Sabiendo que con Estados Unidos y sus sanciones por corrupción no se juega, Mayaniquel decidió cerrar operaciones en Guatemala y la empresa Solway Investment anunció el inicio de una investigación independiente, en la que participarán investigadores retirados del gobierno norteamericano, para determinar e informar a Washington exactamente qué ocurrió con el tema de sobornos. La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro sancionó al ciudadano ruso Dmitry Kudryakov y a la bielorrusa Iryna Litviniuk, señalados de haber sobornado a autoridades guatemaltecas.
Latente está el caso del que informó el New York Times, sobre la célebre “alfombra rusa” que llegó a la residencia que comparten Alejandro Giammattei y Miguel Martínez y que había empezado a investigar la FECI, aun bajo el mando de Juan Francisco Sandoval, pero que fue enterrado, literalmente, por la Fiscal General. En Guatemala la investigación sobre la alfombra fue simplemente cerrada y el caso no existe en los archivos del Ministerio Público, lo cual devolvió la calma a quienes pidieron la destitución de Sandoval, pero ahora les resulta que una investigación independiente puede arrojar todas las luces sobre lo que ocurrió con esa visita de rusos.
Mayaníquel, sabiendo las sanciones que le pueden imponer, simplemente decidió cerrar operaciones, mientras que Solway Investment dio un paso más serio al anunciar que colaborará con Estados Unidos para establecer lo que ocurrió con la participación de los dos personajes que fueron señalados por el Departamento del Tesoro por incurrir en varios actos de corrupción con distintos funcionarios guatemaltecos. La noticia tiene que ser preocupante para quienes fueron parte de esas jugadas concretadas a lo largo de los muchos años que tienen ya las operaciones mineras implicadas, puesto que situaciones como disponer de la protección de la fuerza pública, como se hizo con Mayaniquel para aplacar las manifestaciones populares, no son gratis.
Es un hecho irrefutable que en Guatemala no hay ni habrá ningún avance en investigaciones relacionadas con la corrupción, porque el Ministerio Público las trata con la misma indiferencia que muestra cuando un albañil cae de un edificio en construcción y simplemente llegan a ordenar el retiro del cadáver, sin indagar absolutamente nada. Ese mismo patrón de indiferencia y encubrimiento es el que se mantuvo con el caso de la alfombra rusa que provocó tanta preocupación a Consuelo Porras como para irse a instalar en la FECI mientras sus allegados espulgaban expedientes en busca de los avances en el delicado tema.
Ahora a ver si se instalan también en Solway Investment, buscando controlar la investigación, como lo hicieron en el MP.
