La Quema del Diablo ha trascendido generaciones y son vistosas las piñatas de “diablitos” que lucen a las afueras de los comercios. La alegría de los niños se espera ante esta festividad, como algunos la denominan. La suelen acompañar con marimba, juegos pirotécnicos y bailes de toritos.
Cada 7 de diciembre, a eso de las 18 horas, Guatemala se ilumina por los fogones de la celebración en la cual cientos de familias aprovechan a quemar todas las cosas viejas, y en algunos casos basura.
Marco Antonio González, comerciante de piñatas mencionó que los clientes esperan esta fecha con ansias. “Esta es una actividad que marca un reinicio de las cosas malas que se hicieron durante el año, y que permite quemar un diablo para sacar eso que nos ha perjudicado. Ese diablo que cada uno llevamos dentro” explicó.
¿CUÁL ES EL MOTIVO DE LA QUEMA DEL DIABLO?
Quienes practican esta celebración tienen la creencia de que con el fuego se eliminan las desventuras sufridas durante el año transcurrido.
Esta práctica se remonta en el siglo XVI, cómo preámbulo de las festividades del nacimiento de Cristo representando el triunfo del bien sobre el mal.
OTRAS TEORÍAS DE LA FESTIVIDAD
El sitio electrónico de National Geographic menciona que algunos historiadores remontan el origen de la tradición al siglo XVII, ya que había necesidad de alumbrar el paso de la procesión de la Virgen de la Inmaculada Concepción, dado que en aquella época no había tanto alumbrado público.
De acuerdo con Aníbal Chajón, investigador del Centro de Estudios Folklóricos de la Universidad de San Carlos (Usac), a las fogatas se incorporaron ramas secas recolectadas en barrancos en los inicios de la celebración.
En las décadas de 1970 y 1980, la Quema del Diablo sufrió una etapa de decadencia. Ya que, incluyeron basura, periódicos y neumáticos, entre otros artículos perjudiciales para el ambiente.
Pero, en la actualidad, el negocio de las piñatas de diablitos se ha vuelto más rentable y ecológicamente amigable. Los comerciantes de estas estructuras de papel y alambre tienen disposición de diferentes tamaños y estilos, agregando ese toque original.
El proceso de elaboración es compartido por tres fabricantes. “Yo hago la base de alambre, otra persona cubre la estructura con papel bond o prensa. Y por último se le transmite la idea a la persona encargada de diseño y color”, mencionó González, además explica que esta celebración es única y típica de Guatemala.
¿PARTICIPAS DE LA TRADICIÓN?
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