Flaminio Bonilla Valdizón
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Soy jurista por vocación y sobre todo me considero una persona con firmes y arraigados valores. Casi siempre reflexiono antes de sentarme frente al teclado, simplemente brotan libres mis palabras y mis apreciaciones; por ello sí formulé una necesaria reflexión y análisis jurídico y deontológico en relación a esta profesión de estos abogados Magistrados Constitucionalistas, estos cinco titulares: Roberto Molina Barreto, Hugo Pérez Aguilera, Néster Vásquez Pimentel, Leyla Lemus y Dina Ochoa y los dos suplentes: Luis Alfonso Rosales Marroquín y Claudia Paniagua Pérez, estos infames magistrados, todos corruptos y que tuvieron la desfachatez, para en defensa de la institucionalidad de la Nación y defensa del orden constitucional. ¡Qué cinismo! ¡Qué descaro! ¡Qué afrenta al derecho! ¡Qué pisoteo tan infamante de la Justicia! Que echar al traste treinta y ocho años de doctrina constitucional, obedeciendo a sus amos del CACIF, Giammattei y los militares; porque la Corte de Constitucionalidad (CC) confirmó el 18 de mayo, la participación de Zury Ríos Sosa como candidata a la Presidencia y Héctor Cifuentes Mendoza como Vicepresidente con la coalición Valor–Unionista, estos magistrados llenos de podredumbre, perversos que han pisoteado la Justicia y el Derecho, ninguno de ellos NO tienen ética, moralidad, honestidad, menos virtud. Son vulgares corrientes, abogados de pacotilla plenos de mediocridad. En tres columnas fueron publicadas en este vespertino -La Hora-, los días: lunes 24 de abril, miércoles 3 de mayo y jueves 11 de mayo de 2023, miren estos fragmentos en estas columnas, acerca de la candidata Zury Mayté Ríos Sosa, “una mujer radical extrema, fanática, intolerante e intransigente, una mujer que “no le importa un comino” para interrumpir el orden nacional e internacional. Por esto es necesaria esta digresión e ineludible, decir que Ríos Sosa NO PUEDE OPTAR a ser Presidente, porque tendría que reformar la Constitución. Por ello es correcto el análisis del artículos 186 de la Constitución Política, Ríos Sosa, NO puede ser Presidente porque es PROHIBIDO en la Carta Magna, “… c) Los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y segunda de afinidad del Presidente o Vicepresidente…” La situación es fácil y llana. La Constitución Política de la República de Guatemala prohíbe a ciertas personas, por la razón que sea, pero todas derivadas de la voluntad soberana de una Asamblea Nacional Constituyente, acceder a la presidencia. No hay en esto retroactividad de ley, pues son simplemente prohibiciones. Por ello debe ser vigilante en el derecho constitucional y la ley: “por ello está contra el orden constitucional y será irracional cuestionamiento del orden jurídico constitucional del país cuya inevitable consecuencia será poner en riesgo el orden político democrático” Sigo con el análisis de este artículo, “lo que realmente hay en este asunto, es la presencia de un requisito: la Constitución Política demanda de quienes pueden aspirar a la Presidencia de la República de Guatemala, no haber sido jamás caudillo de golpes de Estado o haber ejercido la Jefatura de Gobierno, esta última figura jurídica de facto, a todas luces es perturbante del estado, del orden social, político y de la nación. Es decir, debe cumplir con dicho requisito como elemento sine qua non para optar a la Presidencia. La decisión de la Constitución Política no puede ser impugnada por ningún medio, pues se deriva de la soberanía de que estaba investida la Asamblea Nacional Constituyente que promulgó la Carta Magna hoy vigente. Por esto la supuesta candidata, NO PUEDE ser presidente del país, de acuerdo con este artículo 186, a) y c) de la Constitución de Guatemala.”
En la Corte de Constitucionalidad (CC) por estos magistrados, secuestrada está nuestra democracia, estos, partida de bandoleros, porque la posición de estos siete magistrados constitucionalistas, están pisotear una y mil veces la Constitución y la ley, porque hay algunos que fueron prostituidos y envilecer su alma, sus conciencias, su perversidad, inmoralidad y corrupción. Así son estos siete magistrados, hay un “dicho” de abogados guatemaltecos algo así: “La Constitución dice lo que la Corte de Constitucionalidad dice que dice…” es algo Cantinflesco pero real.
Por ello hoy es atinado recordarle a estos ignominiosos magistrados-abogados qué es y debe significar la Toga que portamos los abogados, los verdaderos abogados, no leguleyos y chicaneros como estos siete. La TOGA es el símbolo de la consagración académica, la Toga es virtud, la Toga es decoro, la Toga es seriedad pero sobre todo dignidad y respeto. No es el puesto ni el chance, muchos son testaferros con una indecorosa y conducta de la cual han hecho gala estos siete abogados, ¿qué quieren ser letrados constitucionales? Nosotros, en nuestra posición de egresados universitarios y por el testimonio de quienes nos conocen y por ello nos conceden un espacio académico y cívico, le reconocemos un valor especialísimo a la alta investidura que la Universidad nos otorga. Y por ello no puede prostituirse, jamás venderse, ni ponerse a subasta o permitirse que se le confunda con actitudes pueriles que desvalorizan lo que un día el ilustre maestro don Ángel Ossorio les dijo a los juristas argentinos: «la Toga no es casulla de religión, no es ninguna calidad ni ningún disfraz irrisorio. Para el que la ha conquistado y la lleva es FRENO e ILUSIÓN y para aquel que la contempla, es DIFERENCIACIÓN y RESPETO».
Para mí la Toga es una sensación de conciencia, la representación de un total espíritu solidario, un arcoíris de justicia, un simbólico ropaje de autonomía. La Toga es humanidad, encierra un concepto real y verdadero de los valores. La Toga es anteponer el valor de la VIDA ante el antivalor de la muerte. La Toga es curación de la herida ante el antivalor de la tortura; la Toga sirve y debe servir para defender la realidad hiriente y el atropello contra un pueblo y hacerle frente a la desvalorización sociológica del guatemalteco miserable; en cambio algunos utilizan el garrote, las armas y las balas para herir y matar, no para defender al pueblo.
Esos siete abogados son inmoralidad con arbitrariedad, ellos fueron pisoteados con alevosía, una Constitución que algún día juraron defender, olvidando festinadamente que ellos tienen como función esencial “la defensa del orden constitucional”, conforme el artículo 268 de nuestra Carta Magna. En estos mezquinos y vergonzosos que quieren ser magistrados, la valoración moral que se ha establecido en el campo de la filosofía y sus enseñanzas, la desconocen, se alejaron de lo que es la norma moral, que es esa regla inmutable que prescribe a los hombres realizar actos morales absolutamente determinados.
La Toga es concederle la dimensión exacta al valor de la vida. Los enemigos de la Toga le dan un valor reducido a la vida y reniegan el valor simbólico de la casulla académica. La Toga significa para muchos una verdadera «posición de vida». Los irreverentes que reniegan de la Toga, pretenden manipular los valores que de la misma dimanan, con una posición de antihumanidad, de antijuridicidad y manejan a su sabor y antojo conceptos e instituciones que les fueron inculcadas, pero que no captan ni entendieron, creando figuras inexistentes, producto únicamente de una torcida inventiva y de una oscuridad mental.
Por ello a ustedes magistrados son réprobos y corrompidos, no les puedo decir que honren la Toga, en ustedes es connatural el atropello, la conculcación del derecho y pisotear la Constitución y fue ignorada porque ustedes fueron INDIGNOS de algún día haber sido investidos con una Toga universitaria. Aquí lo que se trata es del valor de la JUSTICIA en contra del antivalor de la IMPUNIDAD. Ustedes que quieren ser magistrados, iniciaron el asesinato de nuestra Constitución, la están ejecutando extrajudicialmente.
Por eso, estimo atinada mi columna terminada sobre los condenados a la pena capital de la Constitución, ésta novela “Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez “Gabo”, una narrativa con realismo histórica de la democracia guatemalteca está anunciada, es una autocracia totalmente dictadura.