Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
El viernes el Departamento del Tesoro realizó designaciones de dos personas vinculadas a Rusia bajo la ley Magnitsky e incluyó a tres empresas que operan en Guatemala en el sector minero, una de ellas vinculada al famoso tema de la Alfombra Rusa que involucra al presidente Alejandro Giammattei.
Para que el lector sepa, Estados Unidos dispone de muchas sanciones en temas de corrupción pero hay grados de grados. Quitar una visa requiere ciertas pruebas o indicios, pero para llegar a sanciones bajo la ley Magnitsky se necesitan demasiadas pruebas y elementos contundentes para tomar la decisión.
Muchos abogados revisan, validan y confirman información y los procesos toman tiempo, pero esto quiere decir que Estados Unidos no se hizo el sordo y mudo como nuestro Ministerio Público (MP) cuando salió a luz alguna de la información de actos dudosos que involucraban hasta las más altas autoridades del país.
Sin duda alguna, Giammattei sabía que estaban siguiendo los pasos y por eso salió “despetacado” a Ucrania y ha repetido hasta el cansancio que es un “aliado” no valorado por los americanos. Se acercó a la base evangélica republicana y esperaban que hace unos días los republicanos barrieran en las elecciones, extremo que no sucedió.
Giammattei ha incrementado el discurso de la “agenda globalista” como excusa. Se mira en el espejo de Juan Orlando Hernández y si algo pasa en el futuro, querrá decir que se lo llevan porque nunca dejó que se “instalara esa agenda”. Y solo para que quede claro, él vive parte de ese globalismo pero es su vida privada y tiene derecho de hacer lo que estime, solo debería poderlo reconocer sin problema.
Alguien como Consuelo Porras que dirige el MP queda en mala posición porque ¿cómo es que otro país investiga algo que en Guatemala se engavetó como parte del pacto que Porras y Giammattei hicieron?
Viendo estas cosas y sabiendo que Porras tuvo que torcerle la mano a Giammattei aquellos días en los que no entraba en la lista de 6 candidatos para Fiscal General, quizá le recordó que sí habían elementos pero que ella decidió ignorarlos. Milagrosamente, se activó todo el sistema y en especial la Corte de Constitucionalidad (CC) que maneja Leyla Lemus, mujer de toda la confianza de Giammattei, para meter a Consuelo Porras en la lista.
Ahora tendremos que esperar la reacción del Gobierno. La Hora consultó a la Presidencia por las sanciones pero no han emitido comentario y viendo las recientes acciones debemos esperar que el Gobierno reaccione de alguna manera.
Solo que ahora las condiciones son un poco distintas, porque con todo el manoseo electoral que están queriendo hacer, los aliados de siempre de Giammattei han ido marcando un poco de distancia. CACIF se ha opuesto a la eliminación de candidatos y al plan para que los alcaldes puedan gasta hasta dos millones sin control.
Poco a poco vamos viendo que esto no es de “agenda globalista”, esto sigue siendo de corrupción e impunidad y de un sistema que los políticos y sus socios particulares siguen ordeñando y defendiendo para que siga siendo la gallina de los huevos de oro.