Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Soy alguien que cree que la vida nos va enseñando muchas cosas y que se vuelve un reto enorme el tener que lidiar con las creencias y las realidades. Creo en la vida desde la concepción y la necesidad de protegerla todo el camino, pues de nada sirve solo preocuparse que alguien nazca para que venga a vivir en condiciones deplorables.

Sé que hay violaciones y embarazos no deseados y que eso nos obliga a tomar medidas importantes para fortalecer un sistema de justicia que dé certeza que el violador se pudrirá en la cárcel y apostar por la educación sexual en un país en el que este tema se maneja de manera hipócrita, pero que al hacerlo así no hemos empoderado a nuestros jóvenes para que tomen mejores decisiones. Los abortos terapéuticos son una utopía para millones dadas las condiciones de nuestro sistema de Salud Nacional.

No juzgo a quienes han decidido vivir su sexualidad de manera distinta, pero tampoco lo promuevo o lo ofrezco como un menú de opciones. Tengo amistades que han tomado sus decisiones y saben que no los juzgo y que mientras no pretendan que uno camine en el mismo sendero, las cosas se pueden llevar con respeto.

En los tres aspectos, nuestro sistema necesita modernizarse para dar respuesta a las realidades del Siglo XXI porque por andar con hipocresías no estamos atendiendo los problemas de fondo. Más que “shows” necesitamos propuestas sobre la mesa y por eso no entiendo porque nadie en el Congreso (ni de derecha ni de izquierda) presenta algo estructural.

Y traigo todo esto a colación porque no hay peor cosa que querer usar estos temas tan importantes como una cortina de humo para disponer de Q3.1 mil millones de quetzales que los usarán en una orgía de corrupción.

Son Provida de día pero transeros de noche. Son conservadores para los “temas morales” pero bien liberales para usar el dinero del pueblo en sus fiestas de corrupción puesto que el dinero aprobado servirá para pagar los pactos del Ejecutivo, con el Congreso y muchos particulares que se prestan al juego. Temas de justicia y la elección de Fiscal General están plenamente ligados.

El Consejo Nacional Empresarial (CNE) se pronunció en contra de la patraña, la Cámara de Comercio (CdC) y el Frente Ciudadano Contra la Corrupción (FCCC) también y además pidieron al presidente Alejandro Giammattei que vete la normativa, extremo que no va a pasar porque la necesitan para que él y su Centro de Gobierno puedan operar, materializar y repartir.

A la tarde salió la Cámara del Agro apoyando la ampliación pero “pidiendo transparencia”; ya sabemos que el Presidente tiene a las cámaras agremiadas al CACIF en una complicada situación que los obliga a aplaudir mucho, cuestionar muy poco y proponer solo lo que no incomode.

Si de verdad queremos enfrentar el problema de la red vial, debemos reformar el sistema. No solo la Ley de Compras por algo nuevo y mejor, sino enfrentar las mafias en las unidades ejecutoras (COVIAL, CAMINOS, etc.) que es la parte donde está el mero botín y donde los diputados logran meter las manos, quedando la respectiva sobra para los del Ejecutivo que son parte de la jugada y los particulares que se prestan. Sacaron de la foto a los que antes sobornaban, pero no se acabó el soborno perse.

Las obras no se desarrollan como se debe porque se privilegia la corrupción y este paquete no será la diferencia. Apoyar este asalto a mano armada es como apoyar las iniciativas de Daniel Ortega que le daban más dinero y poder para pactar sus fechorías que, encima de todo, pagaba con dinero del pueblo.

Es La Hora de ponernos serios, de no usar temas profundos para disimular el robo y de hablar de los temas del sistema que necesitamos enfrentar si es que en realidad queremos, “recuperar la red vial del país” y no solo servir en bandeja los negocios para una bola de pícaros.

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