ORLANDO, Florida, EE. UU.
AP

Donald Trump admitió el jueves que su campaña presidencial enfrenta desafíos y podría terminar sin éxito, en una poco habitual muestra de humildad por parte del fanfarrón empresario.

El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos se ha alejado de su característica bravuconería para hacer campaña en el disputado estado de Florida, donde llegó a decir ante un grupo de ministros evangélicos que está «teniendo un problema tremendo en Utah». El mismo día, el célebre magnate admitió que su falta de corrección política podría costarle los comicios si los estadounidenses rechazan su actitud brusca.

«Estamos teniendo un problema», dijo Trump a los ministros, admitiendo que el próximo Presidente podría nominar hasta a cinco jueces del máximo tribunal del país. «Podría costarnos el Tribunal Supremo».

Tras derrotar a 16 rivales en las primarias republicanas, Trump enfrenta signos preocupantes conforme su campaña pone la vista en las elecciones generales. La ventaja de la demócrata Hillary Clinton en las encuestas nacionales ha crecido en los últimos días, mientras que un creciente número de republicanos ha declarado que no apoyará al candidato de su partido.

Esa muestra de conciencia de uno mismo ofrecida por Trump marca una drástica diferencia respecto a su tono habitual de campaña, tras meses de mítines en los que recitaba cifras de sondeos que le mostraban en cabeza como si fueran las estadísticas deportivas de su equipo preferido.

«Vamos a ganar por mucho», afirmó hace un mes Trump ante un público entusiasta en la Convención Nacional Republicana.

Sin embargo, ayer se limitó a citar una encuesta que le situaba unos pocos puntos por debajo de Clinton y alegar que la carrera entre ambos está ajustada. Cuando se le preguntó cómo pensaba remontar la diferencia, Trump dijo que simplemente pensaba hacer «lo mismo que estoy haciendo ahora».

«Al final, o bien funciona o voy a tener unas largas, muy, muy lindas vacaciones», dijo Trump a CNBC.

Incluso mientras trabaja para restaurar la confianza en su campaña, Trump pareció cortejar de nuevo la controversia al decir anoche que estaba abierto a la posibilidad de juzgar a estadounidenses sospechosos de terrorismo en el centro de detención de la bahía de Guantánamo.

Cuando se le preguntó expresamente por los ciudadanos estadounidenses, Trump dijo que no le gusta que el presidente, Barack Obama, y otras personas quieran juzgarlos en Cortes tradicionales en lugar de ante comités militares en Guantánamo.

«Yo diría que se les podría juzgar allí», comentó. «Eso estaría bien».

En Utah, que suele ser un estado republicano fiable, las dificultades de Trump han sido especialmente llamativas. La gran población mormona del país ha expresado un serio escepticismo hacia Trump, aunque el gobernador republicano del estado le ha respaldado.

«Se ha dado una versión falsa de nosotros», dijo el empresario sobre sus problemas en Utah.

Sin embargo, en otros estados tradicionalmente republicanos como Arizona y Georgia, los republicanos temen que la impopularidad de Trump pueda dar a los demócratas una victoria improbable. Esas preocupaciones son lo bastante poderosas como para que docenas de republicanos firmaran una carta ayer pidiendo al presidente del Partido Republicano que deje de ayudar a Trump y se centre en proteger a los candidatos vulnerables al Senado y la Cámara de Representantes.

Trump dijo no estar preocupado de que los republicanos le dejaran de lado, y amenazó con detener la recaudación de fondos para el partido si lo hacen.


«LO QUE DIJE CONTRA OBAMA ERA SOLO SARCASMO»

El candidato presidencial republicano, Donald Trump, tuiteó hoy que lo que dijo días atrás contra el presidente Barack Obama, a quien acusó de ser uno de los fundadores del grupo Estado Islámico, era solo un sarcasmo.

Durante el miércoles y el jueves, Trump acusó reiteradamente a Obama de fundar el grupo extremista y se negó a retractarse de una denuncia flagrantemente falsa a pesar de las exhortaciones de algunos de sus aliados.

Sin embargo, en un tuit hoy en el que criticó la cobertura de CNN, dijo que la red reportó su afirmación de una forma «demasiado seria». Trump tuiteó: «¿NO SABEN LO QUE ES SARCASMO?»

Los comentarios de Trump fueron vistos como acusando a Obama de crear condiciones que permitieron que debe prosperar. Pero preguntó acerca de que el jueves, Trump parecía ir más allá. Le dijo conservador locutor de radio Hugh Hewitt «No, quiero decir que él es el fundador de ISIS, lo hago.»

Su ataque inicial fue el miércoles, durante un acto tumultuoso, pero insistió en eso durante una serie de entrevistas ayer. Cuando el comentarista político de derecha Hugh Hewitt le preguntó si quería decir que la política exterior de Obama creó las condiciones en Irak y Siria que permitieron el florecimiento de la milicia, Trump respondió:

«No, quise decir que él es el fundador del Estado Islámico. Eso digo».

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