RÍO DE JANEIRO /AP

Bandas de delincuentes continuaron atacando negocios e infraestructura en Ceara, en el séptimo día de violencia en ese estado del noreste de Brasil, informaron las autoridades hoy. La violencia constituye la primera prueba en el tema de seguridad pública para el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien prestó juramento la semana pasada.

Por lo menos cuatro autobuses y una obra de construcción fueron quemados durante la noche en Fortaleza, informaron autoridades. Además, un grupo de vándalos trató de hacer explotar un puente, dijo la Agencia Brasil.

Más de 200 miembros de la Fuerza Policial Nacional y 145 policías militares han sido despachados a Fortaleza.

Las autoridades creen que los ataques son en protesta contra un plan para reprimir la actividad de las pandillas en las prisiones. Muchas pandillas de traficantes de drogas son capaces de seguir manejando sus negocios aún detrás de las rejas.

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