El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Foto: La Hora / AP

El presidente Joe Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, se reunirán el lunes para hablar del tema del límite de deuda antes de que se agoten los recursos del gobierno federal, posiblemente el mes entrante.

Ambos hablaron por teléfono cuando Biden estaba volando de regreso a Estados Unidos tras un viaje a Japón para la cumbre del G7. McCarthy afirmó que la llamada fue “productiva”.

Las negociaciones para mantener financiado al gobierno han dado altibajos por varios días, y McCarthy indicó que los diálogos se reanudarán el domingo en la tarde.

 

 

Ambos bandos han dicho que se han logrado avances pero que permanecen muy alejados. El Departamento del Tesoro ha advertido que urge un acuerdo para antes de que se agote el financiamiento a inicios del mes entrante.

Horas antes, Biden dijo que los republicanos deben abandonar sus “posiciones extremas” en las estancadas negociaciones sobre subir el límite de deuda, y añadió que no habrá acuerdo para evitar un impago catastrófico sólo en los términos marcados por los republicanos.

“Es hora de que los republicanos acepten que no hay un acuerdo bipartidista que cerrar únicamente, únicamente en sus términos partidistas”, dijo Biden en Hiroshima, Japón, donde asistió a la cumbre del Grupo de los Siete.

Biden dijo que ha hecho su parte para intentar subir el techo de deuda y que el gobierno estadounidense pueda seguir pagando sus facturas. “Ahora es el momento de que el otro lado se mueva de su posición extrema”, afirmó.

Los legisladores republicanos se han aferrado a sus exigencias de duros recortes de presupuesto y rechazado alternativas propuestas por la Casa Blanca para reducir el déficit.

El Partido Republicano quiere asociar requisitos de empleo a Medicaid, aunque el gobierno ha respondido que millones de personas perderían su cobertura médica. Los republicanos también han introducido nuevos recortes a la ayuda alimentaria al restringir la capacidad de los estados de eliminar los requisitos de empleo en lugares con alto desempleo, una idea ya planteada en su día por el gobierno de Trump y que se estimó supondría que 700.000 personas perderían sus subvenciones para comida.

 

Además, los legisladores republicanos reclaman reducir el financiamiento del Servicio Interno de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) y pidieron a la Casa Blanca aceptar fragmentos de su propuesta de reforma migratoria.

La Casa Blanca ofreció en su lugar mantener estable el gasto de defensa y no defensa el año que viene, lo que ahorraría 90.000 millones de dólares en el año fiscal 2024 y un billón durante 10 años.

“Creo que podemos alcanzar un acuerdo”, dijo Biden.

Los republicanos también rechazaron las propuestas de la Casa Blanca de aumentar los ingresos para reducir más el déficit. Entre las opciones denegadas por los republicanos estaban normas que permitirían a Medicare pagar menos por los medicamentos con recetas y cerrar una docena de lagunas en la legislación fiscal. Los republicanos se han negado a revocar las exenciones fiscales a corporaciones y hogares adinerados introducidas en el gobierno de Trump, como proponía el presupuesto de Biden.

Biden evitó durante meses entablar negociaciones sobre el límite de deuda e insistió en que el Congreso intentaba utilizar el techo de endeudamiento como herramienta negociadora para ganar terreno en otras prioridades legislativas.

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