Luego de días de incertidumbre en la atención a pacientes en el Hospital General San Juan de Dios, por fallas en el servicio de energía eléctrica, el centro asistencial retomó sus actividades con normalidad este martes 9 de enero.
Los servicios se reiniciaron tanto en la Emergencia como en la Consulta Externa, según pudo constatar La Hora en una visita al lugar.
Dicho centro asistencial, uno de los más grandes del país, comenzó a sufrir problemas con el abastecimiento de energía eléctrica desde inicios de mes, debido a aparentes problemas con el cableado y un generador.
DUDAS POR FALLECIMIENTOS
Esto afectó a un gran número de pacientes que debieron ser trasladados a otros centros asistenciales. Incluso, en lo que el hospital se vio afectado, siete personas fallecieron.
Hasta el momento, las autoridades del nosocomio no han descartado que los decesos ocurrieron por los problemas en el suministro de electricidad.
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Sobre las muertes, el director, José Miguel Alfaro, dijo el pasado domingo 7 de enero: «es muy difícil determinar la causa de la muerte de un paciente derivado de la patología y complicaciones que pueda tener».
El funcionario no descartó que pudo haber sido por las fallas en la energía eléctrica, pero tampoco indicó que se debiera a otra causa.
«Desde la directiva estamos abiertos a hacer el análisis que se tenga que hacer, y mejorar las causas donde haya problemáticas», refirió en esa oportunidad.
PROBLEMÁTICA
Al principio de la situación, las autoridades aseguraron que el problema se solventaría en 48 horas, pero los días pasaron y no llegaba una solución. Finalmente, este martes se retomaron las actividades con normalidad.
La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) abrió un expediente para investigar las causas de muerte de las personas en el Hospital General San Juan de Dios.
«Hemos estado monitoreando de cerca la crítica situación del hospital. Es desolador constatar que el sistema eléctrico, con una vida útil de 20 años, haya sido forzado a funcionar durante 40 años», manifestó el titular de la PDH, Alejandro Córdoba.
El magistrado de Conciencia agregó que la situación «no solo es inaceptable, sino que también refleja una negligencia inadmisible hacia la seguridad y el bienestar de los pacientes».
