El presidente Vladímir Putin dijo el miércoles que Rusia está dispuesta a utilizar armas nucleares si existe una amenaza contra su soberanía o su independencia, lo que representa otra clara advertencia a Occidente días antes de que se celebren las elecciones presidenciales en las que, casi con toda seguridad, logrará ser reelegido para otro mandato de seis años.
El mandatario ruso ha hablado repetidamente sobre su disposición a emplear armamento nuclear desde que lanzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022. Su amenaza más reciente se produjo en su discurso sobre el estado de la nación el mes pasado, cuando advirtió a Occidente que aumentar su implicación en la guerra en Ucrania podría derivar en una guerra nuclear.
Durante una entrevista con la televisora estatal rusa emitida el miércoles temprano, Putin fue cuestionado sobre si alguna vez ha considerado utilizar armas nucleares en Ucrania, a lo que el mandatario ruso respondió que no ha habido necesidad de ello. También señaló que no cree que el mundo se esté encaminando a una guerra nuclear, y describió al presidente estadounidense Joe Biden como un político veterano que entiende perfectamente los posibles peligros de una escalada.
Cuando le preguntaron cuál había sido la reacción del secretario general de la ONU, António Guterres, respecto a las declaraciones de Putin, el portavoz Stéphane Dujarric respondió que “debe evitarse toda retórica que pueda llevar a un error de cálculo o a una escalada con evidentes consecuencias catastróficas para el mundo”.
Las declaraciones de Putin parecían ser un mensaje dirigido a Occidente sobre que está dispuesto a utilizar todos los medios para proteger sus avances en Ucrania. Señaló que, de acuerdo con la doctrina de seguridad del país, Moscú está dispuesto a usar armas nucleares en caso de una amenaza a la “existencia del Estado ruso, a nuestra soberanía e independencia”.
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“Todo lo que está escrito en nuestra estrategia, no lo hemos cambiado”, comentó.
En una aparente referencia a los aliados de la OTAN que respaldan a Kiev, Putin también dijo que “las naciones que dicen no tener líneas rojas respecto a Rusia deberían darse cuenta de que Rusia tampoco tendrá líneas rojas respecto a ellas”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, lamentó recientemente que las naciones de Occidente a menudo se restringen con “líneas rojas” autoimpuestas en relación con Rusia. También vio con buenos ojos una declaración del presidente francés Emmanuel Macron sobre que no debería de descartarse la posibilidad de enviar tropas de Occidente a Ucrania.
Putin mencionó las declaraciones de Biden y de su gobierno acerca de que Estados Unidos no enviará sus tropas a Ucrania. Afirmó que si Estados Unidos actúa de otra forma, Moscú considerará a los soldados estadounidenses como invasores y actuará en consecuencia. Dijo que aunque algunos aliados de la OTAN desplieguen tropas en Ucrania, eso no cambiará el curso de la guerra.
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“Si se recurre a contingentes militares oficiales extranjeros, estoy seguro de que no cambiará la situación en el campo de batalla… tal como los suministros de armas no han cambiado nada”, afirmó el mandatario ruso.
Tras los recientes avances en el campo de batalla, Putin argumentó que Ucrania y sus aliados occidentales tendrán que aceptar finalmente un acuerdo para poner fin a la guerra en términos rusos.
“No debería ser una pausa para que el enemigo se rearme, sino una conversación seria que implique garantías de seguridad para la Federación Rusa”, aseveró.
Putin señaló que el reciente aumento de ataques con drones ucranianos en el interior de Rusia forma parte de los esfuerzos para frustrar las elecciones presidenciales del país, que comienzan el viernes y en las que se tiene previsto que consiga una rotunda victoria, dada su casi total represión de la disidencia y su férreo control del sistema político ruso.
Las autoridades rusas informaron de otro importante ataque con drones ucranianos a primera hora del miércoles. El Ministerio de Defensa reportó que las defensas aéreas habían derribado 58 drones en seis regiones. Uno de los drones alcanzó una refinería de petróleo en la región de Riazán, hiriendo a por lo menos dos personas y provocando un incendio. Otro fue derribado cuando se aproximaba a una refinería cerca de San Petersburgo.
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Además de los ataques con drones contra instalaciones situadas en territorio ruso, las fuerzas ucranianas han lanzado una serie de ataques con drones y misiles contra activos navales y aéreos rusos en la región del mar Negro. Estos ataques han mermado la capacidad naval de Moscú y lo han obligado a limitar sus operaciones en el mar Negro.
Esta semana, la prensa rusa informó que el líder de la armada rusa, el almirante Nikolai Yevmenov, había sido despedido y sustituido por el comandante de la Flota del Norte, Alexander Moiseyev. El Kremlin y el Ministerio de Defensa aún no han confirmado la reorganización, que los comentaristas rusos vincularon con los últimos percances de la Flota del mar Negro.
Ucrania, por su parte, reportó más ataques rusos el miércoles temprano.
Un ataque ruso mató a dos personas e hirió a otras cinco en la ciudad de Myrnohrad, en la región oriental de Donetsk, a unos 30 kilómetros (20 millas) de la línea del frente, según el gobernador, Vadym Filashkin. Los rescatistas lograron sacar a un niña de 13 años de entre los escombros de un edificio de apartamentos alcanzado por un misil ruso.
Un edificio de cinco pisos en la ciudad de Sumy, en el norte del país, fue alcanzado por un dron lanzado desde Rusia durante la noche, matando a dos personas y causando heridas a ocho, de acuerdo con el gobierno de la región.