El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablará de desarrollo económico y migración durante una cumbre con dirigentes de América Latina y el Caribe el 3 de noviembre en la Casa Blanca, informó este viernes su portavoz.
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La migración es una gran preocupación para el dirigente demócrata, a quien los republicanos acusan de no hacer lo suficiente para frenarla.
Este viernes Biden pidió al Congreso un aumento presupuestario que incluye 13.600 millones de dólares para reforzar la frontera con México, gestionar la migración irregular y luchar contra el tráfico de fentanilo, un opiáceo fabricado sobre todo por los carteles de la droga mexicanos.
Los países latinoamericanos estiman que se necesita más inversión. Biden, que se presenta a su reelección en las presidenciales de 2024, les da la razón.
El encuentro permitirá la creación de «nuevas herramientas para movilizar la inversión responsable» con el fin de promover los empleos de calidad y la competitividad, afirmó su portavoz.
Este fin de semana, algunos de los participantes asistirán en México a una cumbre sobre migración. El objetivo es ver «cómo garantizamos que haya trabajo, que haya bienestar en los pueblos de nuestros países (…), no estar pensando sólo en medidas coercitivas, en retenes, en muros, en militarizar las fronteras», afirmó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
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Una clara referencia al aumento de repatriaciones desde Estados Unidos y a la prevista ampliación del muro fronterizo, que según Biden se llevará a cabo por imperativo legal.
La APEP echó a andar en 2022, durante la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, para impulsar el crecimiento regional.
Esta alianza espera incluir a otros países y está destinada a movilizar la inversión, fomentar las energías limpias para el avance de la descarbonización y la biodiversidad y fortalecer las cadenas de suministro.
Varios de sus integrantes esperan beneficiarse de la relocalización de la producción de Asia a países cercanos a Estados Unidos.
Washington es partidario de que se incentive a los productores a mudarse a América Latina, sobre todo a Centroamérica, no solo para impulsar el crecimiento, sino para competir con China, socio comercial ineludible de la región.