Imagen cortesía Suplemento Cultural

Eunice Lara

 

Eunice Lara. Ciudad de Guatemala, febrero de 2003. Es graduada de publicista y ejerce como freelancer, también se considera ilustradora editorial, por lo que ilustra sus propias portadas. Es aventurera, le gusta la acción y conocer nuevos lugares. Es muy activa, hasta deportista probando desde la cocina hasta la alfarería, pero su corazón es dueño del sueño de en algún momento vivir tranquila cumpliendo el sueño de ser una gran artista, está enamorada del espectro del arte y de todas sus formas.

Su obra ha sido parte de varias antologías, resalta la antología poética de la Universidad del Valle de Guatemala. En el futuro espera adaptar algunas de sus novelas o poemas a líneas narrativas más dinámicas como videos o cómics.

 

Casa, refugio y hogar

 

Venimos de la naturaleza, de las experiencias

de las grandezas, el universo, el cielo, Dios.

Somos creación

venimos de todo y a eso volvemos

a la tierra, al recuerdo, a la experiencia, al cielo

al mar y a lo profundo del universo

a todo eso un poco devolvemos.

Nuestra vida es un conjunto de partículas que

vienen y van, como estrellas chocan

se encuentran, se desmoronan y vuelven a crear

un ser listo para pararse y vivir que debe

agradecer y crecer para experimentar

y su todo regresar.

Sus memorias se guardan en la eternidad

su vida se expande se hace grande

interminable.

De dónde venimos es importante

debemos conocer bien nuestro hogar para saber a dónde regresar.

Imagen cortesía Suplemento Cultural
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El día siguiente de dejarnos

 

Cayeron las últimas hojas de otoño

me siento sola a verlas caer

me pregunto por qué al final

no pude quedarme contigo un poco más

me levanto y veo hacia atrás

ya hay primavera en los árboles

acepté muy rápido tu partida

que las hojas que caían me avisaban los días

sentada en el parque te recuerdo

es extraño pensar que de haber esperado un poco más

ya sería verano y estaríamos juntos esperando

ver la playa tomados de la mano

cómo el otoño pasó tan rápido

la primavera se siente cálida

¿Por qué será

que te fuiste sin esperar?

 

 

Corriente viviente

 

Empezó a llover.

Siempre acostumbramos

a agachar la cabeza y correr

pero esta vez la mirada alcé

te miré

me llamaste

impaciente por mí, me suplicaste

entendí por fin de dónde venía

la lluvia por todo mi cuerpo corría

me empapaba en añoranza.

Empecé a llorar por la tardanza

nunca más volví a agachar la cara

sigo esperando el día

en que nuevamente me digas

con un par de pringas

que me extrañas allá arriba

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Introducción

¿De dónde venimos?

¿Por qué?

Me dio curiosidad saber

¿Qué cosa?

Saber a dónde voy a volver. 

Bagazo

Residuo de los frutos que se exprimen para sacarles el jugo, cáscaras, fibra, tu amor, etc.

Mi mamá siempre me dijo que hay personas para todo, personas que te enseñan y se van y también están las personas que llegan cuando ya has aprendido y así también nosotros podemos irnos y cumplir nuestro ciclo, eso decía mi mamá resignada por mi papá.

Aunque mi mamá me lo contaba no me imaginaba que tú serías una de esas personas, de las que enseñan y se van y de haberlo sabido preferiría quedar ignorante y no aprender nada a cambio de quedarme toda la vida contigo, cariño.

Te convertiste en “Bagazo”, en un residuo de la persona que eras, en las sobras de una sonrisa, en las migajas de abrazos, bagazo.

 

Desearía ser él

 

No hay justificación razonable

solo la mera desdicha de en cualquier situación ser yo

y ojalá cuando se tratara de ti fuera distinto,

pero sigue estando él antes que yo.

Soy mujer, pero nunca lo he sido, de hecho.

Soy hermana, soy hija, soy amiga, soy todo menos mujer, soy todo menos él.

Hacer cualquier cosa sería más fácil incluyendo amarte

aunque amarte no ha sido difícil

tal vez, solo sería más fácil amarme, que en cualquier posición ha de ser agotante.

Quien pudiera gritar que te ama ya tendría ventaja

y más aún quien pudiera gritar o al menos decir qué es lo que ama

y él puede hacer ambas, mientras yo me quedo callada.

Porque amarte no es bien visto

podría morir y hacer algo por mi cuenta

es solo el tiempo perder por eso, desearía ser él.

Que el deseo me mate o me deje libre,

que me ame o que me suelte

que ya no me ate y que él sea él

y que yo sea yo

porque me canso y no he logrado cambiar algo

porque el deseo es solo eso, el deseo es él.

¡Por favor, suéltame!

Estoy a punto de morir de desesperación mientras lloro

y recuerdo mi rostro y me ahogo en todo lo que quisiera gritar

en todo lo que quisiera ser y amar.

Paz, dame paz, dame un respiro, dame paz.

Por favor, te quiero soltar.

Prometo sacarte de mi mente

prometo sacarlo a él de mi mente

y llenarme de mi

prometo comer y dormir

prometo que estaré bien,

aunque no sea hoy o mañana,

mientras más lo pienso más difícil es

más miserable soy

porque llenarme de mi es soltarte

es olvidarte cuando simplemente te amo

pero amarte me ha condenado,

no, yo misma me he condenado;

sin embargo, me han mandado a asecharlo

me han mandado a callarme y sentarme.

Me tomaron de la muñeca y me obligaron a yo misma ponerme las cadenas.

Me revindico mañana, hoy, todavía desearía ser él.

 

 

Selección de textos Roberto Cifuentes Escobar

 

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