ROMA
Agencia dpa

Una niña siria de 7 años que padece un tipo raro de cáncer arribó a Italia hoy, la primera de un millar de refugiados transportados a este país como parte de un proyecto humanitario piloto para disuadir a la gente de emprender peligrosas travesías por mar.

Falak al Hourani, sus padres y su hermano de 6 años arribaron en un vuelo comercial al aeropuerto internacional Leonardo Da Vinci gracias al proyecto «corredor humanitario» iniciado por la organización católica Comunidad Sant’Egidio y la Federación de Iglesias Protestantes en Italia.

Los dos grupos cabildearon al gobierno italiano para que otorgara mil visas humanitarias a refugiados particularmente vulnerables en campamentos en el Líbano, Marruecos y Etiopía. Aportaron los aproximadamente 1,3 millones de euros (1,4 millones de dólares) necesarios para pagar las visas, el transporte y su instalación aquí mientras se gestionan sus pedidos de asilo.

Los grupos planeaban una conferencia de prensa en el aeropuerto una vez presentados los documentos de la familia.

La familia Al Hourani huyó de su hogar en Homs, Siria, hace casi tres años y se asentó en Trípoli, en el norte libanés. Falak padece retinoblastoma, un tumor en la retina, y fue necesario extirparle un ojo en el hospital estadounidense de Beirut. Ahora necesita quimioterapia, dijeron funcionarios de Sant’Egidio.

En vísperas de su partida, Yasmine, la madre de Falak, dijo que agradecía la posibilidad de que su hija tenga el tratamiento que necesita.

«Existe la posibilidad de que regrese la inflamación al otro ojo, y en ese caso tendrían que extirparlo también», dijo a la Associated Press en su casa en Trípoli. «Aquí no hay tratamiento para las venas de los ojos».

Falak probablemente recibirá tratamiento en el hospital romano Bambino Gesu, que pertenece al Vaticano.

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