Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
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“La Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad”.
Simón Bolívar

Un país, se encuentra compuesto por una gran cantidad de elementos, todos de suma importancia, pero para ser funcional, necesita de un marco jurídico fortalecido que regule las relaciones de la sociedad en general, ese marco jurídico se encuentra compuesto por una cantidad de normas de obligado cumplimiento, sin embargo para que se consume ese obligado cumplimiento, necesita de un sistema de justica legal y legítimo, que en su conjunto constituye el pilar fundamental de la sociedad, en ese orden de ideas salta la pregunta si existe diferencia entre lo legal y lo legitimo, surgiendo varias respuestas siendo la primera enfocada en lo legal.

En ese contexto para los estudiosos del Derecho, lo legal lo constituyen todos aquellos actos que se encuentran permitidos por la legislación vigente en una sociedad, y que por lo tanto no solo está permitido además es obligatorio, podríamos agregar que son conductas licitas que de alguna manera garantizan el buen hacer en la convivencia de una sociedad, por lo que los comportamientos de los ciudadanos, que sean contrarias a la norma imperante, son calificados de ilícitos, y sancionados o penados por la ley, por otra parte el concepto de legitimo va más allá de lo estrictamente legal, rigurosamente reconocido como el cumplimiento de la ley, de ahí se ha asegurado que lo legitimo es justo, ético y moral.

Derivado de lo anterior, consideramos que, en Guatemala, nos encontramos en un limbo jurídico, porque la columna vertebral del sistema de justicia como lo es la CSJ, no es legítima debido a que cumplió el periodo constitucional para el que los Magistrados fueron electos, sin haberse renovado, lo que incide en que el organismo del Estado que hace cumplir la ley, se mantiene sin cumplirla, irónico, no.

Hemos tenido noticias, pero además hemos observado, que, bajo el manto de la supuesta legalidad que no legitimidad se han llevado a cabo actos que si fueran revisados posteriormente por algún órgano superior, deberían ser anulados por la falta de aplicación de la justicia legitima en el caso concreto, por lo que los usuarios obligados del sistema de justicia (Porque a algún lugar hay que ir a rogar Justicia) se han visto en total estado de indefensión, ante un sistema que no es sistema, el deber ser del Derecho quedó en un impase por más de tres años.

Ha circulado la noticia, que el Congreso se apresta a elegir nuevos Magistrados a la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, la pregunta que surge es la siguiente: ¿Son legales y legitimas las resoluciones emitidas por un sistema de facto? Definitivamente no, ya que se han emitido en total violación a la misma Constitución, porque el plazo prescrito en la Carta Magna ha sido superado con creces, derivado de lo anterior, la legitimidad de quienes las han emitido y firmado sentencias y resoluciones se encuentra en entredicho, existe una debilidad más que importante en cuanto a la legitimidad de las resoluciones emitidas, las que en un momento determinado podrían ser atacadas de nulidad por la falta de legalidad y legitimidad del funcionario judicial que las continua emitiendo.

Es mi parecer que los Magistrados de las Salas de Apelaciones y de la CSJ, debieron presentar su renuncia el 15 de octubre de 2019, y que correspondía al Congreso de la República resolver mediante nueva convocatoria la elección de valga la redundancia nuevos candidatos a Magistrados, derivado de los vicios que rodearon la elección anterior y que a la fecha la existencia de los mismos no se ha aclarado, más aun tratándose de la aplicación de la justicia, ¿Fue correcto que mediante acuerdo los Magistrados ampliaran el plazo legal? Definitivamente no, pero también es cierto que el sistema no podía quedar acéfalo, se buscó causar el mal menor, sin embargo, tres años en esta situación es inadmisible desde todos los aspectos, porque reivindico, las resoluciones emitidas en ese contexto son ilegales e ilegitimas.

Estamos ante un sistema que no lo es, porque la forma es tan importante como el fondo, en este caso, el fondo y la forma se han perdido.

¿Merecemos como sociedad que nuestras autoridades se encuentren en deuda para con nosotros como población? Definitivamente que no,

Hoy que comemos fiambre en la mayoría de los hogares, eso es en lo que nos hemos convertido, en un fiambre sin orden, sin olores y sin sabores.

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