Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
“Díganle a Sandra (Torres) que yo la saqué de la cárcel, que yo le devolví el partido y cuando quiera se lo puedo quitar”, son palabras que los diputados de la ex candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) reportan como expresión atribuida a nada más y nada menos que al presidente Alejandro Giammattei.
Ayer, cuando se conoció la resolución judicial que invalidaba las asambleas de la UNE las palabras hicieron mucho más sentido y es que para el préstamo de los US$500 millones a Giammattei y su Centro de Gobierno no les sentó bien que Torres se las hizo “cansada” al punto que se reportaron los esfuerzos del oficialismo buscando caminos con los ex UNE pero cuando Sandra se dio cuenta, termino dando sus votos en el Congreso.
Desde La Hora hemos venido advirtiendo que a Alejandro Giammattei y su Centro de Gobierno que dirige Miguel Martínez, se les entregó todo el poder en aras de acabar con toda aquella amenaza que impidiera gozar los frutos del sistema en paz y ahora que ya le dieron pleno control, resulta que el Presidente aplicó el manual de Daniel Ortega.
Giammattei sí le regresó a Torres el partido en un momento complicado de su relación con el Congreso, tiempo en el que no estaba bastando el dinero y los negocios que ofrecían. Sandra se aventajó y le dijo al Presidente que ella le resolvía sus problemas pero que necesitaba el control de su partido.
Ese hecho supuso la primera de muchas dificultades en la relación Giammattei-Zury Ríos porque Sandra ha hecho Presidentes a dos hombres, pero si en una segunda vuelta son dos mujeres todo puede pasar y eso lo entendió la hija del general a quien su reclamó le costó fricciones que la tienen a punto de quedar fuera de la papeleta electoral.
Giammattei se ha apalancado en sus “amistades” con Consuelo Porras y con Silvia Patricia Valdés para hacer lo que estime necesario. El Oficialismo se plantea una superalianza entre VAMOS, PAN, PODEMOS y quizá TODOS buscando tener la mayor cantidad de partidos para vender escaños, hacer pisto y tratar de copar el Congreso si no se logran robar la elección presidencial. El pedido del Ministerio Público (MP) al Tribunal Supremo Electoral (TSE) incluye a TODOS y tiene pinta que buscan hacer una guerra entre extorsionadores.
Por si el MP y el Organismo Judicial (OJ) no son suficientes para inclinar la balanza electoral en favor del oficialismo, tienen la Contraloría General de Cuentas (CGC) que es clave por los finiquitos y tienen a la Corte de Constitucionalidad (CC). En ella manda Leyla Lemus a pesar que Zury creyó que con sus dos votos iba a tener incidencia.
Para los que dudaban que estamos llegando a Nicaragua, saber que Giammattei revivió a Sandra y ahora planea enterrarla es señal inequívoca. La UNE ha sido una cueva de ladrones desde siempre y ya no debería existir pero el punto es que no puede ser que cuando interese por los votos, el Presidente les dé aire y cuando ya no guste porque no acceden a los pedidos del dictador se les parquee.
El Oficialismo controla todo pero no son perfectos. En el camino han hecho muchos enemigos y hay quienes, pocos, pero que no están dispuestos a empeñar su nombre y el de sus hijos por los deseos de Giammattei y Martínez, así que las etapa reinas en el país están por comenzar.
Dependerá del deseo que tengamos de construir, de articular, de hablarnos con la verdad para superar obstáculos y generar confianza. Si no logramos articular salidas y propuestas, Giammattei y Martínez se impondrán con fuerza y Ortega y Murillo serán babucha.
Por eso es que Giammattei nos quiere aislados y por eso es que poco a poco va subiendo la barra con Estados Unidos. Siente que así, aislados, sus fechorías quedarán en eterna impunidad y él no será otro Juan Orlando Hernández.