POR KIMBERLY LÓPEZ
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El gobierno del presidente Jimmy Morales pidió el cambio del embajador de Suecia, Anders Kompass, un firme aliado de la lucha contra la corrupción, por la vía diplomática, argumentando “injerencia” en asuntos internos de Guatemala. Ante esta acción, la embajada de Suecia aseguró que le pedirá explicaciones al gobierno guatemalteco. En tanto, analistas aseguran que este no es más que un nuevo intento para atacar a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.

En una declaración difundida hoy, la ministra de Relaciones Exteriores de Suecia, Margot Wallström, señaló como desafortunada la petición de Guatemala de retirar a Kompass, quien presentó sus cartas credenciales a Morales en diciembre pasado.

Wallström señaló que pedirán una explicación del gobierno y luego decidirán qué acción tomar.

La Ministra indicó que Suecia mantendrá sus comentarios a lo mínimo y que los puntos de vista y acciones de ese país en relación a los derechos humanos y anticorrupción son muy bien conocidos.

Ayer por la tarde, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que Kompass, en el desempeño de sus funciones, había asumido actitudes que derivan en “injerencia” en asuntos internos de Guatemala, razón por la cual la Cancillería ha solicitado su retiro como embajador.

El argumento expuesto por Jovel fue un comentario emitido hace varios meses, por el embajador de Suecia. Kompass se refirió a la necesidad de trabajar para erradicar la corrupción presente en la sociedad. Asimismo, indicó que la forma de combatir ese problema es dar respaldo a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Según analistas consultados, más allá de una acción orientada en beneficiar la política de relaciones exteriores del país, esta medida resulta una nueva táctica o intento por afectar los recursos que mantienen el trabajo de la CICIG en el país enfocada a la desarticulación de estructuras que benefician al status quo.

ACCIÓN ES CONTRA CICIG

El excanciller guatemalteco Fernando Carrera lamentó la decisión de Guatemala y aseguró que tendría repercusiones para el país pues Suecia ya está pidiendo explicaciones.

“En primer lugar esa declaración (de Kompass) fue hace como cinco meses y eso demuestra que si ese fuera el motivo para tomar la decisión estaría justificado en enero de este año, pero esperar meses para decir que estamos molestos y que eso motivó lo que están haciendo no parece algo razonable. Suena a que la Cancillería tiene otros motivos”, señaló.

A criterio de Carrera «si uno los busca está claro que hay una batalla del Gobierno por erosionar el trabajo de CICIG y si hay gobiernos que apoyan a la CICIG de manera muy fuerte son Estados Unidos y Suecia».

En ese contexto, lamentó que en Estados Unidos ya haya iniciativas para tratar de eliminar el apoyo a CICIG. A esto se sumaría esta acción del Gobierno para afectar el respaldo desde Suecia.

Esa es la verdadera justificación, de las declaraciones del embajador ya pasaron 5 meses, dijo.

Según Carrera, el Gobierno estaría feliz de detener la cooperación y apoyo a CICIG. En el fondo ellos desean que haya una consecuencia y que ellos en el fondo se molesten y detengan la ayuda, quieren tener conflicto con Suecia, agregó.

Me parece que está injustificada, solamente se justifica con la posición del Gobierno contra CICIG, manifestó el exministro.

A decir del entrevistado, se trata de una defensa a un status quo cada vez más erosionado y eso es lo que defiende el Gobierno.

PRETENDEN DEJAR AL PEZ SIN AGUA

En tanto, el politólogo Renzo Rosal, criticó las equivocaciones del Gobierno a las que se suma esta acción contra Suecia.

“Es una absoluta barbaridad de parte del Gobierno. El Gobierno ha trabajado bajo la idea de que como no puede quitar apoyo a la CICIG ahora cambiaron de táctica y buscan vulnerar a los principales donadores del mantenimiento de CICIG que además tienen un alto nivel de compromiso en el tema de impunidad”, explicó Rosal respecto a la intención de afectar a CICIG con esta medida.

Ya lo hicieron con el tema de Bitkov, y ahora continúa la lógica de quitar el agua al pez y se está utilizando esa analogía, dijo.

El entrevistado aseguró que las declaraciones del embajador son usadas como argumento para esta medida, en tanto, Suecia ya está pidiendo explicaciones al gobierno guatemalteco.

Según Rosal, habrá repercusiones para el país porque “nos vemos como una nación que está buscando mecanismos de persecución a actores hostiles y que no van con la agenda del Gobierno y que no incluye la lucha contra la corrupción”.

A quienes dirigen estas acciones les hace mucho bien frenar la lucha contra la corrupción, indicó.

Según Rosal, es una torpeza pensar que una acción de esta naturaleza no va tener ninguna repercusión.

REACCIONES

La decisión anunciada ayer ha generado diversas reacciones. En un comunicado, el Procurador de Derechos Humanos se pronunció indicando que considera una “ingratitud” la decisión del Gobierno en relación a la cooperación solidaria que el país recibe de Suecia, mientras que la Asamblea Ciudadana Contra la Corrupción y la Impunidad manifestó su “repudio” ante la medida tomada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de pedir el retiro de Kompass.

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