El presidente Alejandro Giammattei participó en una reunión oficial de la OEA. Foto La Hora/Presidencia

El presidente Alejandro Giammattei participó en la reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en donde presentó un video que envió el Congreso en rechazo a un reciente informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). A la crítica se sumó el gobernante, quien en tono molesto reiteró sus quejas en contra del documento de dicha instancia del organismo hemisférico.

La participación de Giammattei se dio en el segundo de tres días de su gira por Washington, y la segunda ante el Consejo Permanente, luego de haber comparecido el pasado 7 de diciembre, previo a la Cumbre por la Democracia, organizada por el presidente estadounidense Joe Biden, a la que Guatemala no fue invitada.

El Congreso de Guatemala, dominado por el oficialismo y sus aliados, afines a Giammattei, dio a conocer a través de un video “algunas consideraciones que no compartimos” del informe de la CIDH de 2021, con énfasis en desacuerdos y críticas en temas como el aborto, la protección a la familia y los derechos de los padres sobre la educación de sus hijos, además de insistir en supuesta injerencia en asuntos internos.

DIPUTADOS: CIDH INCURRE EN INTROMISIONES

Según el video “la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó en su informe 2021 algunas consideraciones que no compartimos”, además de señalar que está “incurriendo en numerosas intromisiones en procesos democráticos en curso, violando de este modo su mandato y los principios de derecho internacional sobre los cuales la OEA y sus órganos fueron creados”.

NUMERAL 241 DEL INFORME DE CIDH; INICIATIVA 5940

Además, que el numeral 241 de dicho informe de la CIDH el cual “pretende interferir en el debate legislativo sobre la iniciativa de ley No. 5940 denominado Proyecto de Ley para Garantizar la Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia contra los Trastornos de Identidad de Género”.

Según la comunicación, dicha iniciativa de ley busca “proteger de mutilaciones, hormonizaciones irreversibles” a menores de edad en el país, por lo cual le recuerdan a ese Organismo Internacional “los límites de sus funciones”.

INSISTEN EN QUE CIDH NO PUEDE INTERVENIR EN DEBATES DEMOCRÁTICOS

También el oficialismo le señala a la CIDH que “su carácter es subordinado, complementario y coadyuvante, lo que significa que los órganos del sistema interamericano de Derechos Humanos están obligados, en primer lugar a que el propio Estado pueda garantizar las medidas correctivas que sean necesarias para asegurar la protección de los derechos”.

Asimismo, que no existe mandato alguno emanado del derecho internacional que autorice a la CIDH a intervenir en debates democráticos nacionales, ni en el proceso de deliberación, sanción y promulgación de las leyes.

Además, que “la protección de la familia como elemento natural y fundamental de la sociedad, el derecho de los padres a que sus hijos reciban la educación religiosa y moral de acuerdo con sus propias convicciones en aras de limitar el abuso de poder de los órganos intérpretes de los tratados, existen reglas claras para su interpretación”.

 

Argumentan que los diputados de diferentes bloques “de forma respetuosa” hacen un llamado a la Comisión “para que detenga todo acto o intervención ilegítima que esté fuera de su mandato”.

DICEN QUE CIDH TIENE POSICIONES ACTIVISTAS

Según la postura del Congreso, “de no hacerlo la Comisión violaría reglas previamente acordadas por los estados”, y recordó que “la CIDH no tiene dentro de su mandato adoptar posiciones activistas que le corresponden a la sociedad civil, ya que su naturaleza es la moción de los derechos humanos y el fortalecimiento de la institucionalidad”.

También que “al reincidir en abusos y extralimitaciones, la CIDH pone en riesgo su autoridad y credibilidad en detrimento de la loable tarea para la cual fue creada. Recordemos que la correcta promoción y protección de los derechos humanos se logra respetando el Estado de Derecho y las leyes, no violentando ambos pilares que hacen posible la armonía y paz social”.

EL TURNO DE GIAMMATTEI Y SUS CRÍTICAS

En el inicio de su discurso, en donde no se refirió al deceso de los migrantes el lunes en San Antonio, Texas, Giammattei dijo que calificó de “imperativo afirmar que Guatemala es un país soberano y democrático, que reitera su compromiso con la Convención Interamericana de los Derechos Humanos, por cuanto representa el objeto de consentimiento de los Estados que dieron origen a ese sistema”.

En consecuencia, que “el Estado de Guatemala contempla la preeminencia de las leyes internacionales en materia de derechos humanos, la separación de los poderes y el ejercicio de las funciones dentro de un marco de legalidad, condiciones fundamentales para la existencia de una sociedad democrática”.

Seguidamente dijo que su gobierno ha “tomado nota del Informe Anual 2021 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hecho público antes de su presentación oficial ante la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos del Consejo Permanente de la OEA, con lo cual se ha alterado la costumbre y tradición en cuanto a la temporalidad y a la formalidad de dicho informe”.

También recordó que “el Estado de Guatemala expresó su inconformidad de manera enérgica y lamentó la decisión de la CIDH de incluir a Guatemala en el capítulo IV de la sección B, cuando la situación actual del país en materia de derechos humanos y combate a la corrupción no corresponde y es contraria a los supuestos previstos en la citada acción”.

Según Giammattei, “tampoco existe una infracción sistemática de la independencia del poder judicial y, mucho menos actos de insubordinación de las instituciones del Estado a la autoridad civil constituida conforme a la ley, en virtud de que el actuar de los distintos órganos de administración de justicia del país es independiente y en observancia de toda garantía constitucional y convencional”.

Asimismo, cuestiona a la CIDH al considerar que “el informe no visibiliza las acciones, logros, metas alcanzados por el Estado de Guatemala”.

 

GIAMMATTEI CRÍTICA A EXJUECES Y EXFISCALES

En relación al tema judicial, según el gobernante, “el apartado de Guatemala en el capítulo 4B se encuentra plagado de errores metodológicos que evidencian la falta de rigor jurídico y el sesgo ideológico que afecta a Guatemala porque”, al detallar:

El primer punto, afirma que “el informe hace referencia y cuestiona resoluciones judiciales. La CIDH debe actuar en forma subsidiaria y no como una cuarta instancia dentro de las instituciones judiciales de un país. Tampoco es la CIDH revisora o juzgadora de las resoluciones internas, las cuales tienen regulados sus propios mecanismos de impugnación”.

Según Giammattei, “Cuestionar esas resoluciones sin que hayan sido agotados en el ámbito interno todos los recursos y sin que exista un informe de fondo de la CIDH bajo el sistema de peticiones y casos es una clara arbitrariedad y un error metodológico grosero.

El segundo punto en cuestión del mandatario se refiere a que “el informe cuestiona las investigaciones en curso contra distintos fiscales y jueces que abusaron de su poder en el fuero interno, que violaron el debido proceso y violaron los derechos humanos de muchos ciudadanos. En algunos casos, hubo personas que murieron después de 3 años de estar en prisión, de estar provisional (una figura jurídica que no está reconocida en el ordenamiento legal pero que fue puesta de moda recientemente). Ese es un defecto procesal que nos dejó la triste historia de la CICIG en Guatemala”, sostuvo, en tono molesto y alzando repetidamente la mano izquierda.

Según Giammattei, “cuestionar estas investigaciones socava nuestra institucionalidad y quebranta también el principio de subsidiariedad o complementariedad de la CIDH. Este nuevo gravísimo error metodológico evidencia un claro activismo ideológico carente de objetividad”.

GIAMMATTEI DICE QUE CUMPLE CON LOS DERECHOS HUMANOS

Además de cuestionar otros apartados del informe en donde la CIDH emitió opinión contraria porque Guatemala “haya firmado el Consenso de Ginebra, que reconoce, tal y como lo hace la Convención Americana de Derechos Humanos, la vida desde su concepción”.

“Este otro error metodológico que evidencia un claro activismo, una agenda en favor del aborto que se excede de sus competencias porque la CIDH no debería ser un activista en estos temas sino respetar la soberanía y la libertad de cada Estado para decidir sobre estos temas, como la reciente sentencia que vimos aquí en los Estados Unidos al respecto”, sostuvo Giammattei.

Asimismo, dijo que “resulta sumamente desacertada la decisión de la CIDH de ubicar a un Estado en el capítulo 4B que, aun en sus momentos más difíciles, ha cumplido en todo momento sus compromisos en materia de derechos humanos y ha brindado a la Comisión toda la información que ha solicitado.

También dijo que expresaba la preocupación de Guatemala por los desafíos que el actuar de la Comisión representa a la legitimidad del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, dentro de los que destacó:

• Primero, la noción de la CIDH de que los Estados tienen la obligación de adecuar su normativa interna a los estándares interamericanos de derechos humanos, pretendiendo que estos se sujeten a interpretaciones de los instrumentos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos a los cuales no se ha otorgado su consentimiento expreso, como sí ocurre con aquellos instrumentos en la materia que han sido ratificados (aceptados) por los estados, como resultado de procesos democráticos, como la Convención Americana de Derechos Humanos, entre otros.

 

• Segundo, la equivocada idea de la Comisión de que el “cumplimiento” de las recomendaciones es “obligatorio”, cuando el artículo 41.b de su reglamento establece la facultad de la CIDH de emitir recomendaciones a los Gobiernos de los Estados miembros para que adopten medidas progresivas en favor de los derechos humanos, pero dentro del marco de sus leyes internas y sus preceptos constitucionales. En primer lugar, la naturaleza jurídica de una recomendación no es la de ser vinculante y, segundo, la misma disposición sobre la adopción de estas recomendaciones al marco jurídico de los Estados.

Asimismo, al dirigirse a los representantes permanentes y delegados de la OEA, aseguró que “es preciso que trabajemos juntos por fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, porque la ilegalidad y el irrespeto a la normativa que se comete hoy en contra de Guatemala, mañana puede ocurrir contra de cualquiera de los países que somos miembros de la organización. Hoy somos nosotros, mañana puede ser cualquiera de nosotros”.

También invitó a “la CIDH a reconocer y respetar la autonomía de los Estados en la protección de los derechos humanos, ajustar sus decisiones con objetividad y reconocimiento de los marcos jurídicos nacionales, sin sesgos ideológicos o políticos que polaricen a las sociedades, que hagan cesar la parcialidad sostenida e infundada en contra de Guatemala, la cual será la base para la recuperación de la confianza y la subordinación que ha caracterizado la relación del Estado con este órgano”.

UCRANIA Y OTROS TEMAS

Posteriormente se refirió a otros temas, incluido el compromiso de Guatemala en favor del cese de la invasión de Rusia contra Ucrania.

Asimismo, que Guatemala es uno de los 10 países de más alta vulnerabilidad por el impacto del cambio climático, un llamado a integrar una cruzada contra la inseguridad alimentaria, así como que el país sea punto de origen, tránsito y retorno de migrantes, pero sin hacer alusión al percance registrado un día antes en San Antonio Texas, en donde de forma preliminar se reporta la muerte de 46 migrantes, incluidos siete guatemaltecos y dos más heridos.

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