Amelia Flores: Giammattei me citó a su despacho para contarme de las conversaciones con Rusia

La exministra de Salud Amelia Flores espera que las autoridades judiciales hagan una investigación “transparente y justa” sobre la denuncia que el Gobierno de Guatemala presentó el 4 de abril, relacionada con la compra de las vacunas Sputnik V, y aunque afirma que todo lo que ella y su equipo técnico hicieron estaba en ley, no puede asegurar que otros actores de la administración pasada no hayan negociado otros aspectos por aparte.

La exfuncionaria recibió en su casa a un equipo de La Hora con la intención de aclarar las acusaciones que se le hicieron en la denuncia; la cual, dijo, “fue un balde de agua fría” que aún “no puede entender” y que le afectó “muchísimo”.

La exministra de Salud habló con La Hora luego de la denuncia planteada en su contra.
La exministra de Salud habló con La Hora luego de la denuncia planteada en su contra. Foto La Hora / José Orozco
GIAMMATTEI Y BROLO LA CITAN A CASA PRESIDENCIAL

Flores dijo al director de La Hora, Pedro Pablo Marroquín, que antes de que firmara el contrato para la compra de las Sputnik V había sostenido conversaciones con diversos fabricantes estadounidenses con quienes llegaron a “avances importantes”, pero que fue el expresidente Alejandro Giammattei y el excanciller Pedro Brolo quienes la citaron a la Casa Presidencial para hablarle de la vacuna rusa.

“En enero de 2021 recibí una llamada del presidente en donde me pidió que fuera a su despacho. Ahí estaba Pedro Brolo, solo los dos, y me dijeron que ellos tenían información de que existía la vacuna y que habían tenido conversaciones con Rusia porque esas negociaciones se hacían de estado a estado”, subrayó la exministra de Salud.

Al ser consultada del porqué se había negociado con Human Vaccine, dijo que Rusia les había explicado que su gobierno “estaba conformado de esa manera”.

“Recibimos la instrucción -del expresidente Giammattei-de que tendríamos las conversaciones a través del Ministerio de Relaciones Exteriores. En la reunión nos dijeron que como era una negociación de estado a estado, la Cancillería se iba a encargar de hacer los enlaces con Rusia”, precisó.

Aunque el decreto aprobado en enero de 2021 para la compra de vacunas no permitía hacer negociaciones con intermediarios, Flores sostiene que sí se podían hacer de estado a estado, no obstante de que dice que todo lo que se negoció fue desde el Ministerio.

Añadió que el mismo decreto permitía adquirir algún inmunológico que contara con la aprobación de laboratorios “nivel 3”, que al final fueron los que certificaron a las Sputnik V. Esto en relación con que, en la conferencia, las autoridades de Gobierno al momento de presentar la denuncia también señalaron que esta no contaba con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

FIRMA DEL CONTRATO FUE UN TEMA TÉCNICO

No obstante, de que la exfuncionaria aseguró a La Hora que su trabajo relacionado a la firma del contrato con Human Vaccine fue técnico y apegado a la ley, no puede asegurar, recalca, de que no hubo otro tipo de negociaciones.

“Nosotros trabajamos en el despacho, con un equipo técnico que se dirigía al fondo ruso semanalmente a hacer una negociación, qué pasó alrededor, no lo sé”, precisó.

“No lo sé, porque no era del partido de gobierno. No era cercana, mi rol era en el Ministerio, con una pandemia difícil de abordar”, respondió al ser cuestionada de si hubo otras negociaciones paralelas aparte de las que hacía Salud.

Expuso que el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) fue el primero que recibió el contrato, pero que no le hizo ninguna observación. Fue hasta que ellos lo vieron que se solicitó que se le hicieran ajustes.

AFIRMA QUE HICIERON CONSULTAS

En respuesta a la cláusula de confidencialidad que impidió en todo momento que el contrato fuera público, contó que ninguna otra institución del Estado hizo observaciones, ni la Secretaría General de la Presidencia ni la Procuraduría General de la Nación.

“Hacíamos consultas y la respuesta era de que estaba bien ‘denle’, pero no por escrito”, enfatizó la exfuncionaria. “Estos temas de agilización de la firma del contrato fue de ‘mire, está revisado y todo está bien’”, añadió.

En cualquier caso, considera la exministra de Salud, ella no es la única que debería figurar en la denuncia interpuesta por el Gobierno. “Me tachan directamente a mí y es muy dañino para una persona recibir todo ese bombardeo”, reprocha.

Flores contó la experiencia que tuvo con la pareja del expresidente Alejandro Giammattei, Miguel Martínez.
Flores contó la experiencia que tuvo con la pareja del expresidente Alejandro Giammattei, Miguel Martínez. Foto La Hora / José Orozco
UNA VEZ MARTÍNEZ PIDIÓ CONTRATACIÓN

El 1 de diciembre del año pasado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Miguel Martínez, exjefe del Centro de Gobierno y pareja del exmandatario, por presuntamente haberse beneficiado con la compra del inmunológico ruso.

La acusación de Estados Unidos indica que “Martínez solicitó grandes sobornos para facilitar la compra de las vacunas rusas Sputnik-V por parte del Gobierno de Guatemala”.

Al respecto, el Ministerio Público ha dicho que no investiga al exfuncionario y que lo haría hasta que Estados Unidos lo denunciara.

Flores dijo que, durante su gestión, solo una vez se le acercó Martínez para sugerirle una contratación, pero asegura que ella no accedió porque el perfil no se adecuaba a las necesidades del Ministerio. De ahí “nunca más” le sugirió algo más o la presionó.

 

RETARDO EN LA ENTREGA

La exfuncionaria expuso que no se concretó la negociación con otras fabricantes después de que ni el Congreso ni el Ejecutivo estuvieran de acuerdo con exculpar, mediante la legislación nacional, a las fabricantes estadounidenses de cualquier efecto secundario que causara la vacuna, condición que estas pedían, ya que la vacuna se había aprobado de emergencia.

Indicó que el retraso con la entrega de las Sputnik V, las cuales vinieron a cuentagotas, le causaba mucha preocupación y que habló con el embajador de Estados Unidos en Guatemala, en ese entonces William Popp, para concretar donaciones ya que, “como despacho mantuvimos una relación estrecha con él”.

Añade que, aunque el inmunológico ruso tardó en llegar, al final de cuentas sí cumplieron con el contrato, que las obligaba a entregar los ocho millones de dosis, por las cuales el Estado de Guatemala pagó Q614 millones, antes de que terminara el 2021.