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Por América Ixlem Chen Sam
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Mañana 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer en la Ciencia, una fecha que aplaude la importancia del rol de las mujeres y niñas en STEM (Science, technology, engineering, and mathematics). Sin embargo, también debe ser una fecha para hacernos reflexionar y accionar para que Guatemala sea un país en donde las mujeres y niñas tengan oportunidades educativas dignas y de calidad para formar parte de la revolución del mundo por medio de la ciencia.

¿Sabían que un estudio realizado por UNICEF revela que a nivel mundial solo un 30% de mujeres está matriculada para estudiar una carrera científica? En conmemoración a este día tan importante y que debe ser de relevancia para todos, quisiera contar una historia real de cómo las mujeres abren brechas en la ciencia.

Hace aproximadamente 50 años una niña llamada Berta, de la aldea la Estancia Cantel en Quetzaltenango, acompañaba a Doña Lola, su madre, a trabajar. Una labor que le causaba mucha curiosidad, ya que ayudaba a los niños a nacer y realizaba otras actividades relacionadas a la salud de mujeres y niños, Sí, Doña Lola era una comadrona, mujer pionera en la ciencia en la comunidad donde vivían. Conforme Berta fue creciendo decidió ser médica y seguir los pasos de su madre, para ayudar al bienestar y salud de su comunidad. En algún punto este sueño llegó a ser un reto, pues en Cantel había menos de cinco médicos y todos eran hombres. Definitivamente un pilar importante para que Berta siguiera su sueño fue el respaldo y apoyo de sus padres.

Este camino fue toda una travesía. Había días en los que no dormía nada, en los que corría tras un bus, caminaba kilómetros para volver a casa, pues no había muchos buses de Xela a la aldea. Sin embargo, Berta era una persona que siempre daba la milla extra, pasaba horas en la biblioteca de la universidad estudiando, donde tenía acceso a los libros que necesitaba. Llegó un punto casi a mitad de su carrera que su mayor inspiración, Doña Lola, tuvo que partir al cielo. Fue un golpe duro, pero que la impulsó a seguir con mucha más fuerza, fue así como, ¡¡BERTA LOGRÓ SER LA PRIMERA MÉDICA MUJER DE CANTEL!!

Un logro que trajo como consecuencia que más mujeres y niñas desearan ser médicas, pues tenían un ejemplo en la comunidad que lo había logrado. Pero ese no fue el único impacto. Después también más padres comenzaron a apoyar a sus hijas para que llegaran a la universidad.

Berta es mi madre. La mujer que más admiro y es pilar fundamental en mi desarrollo personal y profesional. Gracias a todo el esfuerzo puedo decir: “soy la tercera generación de mujeres en la ciencia en mi familia”. Este acto también tuvo un impacto en mí. Al tener una abuela y madre científica nunca dudé de mi capacidad para lograrlo o incluso en mi mente nunca estuvo estudiar una carrera que no estuviera relacionada al STEM.

El objetivo de contar esta historia es motivar a más mujeres y niñas a seguir el sueño de ser mujeres en STEM. Está comprobado que la mujer es un pilar fundamental en el desarrollo y gran agente de cambio, por ello necesitamos que se nos permita formar parte de los grandes descubrimientos tecnológicos y científicos que sin duda definen nuestro futuro. Es necesaria una educación pública y privada de calidad, con cobertura y pertinencia cultural. Sigamos impulsando que más mujeres seamos parte de la ciencia, tecnología e ingeniería y así ser parte del crecimiento económico y social de nuestras comunidades, de nuestro país y de los avances científicos mundiales.

*Ixlem es una mujer maya k´iche´ de 21 años originaria de Cantel, Quetzaltenango, Ingeniera Administrativa, futura Magister en Reingeniería y Tecnologías del Aseguramiento, fundadora de Proyecto Sanik.

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