El volcán Popocatépetl lanza cenizas y vapor, visto desde Santiago Xalitzintla, México, miércoles 24 de mayo de 2023. (AP Foto/Marco Ugarte)

AP y AFP

El volcán Popocatépetl también conocido como “don Goyo”, alto, imponente y cerca de una de las ciudades más grandes del mundo, ha estado cubriendo de cenizas las poblaciones vecinas y trastornando los vuelos en el aeropuerto de Ciudad de México, el más transitado de América Latina.

Cientos de explosiones han lanzado lava desde la cumbre nevada de 5.400 metros (17.797 pies) de altura del Popocatépetl, conocido popularmente como el Popo. Unos 25 millones de personas viven a un radio de 100 kilómetros (60 millas) del cerro.

Los vulcanólogos dicen que, si bien una gran erupción no parece inminente, estas erupciones probablemente continuarán como sucede desde hace tres décadas.

Popocatépetl: el volcán más vigilado de México con 25 millones de habitantes a sus pies

El sitio electrónico “El Matador”, explica que “uno de los rituales más antiguos de la región se realiza a casi cinco mil metros de altura sobre el nivel del mar: se trata del cumpleaños del volcán, nuestro querido Don Goyo, que cada 12 de marzo cumple un año más de vida”.

¿QUÉ SUCEDE CON EL POPO?

Se ha registrado un incremento en la actividad del volcán desde 1994, la cual es monitoreada de cerca por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El Popocatépetl ha tenido períodos de intensa actividad entre 2000 y 2003 y nuevamente entre 2012 y 2016. En 2000, la actividad provocó un alerta roja y evacuaciones antes de que el volcán se calmara otra vez.

Hace pocas semanas, el volcán entró nuevamente en uno de esos periodos de actividad. Ante las emisiones de gas, ceniza y lava, las autoridades incrementaron el nivel de alerta a amarillo, en una escala similar a un semáforo de tráfico, pero aún no a rojo.

Ceniza del volcán Popocatépetl cae el lunes 22 de mayo de 2023, sobre Atlixco, México.
Ceniza del volcán Popocatépetl cae el lunes 22 de mayo de 2023, sobre Atlixco, México. (AP Foto/Marco Ugarte)

Los incrementos de actividad del volcán se remontan a varios siglos. Escritos prehispánicos mencionan actividad intensa del Popo a principios del siglo XVI.

En Guatemala, una erupción del Volcán de Fuego en 2018 causó centenares de muertes. Recientemente, ha vuelto a la actividad y provocado evacuaciones.

¿UNA GRAN ERUPCIÓN ES INMINENTE?

Los científicos y las autoridades dicen que no hay señales de que la oleada actual de pequeñas erupciones se convertirá en algo más destructivo, dijo Servando de la Cruz Reyna, investigador geofísico de la UNAM, y añadió que no hay «nada nuevo ni sorprendente» en los movimientos recientes.

«La probabilidad de que esto continúe como ha sido antes es mucho más alta que la probabilidad de que se acelere hacia una fase mucho mayor», dijo. El Popo se encuentra activo desde hace medio millón de años. Su última gran erupción se produjo hace más de un milenio.

¿QUÉ HACE EL GOBIERNO?

Las autoridades han ordenado el cierre de escuelas en decenas de municipios de tres estados. Además, han puesto a unidades del ejército en alerta, alistado refugios y revisado las rutas de evacuación. Fuera de eso, están alentando a la población a que mantenga la calma. El lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su conferencia de prensa matutina que «hay vigilancia 24 horas sobre el comportamiento del volcán».

¿CUÁLES SON LAS PERSPECTIVAS?

La actividad reciente del Popocatépetl no es algo necesariamente malo, dijo Robin Campion, vulcanólogo del Instituto de Geofísica. Las pequeñas explosiones alivian la presión sobre el magma en el interior de la montaña, lo cual probablemente significa que no habrá una erupción mayor, explicó.

«Lo bueno es que el sistema de conducto sigue siendo abierto, y libera energía de manera bastante constante», indicó. «Ojalá que siga siendo algo constante y moderado y que no se libere todo en un golpe como ha hecho el volcán en la prehistoria». Mientras continúa con sus exhalaciones, la ceniza podría eventualmente volverse un problema en las zonas vecinas, en particular en un radio de 12 kilómetros (7,5 millas) del volcán, pero también en Ciudad de México.

Aunque la ceniza no es tóxica, el director del Servicio Sismológico Nacional, Carlos Valdés, dijo que podría afectar la respiración y la calidad del aire, y también seguir afectando los vuelos desde y hacia el aeropuerto internacional de la capital.

Aunque la ceniza continúa siendo arrastrada por el viento hacia el sur de México, él y otros científicos anticipan un cambio en la dirección del viento, que llevará ceniza hacia la capital en junio.

El sábado pasado, la ceniza volcánica llevada por el viento provocó la suspensión temporal de operaciones en el aeropuerto de la capital. Algunos expresan preocupación de que el peso de la ceniza acumulada provoque el derrumbe de viviendas precarias en los barrios más pobres.

Valdés y otros científicos recomiendan a la población que se lave los ojos y use cubrebocas. «La ceniza tiene consecuencias importantes», dijo Valdés, pero acotó que la gente «no debería tener miedo. Debería tener principalmente precaución».

Elevan nivel de alerta en México por actividad de volcán Popocatépetl

MI CASA VIBRÓ CASI TODA LA NOCHE

Hace tres días «mi casa vibró casi toda la noche, fue algo impresionante», comentó Arturo Benítez, un exfuncionario local. «El sonido del volcán era fuerte, se asemeja como cuando hay un bóiler prendido y cayó bastante ceniza, pero de repente de este lado se normalizó».

Eso fue el domingo, cuando las autoridades aumentaron el nivel de alerta, aunque aseguran que no existe riesgo en este momento para la población.

No se han ordenado evacuaciones, pero las autoridades han estado trazando rutas de desalojo, preparando albergues y miles de soldados están en alerta por si tienen que activarse.

Justo en el conocido Paso de Cortés, la pequeña carretera de montaña que atraviesa entre el Popo y el otro volcán que hay a su lado, el iztaccíhuatl -que no está activo- una veintena de unidades de Protección Civil y efectivos militares hacían guardia. El tráfico está ya cortado y la mayoría de cabañas que normalmente atienden a turistas y visitantes están cerradas.

Cástula Sánchez, una anciana de 75 años que vende ahí comidas los fines de semana, confía en que el volcán se tranquilice y vuelvan los turistas. Ella vive en una comunidad cercana, San Pedro Nexapa, y la lava de hace casi tres décadas llegó a una ladera cerca de su casa antes de que les evacuaran, pero no pasó a más.

ALGO COMÚN

La mayoría de los residentes ya saben qué hacer, en especial los que recuerdan una erupción de 1997 que «oscureció el cielo, veías truenos… y caía lluvia de lodo», narró Benítez.

«La nube piroclástica se vino a Amecameca y fue un caos, todo el mundo quiso salir en ese momento y fue tremendo», añadió. La única ocasión en que el Popocatépetl desató una alerta roja en el sistema de alarma del gobierno desde que salió de varias décadas de inactividad en 1994, fue en el año 2000. La última gran erupción del volcán fue hace más de 1.000 años.

En esta ocasión, la actividad registrada hasta el momento no ha sido de mayor importancia para los residentes de la zona, pero los impactos locales podrían ser de magnitud para los habitantes de un lado del volcán mientras que del otro lado todo sigue normal. Benítez, quien trabajó durante años como fotógrafo para las autoridades federales que monitorean al volcán, dijo que cree que la cobertura que se le ha dado en los últimos días ha sido un tanto exagerada. «No es para tanto, salvo que sepan algo que nosotros no sepamos porque la actividad se ha relajado».

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, también le restó importancia a la situación. «Nosotros vamos a estar pendientes y cualquier cosa de inmediato vamos a informar», señaló. «Pero sentimos que no va a haber problema».

«A VER CÓMO REACCIONA»: LA VIDA DIARIA A LA SOMBRA DEL VOCÁN POPOCATÉPETL
An evacuation route sign is seen in Santiago Xalitzintla, Puebla state, Mexico, on May 25, 2023. - The Popocatepetl volcano, located around 70 kilometres (about 45 miles) from Mexico City, spewed more gas and ash into the sky on May 23 as authorities maintained their warning level at one step below red alert. The government is monitoring Popocatepetl "day and night," President Andres Manuel Lopez Obrador said after the volcano put on another fiery show overnight.
An evacuation route sign is seen in Santiago Xalitzintla, Puebla state, Mexico, on May 25, 2023. – The Popocatepetl volcano, located around 70 kilometres (about 45 miles) from Mexico City, spewed more gas and ash into the sky on May 23 as authorities maintained their warning level at one step below red alert. The government is monitoring Popocatepetl «day and night,» President Andres Manuel Lopez Obrador said after the volcano put on another fiery show overnight. (Photo by CLAUDIO CRUZ / AFP)

Miguel Ángel Atenco intenta seguir su vida normal vendiendo tacos, aunque ahora tiene que limpiar y barrer la ceniza del volcán Popocatépetl, en medio del temor a una explosión violenta del coloso del centro de México.

Desde el pasado viernes, el «Popo» o “Don Goyo”, como se le conoce coloquialmente, incrementó su actividad con explosiones moderadas y emisión de material incandescente, vapor de agua, gases y ceniza.

«Pues seguimos con nuestras labores más que nada, nomás a la espera de ver cómo reacciona el volcán», dice Miguel Ángel a la AFP en su restaurante de la comunidad de San Nicolás de los Ranchos, en el turístico estado de Puebla.

«Hay que estar en la limpieza, tenemos que trabajar y todo está sucio», añade resignado, tras barrer nuevamente la ceniza que cubre la acera frente al negocio. Ciudades como Puebla o Cholula se ven por momentos envueltas en una nube gris; los vendedores de escobas hacen su agosto.

En los últimos días también ha habido tremores, señales sísmicas asociadas al movimiento de fluidos en su interior, y parte de un glosario con el que los pobladores deben familiarizase cada vez que el volcán se vuelve a manifestar.

Los cambios en la actividad de «Don Goyo», como también se le conoce popularmente a la montaña, provocaron que decenas de vuelos fueran cancelados el fin de semana en Ciudad de México y que las autoridades elevaran el domingo el nivel de alerta a «amarilla fase 3».

Se trata del nivel previo al rojo de alta peligrosidad, que implicaría que, eventualmente, Miguel Ángel y miles de pobladores que viven cerca del volcán sean evacuados. Al igual que este taquero, cientos de habitantes y militares desplegados en la zona barren continuamente el pueblo con una mezcla de nerviosismo e incertidumbre.

ACTIVIDAD CAPRICHOSA
Incandescent materials, ash and smoke are spewed from the Popocatepetl volcano as seen from the Santiago Xalitzintla community, state of Puebla, Mexico, on May 25, 2023. - The Popocatepetl volcano, located around 70 kilometres (about 45 miles) from Mexico City, spewed more gas and ash into the sky on May 23 as authorities maintained their warning level at one step below red alert. The government is monitoring Popocatepetl "day and night," President Andres Manuel Lopez Obrador said after the volcano put on another fiery show overnight.
Incandescent materials, ash and smoke are spewed from the Popocatepetl volcano as seen from the Santiago Xalitzintla community, state of Puebla, Mexico, on May 25, 2023. – The Popocatepetl volcano, located around 70 kilometres (about 45 miles) from Mexico City, spewed more gas and ash into the sky on May 23 as authorities maintained their warning level at one step below red alert. The government is monitoring Popocatepetl «day and night,» President Andres Manuel Lopez Obrador said after the volcano put on another fiery show overnight. (Photo by CLAUDIO CRUZ / AFP)

Aunque las explosiones y el fuego del cráter, de un rojo intenso, producen escalofríos a los lugareños, la actual fase del volcán no es distinta a las que ha tenido en distintos períodos desde 1994, cuando se reactivó tras casi siete décadas de quietud, explica Juan Manuel Espíndola, investigador del instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

«Este proceso no es muy diferente de los anteriores, pero claro, es de prever que pudiera derivar en un sentido más peligroso», advierte sin embargo el especialista, al recordar que, en 1997, 1998 y 2001 hubo episodios similares. De hecho, entre junio y julio de 1997 los habitantes de Ciudad de México tuvieron que lidiar con gruesas capas de ceniza, que provoca infecciones respiratorias y suele tapar los desagües.

Los expertos están examinando a toda hora la sismicidad alrededor del «Popo», junto con la composición de los materiales que arroja y los gases que emite para poder anticipar una situación más peligrosa. «Es muy probable que la actividad como en otras ocasiones vaya disminuyendo con los días», pero también que aumente y obligue a las autoridades a tomar otras medidas, señaló Espíndola.

Una de esas disposiciones sería evacuar a la población, lo que de momento no ha ocurrido. «Los volcanes tienen una actividad medio caprichosa», subraya. Intentando transmitir calma, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles temprano que al parecer «‘Don Goyo’ se está serenando, aunque todavía emite ceniza».

«DEJEN BIEN CERRADO»

Las autoridades insisten en pedir a la gente que no se acerque al radio de exclusión de 12 kilómetros alrededor del Popocatépetl, y también el uso de cubrebocas, que algunos creían se había marchado con la pandemia. También llaman a los pobladores a mantenerse al tanto de la información oficial en caso de evacuación.

Raymundo Mena, un voluntario de la iglesia local, intenta continuar con su rutina y recuerda la recomendación del párroco: «Si ven que está más duro, sálganse y dejen bien cerrado». Mena relata que bastantes pobladores se fueron durante el fin de semana. «¡Pues, ¡qué esperaban! ¡Si el sábado y domingo, por Dios, hasta temblaban las láminas!», cuenta, refiriéndose al techo de las casas.

Sin embargo, con toda una vida en San Nicolás de los Ranchos, tiene reservas de calma. «No nos vamos a espantar», dice con voz tranquila en el atrio del templo. «Mucha gente dice que ya lo vio (al volcán), que ya lo conocen. A ver, vayan a ver si conocen de veras al volcán», dice, criticando a los escépticos.

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