El doctor Edwin Asturias recibió el premio a la "Carrera Docente Académica". Foto: La Hora/AGN

Edwin Asturias, experto en enfermedades infecciosas y epidemiología de la Universidad de Colorado, también extitular de la clausurada Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia COVID-19 (Coprecovid), abordó en una columna que publicó La Hora, la necesidad que tiene el país de una Ley Nacional de Seguridad Sanitaria, que establezca un sistema de detección temprana, prevención y respuesta al coronavirus respaldada en principios epidemiológicos probados.

Asturias resalta que han transcurrido más de 18 meses desde que el virus SARS-CoV-2 doblegó a gobiernos y poblaciones del mundo, situación que no había ocurrido en un siglo.

“En un mundo súper conectado, los patógenos emergentes son y serán una amenaza para la salud mundial y la única forma de salvar más vidas y desarrollar sociedades resistentes, es el diseño y preparación de contramedidas médicas que deben implementarse a tiempo”, destacó el médico.

Por ello recordó que, en julio del 2020, la Coprecovid en conjunto con el equipo técnico del Ministerio de Salud Pública, lograron llevar a un mínimo funcional la estrategia de detección, reporte y mitigación del COVID-19 en medio del primer pico epidémico en Guatemala.

En ese momento, convocó a una reunión de varios legisladores para plantear la trayectoria de la epidemia de COVID-19 y discutir la necesidad de una legislación que permitiera establecer las bases para continuar preparando al Sistema de Salud para esta y epidemias futuras.

Sin embargo, lamentó que más de un año después, y luego de improbados dos Estados de Calamidad -basado en una ley reactiva diseñada para desastres naturales y de conflicto cívico-militar- los guatemaltecos y los trabajadores de salud se encuentran “sumidos en la peor alza epidémica y con las manos atadas por un sistema de regulación y provisión que no le permite a la salud publica controlar el contagio y sus secuelas”.



 

CONGRESO TIENE OPORTUNIDAD DE EMPODERAR A LA CIENCIA

Asturias remarcó que, en los próximos días, varios grupos de congresistas han finalmente hecho suya la corresponsabilidad de diseñar para la población una ley que dé una respuesta a la pandemia de forma óptima.

Sobre esto, explica que las actuales leyes –el Código de Salud (Decreto 90-97)– obligan al Ministerio Salud a comandar la respuesta, no obstante, carece de suficiente dentadura para permitirle controlar una emergencia de estas dimensiones.

“En lugar de proponer decretos de corto plazo, el Congreso de la República tiene en sus manos una oportunidad única para no solo empoderar a la ciencia y la salud pública para aplacar el COVID-19 en los próximos meses, sino dejar sentado un sistema de preparación y respuesta que nos permita ser una nación más resiliente”, apuntó.

SE NECESITA DE UNA LEY NACIONAL DE SEGURIDAD SANITARIA

Por esto Asturias afirma que se necesita de una Ley Nacional de Seguridad Sanitaria que deje establecido un sistema de detección temprana, prevención y respuesta basada en principios epidemiológicos probados.

Para el experto, controlar epidemias requiere de lo siguiente:

1) Identificación temprana y control de casos.
2) Mitigación de la enfermedad y sus complicaciones.
3) Investigación aplicada que informe las estrategias de prevención y respuesta.
4) Abordaje y comunicación ante la preocupación de la población.

Asimismo, menciona que esta legislación debería incluir la creación del Centro Nacional de Preparación y Control (CEPC), como una entidad descentralizada y semiautónoma que genere información eficiente y de calidad para informar y que se centre no solo el riesgo epidémico, “sino las capacidades de preparación y respuesta y las mejores prácticas de control y prevención”.




SALUD DEBERÍA TENER LA CAPACIDAD DE DECRETAR UNA EMERGENCIA SANITARIA

La Ley de Seguridad Sanitaria, recalcó Asturias, debe darle a Salud la capacidad de decretar una emergencia sanitaria, sin necesidad de recurrir a los Estados de Excepción contenidos en la Ley de Orden Público y que puedan ser refrendada por el Congreso, para que active los mecanismos de control sanitario, adquisición de recursos e implementación de estrategias de contención, mitigación y prevención.

“Deberá incluir, además, la obligatoriedad del CEPC y el MSPAS de presentar periódicamente (cada 3-4 años) ante el Congreso, la Estrategia Nacional de Seguridad Sanitaria que delinee el plan de implementación preparación y respuesta ante emergencias de salud pública como la que estamos hoy sufriendo”, añadió.

Para el experto, es la peor pandemia sufrida en un siglo y que ha perjudicado significativamente la vida, salud y economía de todo el país, “un parche no es la medida para recomponer un desquebrajado sector salud, estamos entonces destinados al subdesarrollo y vulnerabilidad sempiterna”.

Por eso, instó a los pocos buenos y capaces legisladores del Congreso a cumplir con el juramento que dieron a sus electores: “garantizar y proteger la vida, la seguridad y el bienestar de todos los guatemaltecos”.



 

Artículo anteriorArchivan denuncias hechas por Aifán contra auxiliar de Tribunales
Artículo siguienteAgosto marca récord de remesas y suman US$9,709 millones en el año