La psicóloga clínica Liselott Sepúlveda. Foto La Hora/Ana Lucía Gonzales

En medio de un mundo agobiado por escenarios adversos que van desde una inflación galopante, más de dos años de una pandemia cuyas cifras de contagios vuelven a dispararse, al igual que la violencia y el tráfico estresante, sumado a las dificultades propias, familiares o laborales, muchas personas se preguntarán ¿qué hacemos para ser lo más felices que podamos?

 

La psicóloga clínica Liselott Sepúlveda responde: “no se trata de llevar una vida sin dolor, sino de aprender a construir nuestro colchón de bienestar”.

Nos muestra que ese colchón de bienestar implica comprender cómo el estrés en que viven muchas personas termina por dañar el organismo y enfermarnos si no lo aprendemos a controlar. Y cómo el cuidado de la salud física va ligado a la salud mental, en donde uno de los principales secretos radica en tener una vida que tenga sentido. Todo porque al final parte de la receta tiene como base ingredientes biológicos, pero también la actitud es determinante.

Parte de esta experiencia la comparte Sepúlveda, de origen chileno, pero con más de 20 años de residencia en Guatemala y 30 de experiencia clínica. Se ha especializado en terapias cognitivas, además de impartir un diplomado en psicología positiva en la Universidad Francisco Marroquín.

Más allá de promesas falsas, técnicas, métodos o creencias, la experta expone cuáles son los elementos de la psicología positiva y la ruta para lograrlo. Esta es parte de la conversación.

¿Qué escenario común ha encontrado en salud mental de los guatemaltecos después de dos años de pandemia?

Estar bajo un estrés sostenido afecta, pues no estamos hechos para permanecer en modo alerta. El estrés activa el sistema nervioso simpático y nos prepara ante situaciones como huir y pelear, pero en forma constante, afecta el sistema inmunológico y aparecen diversas dolencias. La neurociencia ha puesto en evidencia cómo la división entre salud mental y física es cada vez más arbitraria.

 

Ahora podremos ver situaciones con cierto humor, pero ciertamente aumentaron las consultas, los problemas para dormir, relaciones familiares, de pareja, de estudio. No me atrevo a generalizar, pero claramente afectó las relaciones interpersonales, hubo ansiedad y depresión.

De acuerdo con la psiquiatra española Marion Rojas se ha visto que después de lidiar con altos niveles de estrés, le sigue un estado de desgano y apatía.

¿Qué consejos nos puede compartir para cuidar nuestra salud mental?

No creo en dar tips. Creo que la felicidad responde a algo más integral. Comienza con tener una vida que tenga sentido para ti, sentir que eres eficiente, que estás aportando a un grupo y que este grupo te aporta de vuelta.

Se relaciona con metas que tengan relevancia, de pertenencia y lo que aportas resulta significativo para los demás. Me baso en el modelo PERMA del psicólogo estadounidense Martin Seligman quien explica cuáles son los componentes del bienestar.

En una charla Seligman calificó que en los últimos 60 años, la psicología se ha centrado en el modelo de tratamiento de las patologías mentales, pero se olvidó de mejorar las vidas de personas relativamente sanas. ¿qué piensa de esto?

No diría que esto fuera un fracaso, se ha aprendido muchísimo de la patología y su tratamiento. El gran mérito de la psicología positiva es que se basa en evidencia empírica. Busca investigar, aunque esto había iniciado con la psicología humanista, enfocada en lo positivo del ser humano.

 

¿Esto se relaciona con entender cómo una persona tiene la capacidad de ser feliz, a pesar de las adversidades?

La vida tiene las dos cosas. No es solo problemas, traumas o dificultades. Hay pequeñas cosas que son buenas, pero justo porque están allí tal vez no las valoramos. Una experiencia difícil y muy disruptiva, obviamente te saca de tu zona cómoda y tienes que prestar atención. También está la parte buena y es importante desarrollarla.

En algunas personas la felicidad tiene un componente biológico, pero quienes no lo tienen pueden trabajar en ello.

En algunas personas la felicidad tiene un componente biológico, pero quienes no lo tienen, pueden trabajar en ello. (El componente biológico está presente en todas las personas). La idea es que, aunque se calcula en cerca de un 50%, hay otro 40% que depende de actividades intencionadas; es decir, lo que pensamos, hacemos y nos proponemos. El otro 10% corresponde a las circunstancias, que no siempre se pueden cambiar.

 

No todo el tiempo es fácil el camino, pero si te involucras con el corazón, terminas por sentirte satisfecho con tu trabajo. Y cuando te involucras, entras a un estado conocido como flow.

¿Qué significa esto?

El psicólogo Abraham Maslow lo llamaba la experiencia óptima. Cuando estás en una tarea donde se presenta un desafío, pero tienes las habilidades para enfrentarlo. En la medida que este se incrementa, también se mejoran las habilidades.

 

Por ejemplo, si haces algo en donde las habilidades sobrepasan este desafío, lo encontrarás aburrido. Otro ejemplo, si tomas una clase de guitarra y te ponen a tocar algo complejo, no regresas. Pero si después de 20 clases te hacen practicar la misma pieza, no te parecerá entretenido.

¿En qué consiste el concepto PERMA de M. Seligman?

Son dos teorías, la primera es la búsqueda de la auténtica felicidad; luego, una segunda teoría que trata sobre una descripción del bienestar, el modelo PERMA, cada letra tiene el siguiente significado:

• P: Positive emotions: gratitud, amor, esperanza.
• E: Engagement: compromiso, involucramiento, es el estado de flow o atención en lo que hacemos. Hacer una cosa a la vez.
• R: Relationship. Relaciones positivas, personas en quien confiar.
• M: Meaning, una vida con sentido.
• A: Achievement, capacidad de sentir que eres capaz de lograr lo que haces.

 

¿Qué relación existe entre el bienestar y la espiritualidad religiosa?

La espiritualidad contribuye muchísimo al bienestar, pero no va ligado a la religión.

Se ha vuelto común la búsqueda de felicidad inmediata, comienza con el uso excesivo de redes ¿Qué opina de esto?

Primero, es inevitable compararnos. Más allá, elige con quién te comparas y la mejor elección es con uno mismo.

Con las redes sociales terminas por comparar tu vida con la de otros en donde todo el mundo es feliz. Entonces, se crea una ilusión de que todos están bien, menos yo (especialmente si estás con síntomas de depresión).

Recomiendo dosificar, especialmente si la estás pasando mal. Además, estar tanto tiempo en el teléfono también es como evitar, anestesiarte.

Es muy importante aprender a conocernos. Cómo gestiono mis emociones, qué me estresa y qué hago cuando esto sucede, qué me pone triste. En este punto, vuelvo a las relaciones interpersonales. Es importante tener alguien a quien acudir. Eso ayuda a sobrellevar cualquier situación difícil.

 

¿Qué piensa de las afirmaciones?

Las considero un positivismo tóxico. Por ejemplo, siento que tengo miedo a fracasar, pero repito 20 veces diarias “yo puedo”. Lo que sucede es que estoy anulando el miedo, pasando por alto el sentimiento y reconocerlo es importante. El miedo no se va a ir solamente porque pienses positivo. Al final, crea el efecto contrario.

¿Piensa que la felicidad es aprender a luchar en la vida cotidiana, como lo dijo Walter Riso?

La felicidad tiene muchas definiciones, por eso en psicología positiva se habla de bienestar, porque este puede definirse en parámetros objetivos, respaldado por investigación. Va relacionado con la satisfacción en la vida y el desarrollo de potencialidades y fortalezas.

• FICHA: LISELOTT SEPÚLVEDA WITTKE

– Nació en Chile y vive en Guatemala desde 1996.
– Psicóloga, con especialidad en Terapia Cognitiva, maestría en docencia de la Educación Superior por Universidad Rafael Landívar y diplomado en Psicología Positiva en el Instituto Chileno de Psicología Positiva.
– Actualmente se forma en Terapia Focalizada en Emociones (EFIT)
– Tiene más de 30 años de experiencia como psicóloga clínica de adultos en ambos países.
– Se ha desempeñado como catedrática y facilitadora de talleres en las universidades Rafael Landívar y Francisco Marroquín.
– Supervisora de prácticas clínicas y creadora del diplomado en Psicología Positiva de la escuela de psicología de la UFM.
– Autora del capítulo Psicología del Bienestar y la Felicidad, del libro del mismo nombre (Luis Armando Oblitas Guadalupe y Guido Aguilar. Psicom Editores, 2011)

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