Migrantes sentados bajo un cartel que marca la frontera entre Panamá y Colombia durante su viaje a través del Tapón del Darién. Foto La Hora / AP

Ministros panameños de diferentes carteras viajaron el viernes a la inhóspita provincia de Darién para evaluar el impacto de los migrantes que cruzan la peligrosa jungla, al tiempo que se espera que el gobierno anuncie medidas para frenar el tránsito de desplazados con unas cifras sin precedentes.

La visita a Darién fue encabezada por el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, quien reiteró el reclamo nacional de que “algunos países del Sur le han dado la espalda al problema” y que Panamá ha enfrentado la situación con responsabilidad y compromiso. Pero “todo tiene un límite”, apuntó.

 

Panamá ha señalado que los vecinos como Colombia, que comparte la frontera en la jungla, han hecho poco para ayudar al controlar el flujo migratorio que ha rebasado las capacidades del país centroamericano.

Otra de las preocupaciones de las autoridades panameñas es el impacto al medioambiente por el paso de cientos de miles de personas en la jungla.

El ministro no adelantó detalles sobre las medidas concretas que, según anunció días atrás el gobierno, tomará Panamá. Dijo que se tienen que tomar en el consejo de Gabinete y que, por ello, se dio el viaje de los ministros a Darién.

“Están todas las posibilidades sobre la mesa porque el impacto que tenemos aquí en el Darién es muy grande”. Recientemente, la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, dijo que había llegado el momento de establecer “reglas y normas” e incluso dejó entrever la posibilidad de cierres fronterizos.

Por su parte, el ministro de Ambiente, Milciades Concepción, quien también fue a la gira, dijo haber quedado impactado por el daño que está sufriendo la selva darienita, que es una zona protegida y el mayor parque natural de toda Centroamérica, que se extiende más allá de la frontera con Colombia.

Dijo que es preocupante la cantidad de desechos que van dejando los migrantes tras su paso, así como la tierra erosionada. “Esto está ocasionando grandes impactos ambientales negativos en el área protegida; Panamá tiene que tomar alguna decisión, porque como ministro de Ambiente estamos profundamente impactados”, mencionó.

 

También aludió a que se están contaminando las fuentes de agua que usan las comunidades indígenas para consumo.

El paso de migrantes por el Darién lleva más de dos décadas, pero el fenómeno se disparó en los últimos años. Panamá ha gastado más de 60 millones de dólares en los años recientes en la atención de todas las personas que entran irregularmente, según las autoridades.

En lo que va de año, más de 250.000 migrantes han atravesado el conocido como Tapón del Darién, principalmente procedentes Venezuela, Ecuador, Haití, África. Cada día ingresan entre 2.500 y 3.000 personas a la jungla. Este año se ha visto un incremento, además, de nacionales de China.

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