Por Redacción La Hora *

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El titular de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) se refirió al costo de la corrupción en el país, al indicar que por cada quetzal que se va al bolsillo de un corrupto es Q1 que no llega al fortalecimiento de la educación y a la salud y otros aspectos del país, que tiene un índice elevado de pobreza.

Velásquez dio estas declaraciones luego de salir del coloquio organizado por ICEFI y Oxfam en Guatemala, sobre el costo social de la corrupción.

El comisionado indicó que por ello es importante entender que el corrupto actúa en contra de la sociedad y contra la población, y que este flagelo afecta la dignidad de las personas.

Asimismo señaló que la corrupción no está vinculada con un gobierno o partido político en nuestro país, porque viene de muchos años atrás y ya es una forma de actuar; el reto está en erradicar definitivamente este fenómeno o que los corruptos sientan que la justicia está detrás de ellos y que además hay una sociedad vigilante, indicó.

El titular de la CICIG añadió que este flagelo pone en riesgo las relaciones sociales y las posibilidades de una subsistencia digna ya que en la medida en que menos recursos lleguen para atender las necesidades básicas de los guatemaltecos estos buscan otras formas de subsistencia, como la migración.

Ese es un ejemplo de la relación del fenómeno de la corrupción y la necesidad de las personas de buscar mejores condiciones de vida, puntualizó.

*Con información de Manuel Rodríguez

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