A poco de su estreno en en la Copa del Mundo, había razones para la distracción y un tanto de incertidumbre en Ecuador. Foto La Hora. AP.

A poco de su estreno en en la Copa del Mundo, había razones para la distracción y un tanto de incertidumbre en Ecuador. Byron Castillo, cuya cuestionada nacionalidad alcanzó las esferas del máximo tribunal deportivo del mundo en un sonado caso impulsado por Chile y Perú, había quedado fuera de la convocatoria a último momento.

La selección, dirigida por el argentino Gustavo Alfaro, también venía con una preocupante falta de gol. El debut de Ecuador, sin embargo, resultó auspicioso con la victoria 2-0 sobre Qatar, en el partido inaugural el domingo y que dejó a los sudamericanos a la cabeza del Grupo A y con dos choques mucho más exigentes por delante, Senegal y Holanda, que se medían el lunes.

Pocos días antes de emprender el viaje al Mundial, Ecuador lamentó el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo, la última instancia a la que se llevó la denuncia de Chile y Perú, que determinó que aunque Castillo estaba habilitado para jugar como ecuatoriano, afirmó que el defensor había nacido en Colombia y que se empleó «información falsa» sobre su fecha y sitio de nacimiento para obtener un pasaporte ecuatoriano. Ecuador dijo que ello ocasionó una «injusta y dolorosa» situación y que llevó a la exclusión del defensor de la nómina final a Qatar.

Enner Valencia celebra después de anotar el segundo gol de Ecuador durante el partido inaugural contra Qatar en la Copa Mundial en el estadio Al Bayt en Al Khor, Qatar. Foto La Hora: Hassan Ammar/AP.

Además del estrés que el caso generó, Ecuador iba a echar de menos a un defensor que fue clave en las pasadas eliminatorias. En su ausencia, Angelo Preciado asumió la responsabilidad por ese sector derecho de la retaguardia. Ecuador anduvo bastante sólido en lo defensivo el domingo, uno de varios puntos a destacar para los dirigidos de Alfaro.

En términos generales, la victoria alimentó las expectativas de un proyecto que el entrenador argentino puso en marcha en 2020 y que devolvió a la selección sudamericana al Mundial tras perderse el anterior de Rusia. La clave fue la determinación de Alfaro de llamar a una camada de jugadores jóvenes, muchos de ellos surgidos en la cantera de un club ecuatoriano en particular — Independiente del Valle — que se destacan en clubes europeos. Es la tercera selección más joven en Qatar, sólo superada por Ghana y Estados Unidos.

«Estamos en un periodo de construcción», resaltó Alfaro al respecto tras la victoria contra Qatar. Reiteró el mensaje que ha venido inculcando a sus jugadores desde mucho antes del inicio del Mundial, que lo que se hizo en las eliminatorias no era suficiente y que se debía ir más allá frente a los rivales en Qatar.

Alfaro, además de ser un estratega que le gusta correr riesgos, también trabaja mucho en la psicología y el aspecto anímico de los jugadores, particularmente de los más jóvenes.

 

«Le decía hoy (domingo) a los chicos ‘tenemos una ilusión muy grande’. ¿Hasta dónde podemos llegar? Hasta donde el corazón nos empuje, porque es muy difícil cuantificar la ilusión.. y eso dependerá de todo lo que empujemos, la capacidad que tengamos de comprender de lo que no tenemos o nos falta para incorporarlo».

Pero «desde el punto de partida y convencimiento que teníamos como equipo va más allá del resultado de hoy (domingo), es el convecimiento que viene teniendo Ecuador desde hace dos años a este tiempo», continuó Alfaro. Dijo que «más allá de toda la experiencia y hasta dónde lleguemos a este Mundial, lo que va a dejar como legado el trabajo de estos chicos es el futuro inmenso que puede llegar a tener Ecuador hacia adelante».

En su cuarto Mundial, luego de perderse la cita de Rusia hace cuatro años, la Tri intenta superar la fase de grupos por segunda vez — lo hizo en Alemania 2006.
El siguiente compromiso será el viernes contra Holanda. Alfaro ha tratado de conjugar la sangre joven con varios de los referentes, incluyendo al gran capitán y atacante Enner Valencia, el autor de los dos tantos frente a Qatar.

«Sabíamos que por momentos habíamos sufrido mucho, pero sabíamos que habíamos trabajado muy bien para estar acá, no los merecíamos», afirmó Valencia, el atacante del Fenerbahce turco de 33 años. «Hemos formado un grupo increíble, con mucha confianza, con mucha personalidad, a pesar de la edad que tienen muchos de mis compañeros».

Uno de los factores positivos ha sido probablemente que Alfaro no se ha decantado por algún sistema en particular y es flexible en ese aspecto. El domingo, su apuesta por el 4-4-2, con Valencia teniendo como acompañante a Michael Estrada, surtió efecto. Pero en ello también fue relevante otra de las apuestas llamativas de Alfaro, de insistir en el mediocampo con Sebas Méndez, a pesar de que el jugador venía de someterse a una cirugía en un pie.

«Para mí Sebas es un jugador extraordinario», destacó Alfaro. «La clave para mí en la construcción del juego era tener un socio de Moisés (Caicedo) en la medular que saque rápido la pelota del fondo».

Para Valencia también hubo un aspecto que jugó a favor, fuera del campo: el buen número de aficionados ecuatorianos en las tribunas. «Nos motivaron mucho más para poder ganar este partido», sentenció.

 

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