El anuncio hecho por el gobernador de Texas, Greg Abbott, sobre las nuevas leyes migratorias en su estado han causado reacción sobre las mismas, que han sido calificadas como radicales y severas.
El Cardenal Álvaro Ramazzini, en su programa radial matutino «La voz del pastor», calificó las medidas para frenar la migración, “son radicales y violan el derechos internacional de los migrantes”, señaló Ramazzini
“No se olviden que estamos en Texas y es uno de los estados más recalcitrantes, más duros en sus políticas migratorias, si los migrantes quieren ir hacia el norte tienen que pasar por este lugar, por Arizona o California, o se arriesgan a ir en el mar, pero eso no es lo más normal”, dijo el cardenal en su programa.
La declaración del cardenal se da luego que el gobernador texanp promulgó el lunes (18 de diciembre), una ley que permite a la policía detener a los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera de Estados Unidos y otorga a los jueces locales autoridad para ordenarles que abandonen el país, poniendo a prueba los límites sobre qué tan lejos puede llegar un estado en la aplicación de las leyes migratorias.
Las medidas han sido catalogadas como las más drásticas establecidas por un estado para controlar la migración desde la Ley Arizona, promulgada en 2010.
La ley tipifica como delito estatal el ingreso o reingreso ilegal al estado de Texas y entrará en vigor en marzo 2024, las penas van desde los 180 días hasta 20 años de prisión.
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PAÍSES DEBEN RECHAZAR MEDIDA
“Esta medida, en lo personal, la señalo como una violación de las autoridades de Texas en la competencia del gobierno de Estados Unidos en materia de aplicación de la ley de inmigración y no dudo que serán presentados recursos en contra de ella en pocos días”, dice Fernando Castro, guatemalteco experto en temas migratorios.
Añade que el gobierno de México también protestó por la medida, rechazándola, lo que deberían hacer los gobiernos del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), como respaldo a sus connacionales y en apoyo al gobierno mexicano, afirma el analista, quien agrega que duda que los países del Triángulo Norte se manifiesten al respecto.
«Según la ley de Texas, los inmigrantes a los que se les ordene salir serían enviados a los puestos de entrada a lo largo de la frontera con México, incluso si no son ciudadanos mexicanos, aunque según acuerdos bilaterales e internacionales, México debe aceptar las deportaciones de sus ciudadanos, pero no los de otros países», explica Castro.
Al consultar al departamento de comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores mencionaron que realizarán las consultas pertinentes.
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SE OPONE A MEDIDA
El Ministerio de Relaciones Exteriores, a nombre del Gobierno de Guatemala, manifestó su oposición a la ley SB4, porque «establece como delito y autoriza el arresto de inmigrantes que ingresen a ese país de manera irregular, y entraría en vigencia en marzo del año 2024», informa en un comunicado de prensa.
Al mismo tiempo confirma el compromiso gubernamental de «continuar trabajando de la mano de EE. UU. y el resto de países del hemisferio en el abordaje de las causas estructurales de la migración, tal y como se acordó en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, que es la única y verdadera manera de controlar la migración irregular», señala el documento.
