TAORMINA, Italia
AP

El grupo de las siete naciones más industrializadas del mundo dijo en su declaración final hoy que Estados Unidos “no está en posición de sumarse al consenso” sobre el cambio climático.

La cumbre culminó sin un acuerdo unánime sobre el cambio climático, ya que el gobierno del presidente Donald Trump dijo que se tomará más tiempo para decidir si permanece en el Acuerdo de París.

El anfitrión, el primer ministro italiano Paolo Gentiloni, dijo que las diferencias de opinión con Trump “surgieron muy claramente en nuestra discusión”.

“La discusión siempre es útil”, dijo Gentiloni. “Creo que todos los líderes presentes, empezando por el presidente Trump, apreciaron la informalidad con la que en este formato… se pueden discutir las cosas con calma y serenidad”.

Las otras seis potencias acordaron ratificar su compromiso de aplicar el acuerdo de París de reducción de los gases de invernadero para combatir el cambio climático. La declaración final dice que “comprende” el proceso de revisión de Washington.

La canciller Angela Merkel calificó de “insatisfactorias” las conversaciones sobre cambio climático.

Merkel dijo que las democracias desarrolladas del G7 _ Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Estados Unidos y Canadá_ mantuvieron una discusión “razonable” sobre comercio en la que acordaron rechazar el proteccionismo. El acuerdo mantuvo una disposición de reuniones anteriores, frente la posición de Trump, quien sostiene que el comercio debe ser “equilibrado y justo” además de libre.

La declaración dijo que los siete “permanecen firmes contra todas las prácticas comerciales desleales”.

El clima y el comercio fueron temas polémicos en la cumbre de dos días en Taormina. En cambio, hubo acuerdo en estrechar la cooperación contra el terrorismo, tras la bomba en un concierto en Manchester que mató a 22 personas.

EL G7 NO HACE PROMESAS CONCRETAS PARA LUCHAR CONTRA EL HAMBRE

Pese a los llamamientos de las organizaciones humanitarias, los principales siete países industrializados que conforman el G7 no hicieron nuevas promesas concretas de ayuda para combatir el hambre en África.

En la declaración final, los siete países miembro se limitaron a declarar de forma muy general su intención de «apoyar enérgicamente» el llamamiento de la ONU a recaudar 6.900 millones de dólares con ese fin. Hasta el momento sólo se han prometido aportaciones que representan el 30 por ciento de esa cantidad.

El G7 -integrado por Estados Unidos, Japón, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania- se mostró «profundamente preocupado» por la crisis de alimentación agravada por conflictos y por la inestabilidad. En estos momentos graves crisis amenazan a 20 millones de personas en Sudán del Sur, Somalia, Yemen y Nigeria, señala el comunicado.

Las organizaciones humanitarias se mostraron decepcionadas. «El G7 no ha aprovechado su liderazgo y responsabilidad», criticó Jörn Kalinski de la organización Oxfam. «Deben ponerse cifras concretas sobre la mesa».

La cumbre tampoco ha ofrecido soluciones a los problemas globales, criticó por su parte Marwin Meier, de World Vision. «Muchos niños no sobrevivieron estos dos días en los países afectados por la hambruna».

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