El director ejecutivo del Central American Business Intelligence (CABI) Paulo de León, aseguró recientemente en la presentación de un estudio, que observan un estancamiento en la oferta de energía eléctrica a nivel nacional, y que mientras es necesaria la inversión extranjera, la «incerteza política» resulta «mala» para que esta se dé.
Según el comunicado emitido por CABI, «la investigación señala que actualmente existe un déficit de 1.9% para cubrir la demanda de energía eléctrica en el país, por lo que es urgente crear condiciones adecuadas para atraer inversión en este sector».
Ricardo Rodríguez, analista económico senior de CABI, presenta estadísticas de transición a energía renovable en el país.
AUMENTA DEMANDA POR URBANIZACIÓN
CABI afirma que entre 2017 y 2022, la oferta (generación) «aumentó un 1.5% anual, mientras que la demanda creció un 3.4% anual».
Afirmaron que el aumento de demanda se dio principalmente por los «grandes usuarios, provocando una mayor demanda las 24 horas del día».
«Además», continúan, «se han registrado incrementos relevantes también en las distribuidoras del interior del país. Ambos incrementos en el consumo de energía reflejan la industrialización y urbanización de Guatemala, lo que, de acuerdo con CABI, es una positiva señal del desarrollo del país en los últimos años», destacó.
A pesar de esto, el director ejecutivo de CABI, afirma que Guatemala es el país menos urbanizado de Latinoamérica.
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ESTANCAMIENTO LLEVA A NECESIDAD DE IMPORTACIÓN
La empresa afirma que la generación de energía eléctrica no ha crecido al mismo ritmo que la demanda, por lo que «ya se presentan desafíos importantes para el país, llevando, incluso, a la necesidad de una importación récord de 1,481 GWh de energía eléctrica en 2022».
Suman que en algunos momentos particulares de los últimos años el precio ha reflejado importantes incrementos, a pesar de que la tendencia era la inversa.
«Especialmente durante los meses de abril, mayo y junio, se han observado aumentos significativos debido a condiciones de mercado particulares, al punto que en mayo 2022 el precio reflejado de US$156 por MWh fue el más alto desde 2013», anotó.
Paulo de León, director ejecutivo de CABI, afirma que Guatemala es el país menos urbanizado de Latinoamérica.
COYUNTURA PUEDE AFECTAR INVERSIÓN
CABI destacó que «el análisis realizado reconoce el fuerte desarrollo que el sector eléctrico ha tenido en Guatemala», con una inversión extranjera que permite «una importante diversificación en la matriz energética, privilegiando particularmente la generación a través de fuentes renovables».
«No obstante», lee el comunicado, «el estudio concluye que el ritmo de crecimiento en la generación (oferta) no ha sido suficiente para asegurar el suministro de energía eléctrica en los próximos años, por lo que, con base en estos hallazgos, CABI enfatiza la importancia de iniciar discusiones técnicas acerca del futuro del sector eléctrico en Guatemala».
«Asimismo, destaca la relevancia de crear las condiciones adecuadas para fomentar mayores inversiones en el sector eléctrico nacional, manteniendo la diversificación en la matriz energética», agregó.
Paulo de León, director ejecutivo del Central American Business Intelligence (CABI), afirmó durante una entrevista con medios que la «incerteza política es mala». De León comenta que «cuando hay incertidumbre, la inversión no se da».
«De esta manera, se busca que todas las características económicas y sociodemográficas del país puedan sostenerse en un sector eléctrico dinámico, con la capacidad de cubrir no solamente la demanda actual, sino también satisfacer las necesidades de las próximas décadas. El objetivo último es que Guatemala regrese a ser un país exportador neto de energía eléctrica en la región y evite cualquier riesgo de desabastecimiento en los años venideros», finaliza el documento.
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SE EVALUÓ ESTADO DEL SECTOR ELÉCTRICO
Para obtener los resultados se evaluó el estado actual del sector eléctrico guatemalteco, esto con el «objetivo de anticipar los desafíos que presenta en el corto plazo para respaldar el fuerte crecimiento poblacional del país, su actual transición urbana y el potencial de crecimiento derivado de la estrategia de nearshoring y de atracción de inversión de empresas multinacionales que puedan producir desde el país, la cual hace parte del plan de país denominado Guate No Se Detiene que cuenta con respaldo multisectorial».
CABI afirma que esto es con el fin de «capitalizar estos potenciales y lograr un mayor crecimiento económico en los próximos años, es esencial abordar desafíos críticos, entre ellos, el abastecimiento de la energía eléctrica».
La investigación llevada a cabo evidencia un estancamiento en la generación de energía eléctrica en los últimos años, al mismo tiempo que la demanda ha crecido a pasos acelerados.
