Álvaro Pop
Así es.
La infancia indígena muere silenciosamente.
Las hermosas montañas y los verdes bosques de Guatemala están siendo testigos de lo que podría ser el cuarto genocidio más atroz del mundo. Como diría María José Rosales “A pesar de ser un territorio con una práctica milenaria de agricultura, el régimen colonial se ha instalado de tal manera, que el hambre ha sido una estrategia de dominio.” (El hambre, una estrategia de genocidio. 2020).
La desnutrición crónica es un problema que afecta a los pueblos indígenas.
De hecho, la Gran Cruzada por la Nutrición lo reconoce explícitamente en los municipios priorizados de los departamentos de mayoría de población indígena, algunos de ellos tienen casi 100% de población indígena. Según datos oficiales Alta Verapaz (+89%), Totonicapán (95%), Quiche (+89), Quetzaltenango (49%), Chimaltenango (78%), Sololá (95%) y Huehuetenango (+56%). En este mundo indígena, que habita en más de la mitad del territorio guatemalteco, muchas comunidades son monolingües en su propio idioma.
La desnutrición crónica es mal que afecta a los pueblos indígenas.
“El aumento de la desnutrición crónica en niños y niñas menores de 5 años es particularmente alarmante en Guatemala. En la población escolar se encuentran porcentajes más altos en niños y niñas de origen indígena y en aquellos que habitan en áreas rurales. Guatemala es actualmente el sexto país del mundo con peores índices de malnutrición infantil. Las algunas regiones de la Guatemala rural, donde la mayor parte de la población es de origen maya, los índices de malnutrición infantil alcanzan el 80%.” UNICEF 2019.
“Uno de los aspectos que causa mayor alerta es el poco progreso en la erradicación de la desnutrición crónica entre niñas y niños menores de 5 años, especialmente niños indígenas”. “Análisis común de país Guatemala”. NACIONES UNIDAS 2019.
“… la prevalencia de desnutrición crónica infantil alcanza niveles del 60% y 70% en departamentos con mayoritaria población indígena y rural.” FAO. 2020.
“Guatemala tiene la cuarta tasa más alta de desnutrición crónica en el mundo y la más alta en LAC, con poblaciones indígenas y rurales desproporcionadamente afectadas.” Banco Mundial 2021.
Esta crisis humanitaria explica la migración. Explica el desarrollo de “la economía informal”.
¿Es el resultado del racismo y la discriminación hacia los pueblos indígenas en Guatemala?
Los resultados de análisis de las estadísticas de población, estudiar las acciones y modalidades de inversión rural, el tratamiento político de la agricultura (la extensión rural, la economía campesina, los huertos familiares, los proyectos de riego rural, las subvenciones forestales, por ejemplo); las limosnas que el Estado da como bono en momentos de crisis con “bolsitas” de ayuda; el desprecio a la agricultura familiar indígena; por poner algunos ejemplos nos llevan a preguntarnos con toda seriedad si estamos ante un genocidio.
¿Por qué no se apoya de manera vigorosa el financiamiento de la educación bilingüe? ¿Por qué no es un requisito de contratación de personal el hablar el idioma de la comunidad en los municipios priorizados por la Gran Cruzada en los ministerios de salud, educación, desarrollo, secretaria de seguridad alimentaria, agricultura, fondo de tierras, secretaria agraria y más de la mitad de la burocracia del Estado? ¿Por qué no se involucra técnica y legalmente a las instituciones gubernamentales (más de 20) con mandato de atención a los pueblos indígenas con un sólido incremento financiero en su presupuesto? ¿todo esto no es una violación del artículo 2 de la Ley del sistema SAN?
¿Estamos ante el genocidio que trasciende siglos en Guatemala?
