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POR REDACCIÓN LA HORA
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Recientemente durante un evento relacionado a las perspectivas económicas del país, convocado por el Instituto para la Competitividad Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa en el que participaron el presidente Alejandro Giammattei y el presidente del Banco de Guatemala (BANGUAT), Sergio Recinos, la señora Carolina Castellanos, ex ejecutiva de la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (AMCHAM, por sus siglas en inglés) planteó una serie de propuestas al presidente Giammattei.

¿QUÉ PIDIÓ AL MANDATARIO?

Castellanos, con dos páginas de una presentación cuyos títulos eran URGE RESOLVER, expresó lo siguiente:

* Reinventar la Comisión Presidencial de Diálogo o sustituirla por un Gabinete de Resolución de Conflictos Sociales al más alto nivel.

* La Corte de Constitucionalidad (CC) no puede seguir violando la Constitución. Usted sabrá cómo resolver esto.

* Regular el Convenio 169 para acabar con los abusos de grupos interesados en mantener viva la conflictividad (de eso viven)
– Diálogo debe ser efectivo no parcializado y neutral.

* Prohibir el ingreso de fondos dedicados a las oenegés que promueven ideas que van en contra la Constitución.
•Aborto
•Discriminación
•Politización y manipulación de las comunidades indígenas feministas y grupos LGBTI para obtener privilegios. Sus derechos son los mismos que tenemos todos los guatemaltecos. Igualdad ante la ley siempre.

* Expulsar de Guatemala a todos los que están financiando estas oenegés o cualquier otro tema que vaya en contra de su gobierno, de nuestras ideas republicanas, de los valores y principios plasmados en la Constitución.

* Sin son gobiernos extranjeros, ¡rompamos relaciones!

(Aprovecho para agradecer al ex presidente Jimmy Morales por haber expulsado a la CICIG de Guatemala)

LA RESPUESTA DE GIAMMATTEI

Según tres asistentes a la reunión, quienes por no ser los organizadores pidieron no ser citados por nombre, establecieron que la respuesta del presidente Giammattei fue de “mucha altura”.

Mencionaron que el mandatario estableció que él no puede pasar por encima de una Corte Constitucional; según los presentes, expresó que uno puede dialogar y puede expresar sus puntos de vista, pero no se puede atentar contra la Institucionalidad. Además, el Presidente invitó a que lean las resoluciones de la CC, porque no solo dicen sí o no, hay toda una explicación.

Giammattei también se refirió al tema de las relaciones internacionales, aclarando que para él todos deben respetar la soberanía, pero que no se puede manejar las relaciones con un país de forma aislada porque la Unión Europea se compone de 28 países. “Suecia tiene al menos 24 hermanitos” comentó.

Respecto al tema de la CICIG, Giammattei repitió lo que dijo cuando era Presidente Electo, es decir, que él vivió en carne propia algo que consideró injusto, pero que nada sirve seguir viendo al pasado si no que debemos ver al futuro para enfrentar la corrupción que tanto daño nos ha causado.

“El Presidente se tuvo que apartar del tema económico para abordar algo que muchos sentimos que no era, ni el tono adecuado ni el foro correspondiente para hacerlo. Habemos muchos empresarios que estamos viendo para adelante, sabiendo que debemos unirnos para sacar adelante al país”, sentenciaron.

El presidente Alejandro Giammattei. Foto La Hora/Archivo

¿ACABAR CON LA CC?

WONG: NO ES CORRECTO

Consultado el politólogo Jorge Wong sobre la insistencia a que se haga algo respecto a la CC, indicó que la Corte de Constitucionalidad es independiente de las decisiones del Presidente y de los otros poderes del Estado y pedir que el Ejecutivo esté sobre la Corte de Constitucionalidad o que influya sobre las decisiones que emita, no es correcto, pues son los magistrados que la integran, quienes con base a Derecho emiten las resoluciones.

Según Wong, la insistencia que algunos sectores tienen con el tema de CC, evidencia que no están “contentos” con las resoluciones de la Corte y agregó que lo que buscan es regresar al anterior “Status Quo” en donde no había mayor hostigamiento hacia la CC, porque estaba emitiendo decisiones a favor de quienes hoy están en contra de la institucionalidad que representa.

A decir de Wong, no se puede pedir que los magistrados emitan un juicio con base a intereses de algún sector porque su posición es independiente o debiera serlo.

“Las resoluciones de la CC son inapelables y deben acatarse nos guste o no (…), pero hay una clara manifestación de descontento por las decisiones que ha tomado la CC y eso es lo que está generando este tipo de peticiones”, agregó Wong.

ROHRMOSER: ES UNA ACTITUD ABSURDA

En ese sentido, el ex presidente de la CC, Rodolfo Rohrmoser, expresó que se puede decir que es una actitud absurda y de falta de respeto el que se siga atacando a la CC.

“… entonces si la Corte falla a mi favor me cae bien, pero si está en contra de mi tesis entonces me cae mal y eso no es correcto, la autoridad tiene derecho a pronunciarse de conformidad en una ley… no tiene que calificar los fallos”, destacó.

A decir del constitucionalista, el presidente hizo muy bien en decir que se debe respetar y que no tiene nada que ver en su contra, “hace muy bien porque en efecto eso debe de ser, entre los poderes debe haber muchísimo respeto y muchísima comprensión, son autónomos”.

ORTÍZ: AÚN HAY RENCILLAS CONTRA LA CC

A decir de Edgar Ortíz, director del área jurídica de la Fundación Libertad y Desarrollo, parece que aún hay “rencillas, rencores, malestar”, por el actuar de la CC, por el tema de la extinta CICIG.

“Creo hay todavía un poco de digamos de rencilla, rencores y eso explica todavía pues el ataque a la CC también a un lado de eso algunas de las políticas de Morales que fueron revertidas pero creo que ya digamos pues situaciones que deberían pasar a segundo plano, creo que eso era un enfrentamiento entre Jimmy Morales y la Corte, ya ni CICIG ni Morales están en el juego nacional y creo que es irrelevante”, dijo.

Ortíz, añadió que la situación no tiene ningún sentido en el contexto actual del país, porque la CC ahora en enero de 2020 no es ni siquiera un tema de discusión y tampoco debería serlo porque ha hecho su trabajo y no ha tenido ninguna incidencia en los temas más importantes de política nacional.

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