no le olvida que hizo lo propio para que Torres parara en la cárcel.

No le olvida y menos le perdona que estando presa, le recordó que él la podía sacar, él le podía devolver su partido (en proceso de perderlo) pero que debía apoyarlo con sus votos en el Congreso y sin hacer muchas preguntas o comentarios.

La alianza entre ellos es para preservar el sistema y los negocios porque ni Giammattei traga a Sandra ni Torres traga al Presidente, pero sabiendo que el sistema está en riesgo si no gana ella la elección, encontraron miles de millones de quetzales que están en juego como suficientes razones para sellar la alianza.

Tras los resultados del 20 de agosto, vendrán nuevas negociaciones entre ellos para dejar sentadas las cortes del país con este Congreso y algunos pujarán para que sean electas por 5 años con el afán de sentirse “protegidos” durante un eventual Gobierno de Semilla.

Doña Sandra recurrió a cosas tan burdas como la del “diputado uruguayo” porque sabe que de todo lo que tiene en su haber, la alianza con Giammattei, Martínez y VAMOS le pesa demasiado. Toda la estructura del partido oficial está en su campaña y operarán el domingo a ver qué logran para que la gente en las áreas urbanas no salga a las urnas.

Según las encuestas de Fundación Libertad y Desarrollo y Prensa Libre, la ventaja parece ser mucha como para ser revertida en tan pocos días, pero en las elecciones hasta el último día cuenta.

Para los guatemaltecos honrados, entender esta alianza y ver lo que nos está pasando día a día, debe ser un motivo suficiente para dimensionar que un sistema secuestrado por las mafias sí nos afecta, que el hecho que la impunidad sea la norma y no la regla alienta a que quienes nadan en los mares de la corrupción usen a los sicarios como jueces.

Si Torres pierde el domingo se abre una oportunidad para Guatemala y para que nos pongamos de acuerdo qué sistema queremos. En caso de ganar, ojalá Arévalo logre abrir los espacios para que podamos tener discusiones francas pero constructivas entre los diversos sectores y eso nos permita trazar una hoja de ruta para enderezar el país en beneficio de la gente honrada.

El país y su gente quiere oportunidades, quiere crecer, quiere poder aspirar a tener una vida mejor en el marco de la legalidad y eso es lo que piden muchos jóvenes que han resurgido en el padrón electoral.

Es nuestra obligación y es nuestro mejor interés responderle a todo aquel que quiere estar mejor y esta vez, no podemos desperdiciar otra oportunidad para lograr los acuerdos.

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