Por Grecia Ortíz
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En una columna de opinión en The Guardian, el profesor de salud global y desarrollo sostenible de la UCL y ex director del área de salud materno infantil de la Organización Mundial de la Salud, Anthony Costello, expone que las pruebas masivas son la única forma de detener al coronavirus COVID-19, que ha impactado en decenas de países alrededor del mundo.

En su planteamiento, el experto dice que desde el inicio de la pandemia la OMS ha hecho énfasis en lo importante que resultan las pruebas, además de la velocidad en que se realizan, el rastreo de casos con síntomas, así como la identificación de contactos, para ponerlos en cuarentena hasta que ya no sean infecciosos.

Las pruebas son la base del trabajo de detectives de salud pública para detener una epidemia, afirma y cita al director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien dijo que para romper las cadenas de transmisión, hay que encontrar, aislar, probar y tratar cada caso, y así limitar la expansión del virus.

Aunque el distanciamiento físico es otra estrategia, dice que es menos eficaz que las pruebas, porque en las primeras etapas de una epidemia, cuando los grupos son pocos y distantes, se necesita un gran esfuerzo de distanciamiento de la población para detener su propagación.

“En ese punto, la mayoría de la gente no comprenderá la magnitud de la amenaza y resistirá las órdenes restrictivas. Por lo tanto, las pruebas, el rastreo de contactos y la cuarentena de personas con síntomas son cruciales. A medida que la epidemia se vuelve rampante, como en Londres, la política debe cambiar a pruebas intensivas para proteger a los trabajadores de la salud”, explicó.

El experto dice que desde el inicio de la pandemia la OMS ha hecho énfasis en lo importante que resultan las pruebas. Foto La Hora/AP

MÁS PERUEBAS PODRÍAN AYUDAR A IDENTIFICAR Y AISLAR CASOS

Costello expone que las pruebas a gran escala son mucho más que solo identificar y aislar casos y que la información sobre el virus es poder, porque las pruebas pueden incluso ayudar a proteger al personal de salud y medir la progresión de una epidemia.
Además, una acción como tal puede proporcionar evidencia sobre la variación regional de cómo el virus afecta a personas de diferentes edades y géneros, pues los virólogos pueden usar esa información para monitorear cualquier mutación que pueda darse.

“Las pruebas para detectar el virus en la población general, en otras palabras, pueden decirnos si nuestras suposiciones sobre el coronavirus son correctas”, dijo el profesor.

De hecho, enfatiza en un nuevo modelo de la profesora Sunetra Gupta y un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford que llega a conclusiones que son muy diferentes de los modelos del Imperial College.

Costello, asegura que de forma crucial, el modelo de Oxford no es revisado por pares, por lo que no se puede estar seguros de que sus hallazgos sean correctos, sin embargo, este sugiere que «solo una proporción muy pequeña de la población está en riesgo de enfermedad hospitalizable» y que más de la mitad de la población ya han estado expuestos al virus, en gran parte sin síntomas.

“Si esto fuera cierto, podríamos esperar un gran aumento de hospitalizaciones y muertes en las próximas seis semanas, pero luego la epidemia retrocedería, probablemente sin una segunda ola. Pero para saber si este es realmente el caso, necesitamos urgentemente pruebas de inmunidad que muestren si las personas han tenido el virus”, anotó.

SEGÚN COSTELLO, SE HAN ESTADO PROBANDO 5 MIL MUESTRAS POR DÍA

A la vez, destaca que, al 10 de marzo, las tasas de pruebas de virus COVID-19 informadas eran de una por cada 243 personas en Corea del Sur, 995 en Italia, 2 mil 585 en el Reino Unido y 38 mil 695 en los EE. UU.

Según los informes, Public Health England ahora está aumentando la capacidad nacional de pruebas de laboratorio en Milton Keynes, pero hasta ahora el Reino Unido solo ha estado probando 5 mil muestras por día.

En contraste, el gobierno irlandés ha establecido 41 centros de prueba móviles que procesan 100 mil muestras por semana para una población de 4.9 millones (la población del Reino Unido se estima en 66.4 millones).

No obstante dice que si los módulos imperiales tienen razón y la epidemia regresa después de que se logre la represión, las autoridades locales, utilizando la evidencia de las pruebas, podrían controlar mejor los brotes y aflojar las restricciones sobre la economía y la vida.

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