Día Mundial del Cáncer de mama
Día Mundial del Cáncer de mama. Diseño: Alejandro Ramírez

El retorno al mundo laboral, luego de un diagnóstico de cáncer de mama, pareciera ser el último paso de la superación de la enfermedad. En su inserción a sus labores, la paciente con este diagnóstico debe vencer factores personales, unos ligados al cáncer y su evolución, así como también al tipo de trabajo.

Lo anterior incluye: riesgos, condiciones y exigencias que en conjunto no son considerados para que la vuelta al trabajo sea posible.

La incorporación a su puesto representa un punto de contraste difícil para la mujer, ya que se plantea sobre la percepción del antes y después del cáncer. En una situación de cuestionamiento, hace visible el nivel de cambio experimentado.

Luego de una larga incapacidad, supone los riesgos presentes en el trabajo y a las condiciones del mismo, así como plena disponibilidad y responsabilidad en cuanto al desempeño del trabajo.

LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA INSERCIÓN AL MUNDO LABORAL

Una investigación elaborada por la Unidad Médica del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Murcia en España y la Unidad Médica del Equipo Valoración Incapacidades del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Gipuzkoa en España devela que es preciso facilitar el retorno al trabajo, en especial de aquellos casos más complicados que han precisado de largas bajas.

“Los avances tecnológicos han logrado detectar más casos de cáncer de mama, aumentando la sensibilidad diagnóstica y se ha conseguido etiquetar mejor, es decir, se ha aumentado la especificidad diagnóstica.  Todo ello ha mejorado el pronóstico de nuestras pacientes y ha aumentado la supervivencia del cáncer de mama, estimándose para mujeres diagnosticadas en la actualidad en torno al 83%, pudiendo hablar de curación o de cronificación que no de fallecimientos, no olvidemos que la mortalidad por cáncer de mama es en la mujer su segunda causa con 6,000 fallecimientos al año”, detalla la investigación.

En esa medida, la reinserción al mundo laboral en el punto de un tratamiento se debe evaluar específicamente y tener en cuenta que alguno de ellos son tratamientos intensos y de larga duración, con alta servidumbre terapéutica, es decir, con pérdida de la autonomía funcional del individuo y elevado deterioro de la calidad de vida mientras precisa el tratamiento, plantean.

Día Mundial del Cáncer de mama.
Día Mundial del Cáncer de mama. Diseño: Alejandro Ramírez
TODO DEPENDE DE LA RESPUESTA AL TRATAMIENTO 

Los expertos afirman que cuando el resultado clínico es satisfactorio, los efectos serán pocos y en general compatibles en la mayoría de los casos con una vida laboral activa, pero que esta dependerá de la valoración de cada trabajadora.

“La valoración del retorno a trabajo, tiene que ver con la evaluación de la respuesta al tratamiento, su servidumbre terapéutica y todas las secuelas del cáncer.  Siempre y cuando la capacidad funcional luego del diagnóstico y tratamiento requerido por el trabajo sean favorables y compatibles. Todas las limitaciones funcionales deben graduarse para la evaluación correcta de su intensidad y su equiparación con las capacidades requeridas por el trabajo, así como las exigencias de las condiciones del puesto de trabajo y con los riesgos presentes”, valoran.

 

Día Mundial del Cáncer de mama.
Día Mundial del Cáncer de mama. Diseño: Alejandro Ramírez
LA CONTROVERSIA CUANDO LA TRABAJADORA NO ES APTA

En ocasiones, hay controversia cuando tras el alta médica o la declaración de no incapacidad en el preceptivo reconocimiento médico se considera a la trabajadora no apta para el trabajo.

“Esta controversia también se debe a la falta de comunicación de las partes y en la no participación y conjunta con las decisiones. Del tal forma, que los inspectores médicos en el ámbito de la vigilancia de la salud y la incapacidad pueden carecer de información completa sobre el diagnóstico, tratamientos seguidos, informes evolutivos, de inspección, evaluadores y conocimiento de en que se trabaja, en qué condiciones y en qué riesgo”, concretan.

Desde esa perspectiva, mencionan que no siempre los «controladores» tienen acceso a la información clínica completa de la historia clínica, ni tampoco los «controladores» tienen información detallada de tareas específicas, condiciones del puesto o riesgos del trabajo.

“Desde el servicio público, atención primaria y especializada no se tiene información alguna sobre tareas específicas, condiciones del puesto o riesgos del trabajo, a veces tampoco de los informes médicos, de las inspecciones médicas que sustentan las declaraciones de alta o de no incapacidad. Y desde la medicina preventiva y medicina del trabajo no se tiene acceso ni a la información clínica completa de la historia clínica, ni se dispone de los informes médicos, de las inspecciones médicas que sustentan las declaraciones de alta o de no incapacidad”, agrega el estudio.

LOS RIESGOS LATENTES
  • Riesgo en que se conviertan en incapacidades médicas permanentes, por vencimiento de plazos legales de incapacidad temporal por no haber recuperado su funcionalidad para el trabajo.
  • Los obstáculos a salvar para la trabajadora al cuestionarse a sí misma su capacitación a la reincorporación. La trabajadora se preguntará si podrá realizar efectivamente el trabajo que venía efectuando.
  • Pueden derivar en la pérdida del empleo
  • Se puede sentir vulnerable al salir de su zona de confort cuando estaba completamente atendida y protegida, para pasar a la exigencia de su completa autonomía personal.
  • Confrontación entre lo laboral y lo asistencial.

 

SITUACIONES DERIVADAS DEL TRABAJO QUE SUPONEN RIESGO PARA LA PACIENTE
  • Riesgos físicos como exponerse a radiaciones de ionizantes como a la exposición a condiciones de temperaturas extremas.
  • Riesgos ergonómicos, dependiendo el tipo de cáncer que la paciente padezca, en esa medida afectará su movilidad, como el manejo de cargas.
  • Evitar actividades de esfuerzo exigente o exposición a las altas temperaturas.
  • Exposición a trastornos adaptativos, depresivos o ansiosos, por lo que debe evitar las tareas con estrés intenso, sobrecarga mental, o actividades exigentes.
  • Los pacientes con trastornos sensitivos en manos deben evitar actividades como manipular herramientas de corte.
  • Las largas bajas médicas tras el cáncer de mama intensifican las consecuencias para la empresa y el sistema productivo.
  • Pérdida de las habilidades laborales, o pérdida de actualización de conocimientos requeridos para el desempeño del trabajo tras un período de ausencia del trabajo.

 

Gema Moreno-Bueno, catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid, plantea que el cáncer es un problema socioeconómico y solo avanzando en conocer las bases biológicas de la enfermedad se conseguirá tratarlo y diagnosticarlo de forma correcta, concluye.

Cuéntanos: ¿conoces a alguien con diagnóstico de cáncer?

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