Este sábado 23 de marzo, se cumplen 42 años desde que el general José Efraín Ríos Montt, fallecido en 2018, tomó el poder por la fuerza, al encabezar un triunvirato militar después de un golpe de Estado.
Según sus palabras, en 1982, la acción tenía el objetivo de que el Ejército tomara el poder como «un salvador de los valores del pueblo».
«El día de hoy se llevó a cabo un movimiento armado que tuvo por objeto desconocer al gobierno», fueron las primeras palabras de Ríos Montt ese día hace más de cuatro décadas.
«El que tenga armas en contra de la institución que tiene las armas, debe ser fusilado, no asesinado, fusilado», advertía.
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PODER MILITAR
El triunvirato estaba integrado por los generales Ríos Montt, Horacio Maldonado Schaad y Francisco Gordillo Martínez.
Pese a que se ofreció realizar un gobierno de transición, Ríos Montt disolvió el triunvirato el 9 de junio de ese mismo año, con lo cual se proclamó como jefe de Estado de facto.
ELECCIONES DE 1974
En 1973, Ríos Montt alcanzó el grado de general de brigada, pero al poco tiempo renunció a su posición militar para participar en las elecciones presidenciales de 1974, cuando corrió por el Frente Nacional de Oposición (FNO), formado por la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) y el Frente Unido de la Revolución (FUR).
Pese a que ganó los comicios de ese año, no pudo asumir luego de denuncias de alteraciones por un supuesto fraude. Después fue nombrado como agregado militar en España, y a su regreso se convirtió en un ministro religioso de una iglesia evangélica pentecostal.
ACEPTACIÓN POPULAR
Distintas publicaciones de prensa de esos días recuerdan que en esa época se vivía un ambiente de mucha tensión por el recrudecimiento de la violencia en la provincia, pero también porque el sector económico exigía que se derrotara a la guerrilla que, se temía, podría llegar a tomar la capital guatemalteca.
Libros de historia relatan que parte de la población vio con alivio la llegada del general Ríos Montt, debido a la dureza del sistema represivo que había predominado durante el régimen de otro general, Romeo Lucas García. No obstante, el conflicto armado interno mantendría su crudeza.
Una columna de Jo-Marie Burt y Paulo Estrada, escrita para El País califica a Ríos Montt como «el dictador más cruel de Guatemala». En dicha pieza se lee que los meses en los cuales gobernó el país, «más de 10 mil personas fueron asesinadas» y se registraron un promedio de 10 masacres cada mes, y más de 400 comunidades indígenas fueron destruidas.
POLÍTICA CONTRA LA GUERRILLA
Dentro de sus políticas se recuerda la de «Fusiles y Frijoles» para combatir a la guerrilla, a través de entregar armas y alimentos a grupos civiles que se organizaron en las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC).
Además, dio continuidad a la política de tierra arrasada, a través de la cual se buscaba eliminar a las bases sociales de la guerrilla, con lo cual miles de indígenas fueron ejecutados.
CONCLUYE SU PODER
El gobierno de facto de Ríos Montt llegó a su fin el 8 de agosto de 1983, cuando su ministro de Defensa, Óscar Humberto Mejía Víctores también protagonizó un golpe de Estado y lo derrocó.
Así, Mejía Víctores se convirtió en el último jefe de Estado militar. Puesto que dio paso a la creación de la Constitución que rige hasta nuestros días.
El 14 de enero de 1986 entregó el poder al civil Marco Vinicio Cerezo Arévalo. Desde entonces, el país ha sido gobernado por civiles democráticamente electos.
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DE VUELTA A LA POLÍTICA
Ríos Montt intentaría a toda costa alcanzar la Presidencia. Lo intentó con el partido que fundó, el Frente Republicano Guatemalteco (FRG).
Pese a que la Constitución de 1985 prohíbe ser candidato a quienes encabezaron un golpe de Estado o quienes llegaron al poder por una acción de hecho, una resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC) se lo permitió en 2003, después de que hordas a su favor aterrorizaran a la capital guatemalteca en una jornada recordada como «Jueves Negro».
La inscripción de Ríos Montt para las elecciones de ese año, se registró mientras se desarrollaba el gobierno de su apadrinado, Alfonso Portillo (2000-2004). Esos cuatro años, el militar fue diputado al Congreso de la República, y presidió ese poder del Estado.
ANTE LA JUSTICIA
Previo a dejar el Congreso, debido a que no ganó la reelección en las elecciones de 2011, Ríos Montt se presentó al Ministerio Público (MP), para establecer si en su contra había una investigación por abusos cometidos contra poblaciones civiles durante el conflicto armado interno.
En la Fiscalía de Derechos Humanos se le informó que existía un caso en el cual se le señalaba, pero que no se había procedido en su contra porque para ese entonces gozaba del derecho de antejuicio por su investidura como legislador.
Al salir de la fiscalía, el militar explicó a periodistas que había pedido ser citado por la justicia, en lugar de ser capturado. Además, que había manifestado su intención para colaborar con las autoridades.
Tras enfrentar un juicio por el caso Genocidio Ixil, el Tribunal de Mayor Riesgo A determinó el 10 de mayo de 2013 condenarlo a 80 años de prisión inconmutables.
El fallo fue anulado 10 días después por la CC, y se ordenó repetir el debate. El general falleció el 1 de abril de 2018, a la edad de 91 años.
