La secretaria ejecutiva del Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia en Guatemala (CIPRODENI), realizó una serie de propuestas para evitar el “uso de imágenes de Niñas y Niños, Adolescentes” en procesos electorales ante la pronta convocatoria a elecciones en 2023.
La propuesta enfatiza en que partidos, asociaciones, organizaciones, grupos de interés, entre otros, “recurren al uso de imágenes de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA)”, para hacerse imágenes con ellos y denotar su “sensibilidad y compromiso con los niños”.
Sin embargo, el punto central consiste en que, una vez pasado el evento electoral, “los NNA se vuelven invisibles en la agenda programática de gobiernos nacionales y de los gobiernos municipales”, explica el documento.
De esta forma, apuntan a que no aparecen como una prioridad presupuestaria ni macroeconómica. “Simplemente no existen, permaneciendo así durante todo el período gubernamental”, se lee en la propuesta.
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“Las Niñas y Niños no votan, pero se les ha convertido en botín electoral, lo cual no es ético”, refiere CIPRODENI y considera que “con casi treinta y tres años de haberse promulgado la Convención sobre los Derechos del Niño, se les sigue reduciendo a condición de objeto, lo que viola flagrantemente su estatus de sujetas y sujetos de derecho”.
VETO AL USO DE LAS NIÑAS Y NIÑOS CON FINES POLÍTICOS ELECTORALES
El observatorio toma como punto de partida lo estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) bajo el Artículo 12, numeral 1 el cual reza: “Los Estados Parte garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afecten al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez”.
CIPRODENI considera que esta es la premisa básica de toda la argumentación, en donde “no se limita al hecho de la toma de la palabra, sino la responsabilidad adulta de tomar en cuenta las opiniones de los NNA como consideración primordial”.
Además, señala que en el artículo 17 se lee: “…los Estados Parte… Promoverán la elaboración de directrices apropiadas para proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su bienestar…”.
El Observatorio en base a lo anterior justifica la protección de las NNA en los procesos electorales, ante “la malintencionada acción de organizaciones políticas que buscan apelar a la sensibilidad y condescendencia hacia ellas y ellos”.
DERECHO DEL NIÑO A NO SER OBJETO DE NINGUNA FORMA DE VIOLENCIA
En la misma línea, hace referencia a la protección de la Niñez y la Adolescencia en contra de la “violencia psicológica y exposiciones innecesarias”, para lo cual los Estados Parte deberán de tomar todas las medidas “legislativas, judiciales, administrativas y sociales que sean necesarias”.
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Asimismo, señala que las acciones implementadas por las organizaciones políticas electorales “tienden a invadir su privacidad, que incluso pueden conllevar impactos psicológicos intimidantes” los cuales podrían causar daño en su personalidad e integridad.
NIÑEZ Y ADOLESCENCIA COMO PRIORIDAD
“Todo lo anterior, nos sirve de argumento perfecto para no exponer a ninguna NNA”, sostiene el documento, pero también, destaca que “nos ha sido útil para demandar a organizaciones políticas electorales y medios de comunicación”.
Lo anterior, para que no se ponga en riesgo a los NNA, “exponiéndoles innecesariamente, aumentando sus niveles de vulnerabilidad y riesgo”.
“Estamos llamados a cambiar el paradigma de relación con la Niñez y Adolescencia, apostando a la construcción de una nueva humanidad en la cual se les sitúe como la más alta prioridad del Estado”, concluye la propuesta ante la “indiferencia de su atención y protección integral”.
