Kirsten-Andrea Weedon, tenista profesional guatemalteca ha destacado en diversas competiciones. Diseño La Hora/Roberto Altán
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Resiliencia, es la palabra con la que se autodescribe Kirsten-Andrea Weedon, tenista profesional guatemalteca. Una mujer luchadora, que desde pequeña aprendió que para alcanzar las metas y sueños tenía que priorizar, así como sacrificar ciertas cosas. Y que a pesar de los tropiezos que ha tenido a lo largo de su carrera deportiva, siempre ha encontrado la manera de salir, seguir y poner en alto el nombre de Guatemala.

Andrea Wedoon en entrevista para Nosotras LH contó el trayecto de su carrera deportiva, con todos sus altos y bajos, pero que la hacen ser la persona que es hoy en día.

Desde antes que Andrea naciera sus padres jugaban al tenis como un hobby, su mamá inclusive estando embarazada de ella lo practicaba, “empecé el tenis antes de nacer”, comentó entre risas. Desde pequeña las ganas de practicar el deporte estuvieron presentes, pues, aunque a duras penas pudiera manejar el peso de la raqueta de tenis la arrastraba por todos lados, por lo que a los seis años comenzó a jugar en una academia de niños.

EL CAMINO POR EL MUNDO DEL TENIS

Luego de tres años practicando el tenis, a los nueve años Andrea ganó su primer torneo centroamericano, y siempre lo recordará como uno de los momentos que más la han marcado, pues fue cuando le empezaron a reconocer que “tenía algo” cada que jugaba, haciendo que su pasión por el deporte se consolidará.

Seguir entrenando se convirtió en la vida de Andrea, y en Tampico, México alcanzaría a ganar su primer torneo juvenil mundial. Entre sonrisas mencionó: “me recuerdo que en la final yo estaba totalmente sola, no tenía entrenador, no tenía amigos haciéndome porras, era yo contra el mundo supuestamente”.

 

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SACRIFICIOS, LA DESPEDIDA DE UN SUEÑO, Y LA RESILIENCIA

Practicar un deporte a nivel profesional es algo conocido por los sacrificios que la gran mayoría debe conllevar, Andrea es un claro ejemplo de ello; para seguir entrenando con un nivel de intensidad alto se salió del colegio para estudiar en línea, por lo que nunca tuvo todos esos hitos y experiencias que comúnmente se viven en los centros educativos.

También tuvo que sacrificar tiempo, eventos e inclusive funerales familiares, por torneos de tenis en los que tenía que estar, “te pierdes momentos y tiempo, al final eso es lo más valioso que tenemos, porque son cosas que nunca se pueden repetir”.

 

El apoyo es una de las claves que recalcó es importante para practicar el tenis en Guatemala, una tarea difícil de llevar a cabo en el país, puesto que es un deporte costoso, que exige mucho tiempo, y que si no se tiene eso se debe buscar estar entre los mejores para tener el soporte de la Federación Nacional de Tenis y el Comité Olímpico de Guatemala.

Por lo que uno de los sueños de Andrea era continuar practicando tenis, hacerlo a un nivel profesional, pero apoyar a sus papás económicamente, de modo que obtuvo una beca universitaria en Estados Unidos, lo cual le ayudaría a cumplir esos objetivos.

Sin embargo, a los 18 años sus planes cambiaron en cuestión de segundos; mientras jugaba un torneo en otro país sufrió una rotura de músculo en el hombro derecho, y perdió su beca universitaria.

“Eso me marcó mucho de forma negativa, me hizo retirarme, no quería saber nada del tenis, siempre he sido muy abierta de hablar de la salud mental y eso me hizo caer en una depresión porque toda mi vida giraba alrededor de eso”, reconoció.

Fueron momentos muy difíciles para la guatemalteca, tanto en recuperación física como mental, no obstante, cuando la vida tiene planeado algo siempre se encarga de ponerlo en el camino sí o sí, y Andrea retornó a las canchas varios años después, tras un periodo de entrenamientos jugó su primer torneo: Billy Jean King Cup, el torneo más importante por equipos de países del mundo.

La tenidas ha resaltado por su dedicación al deporte y empeño para conseguir triunfos. Diseño La Hora/Roberto Altan

“El amor me hizo regresar al tenis, el amor de lo que sentía por representar a Guatemala, y regresar y cambiar mis metas a jugar por todo lo que era en selecciones por el país y en Ciclo Olímpico”.

De modo que otro momento muy importante dentro del mundo del tenis para Andrea fue ganar su primer título profesional en dobles junto con Melisa Morales en Paraguay, así como todas las medallas conseguidas en ciclos olímpicos.

“Me recuerdo que en la final yo estaba totalmente sola, no tenía entrenador, no tenía amigos haciéndome porras, era yo contra el mundo supuestamente”

Kirsten-Andrea Weedon, tenista profesional guatemalteca

En el torneo por equipos mencionado con anterioridad Guatemala siempre perteneció al grupo dos, es un evento donde se deben ganar dos de tres partidos para subir de grupo. En 2017 el país logró ascender al grupo uno, Andrea siempre ha pertenecido al equipo, lleva más de 13 nominaciones, sin embargo, ese año ella no ganó su partido.

Entonces su anécdota más especial ocurrió el año pasado, a sus 32 años, cuando de nuevo disputando este torneo consiguió alzarse con la victoria en el partido para ascender lo cual fue muy único para ella.

 

UNA RESPONSABILIDAD MUY ESPECIAL

Para Andrea ser considerada la raqueta número uno del país y representar a Guatemala en torneos internacionales es una responsabilidad muy grande, pero algo que le encanta, muy especial y lindo poder vivir.

“En los torneos internacionales sos la cara del país”, por lo que para ella es fundamental estar consciente en todo momento de su comportamiento, del trato hacía las demás personas, del cuidado a las instalaciones y canchas.

 

Además, es una oportunidad para dar a conocer el país de buena manera a personas que ni siquiera saben dónde está ubicado.

Ser la número uno es algo que Andrea se toma muy en serio, es una jugadora muy competitiva, y que a pesar de la edad quiere seguir dándolo todo, tanto en los entrenos como en los partidos; “cuando entreno me ven las niñas pequeñas y quiero ser un buen ejemplo”, confesó.

UN NUEVO RETO: EL COVID

El 22 de diciembre del 2021 Andrea se enteró que era positivo a covid-19, y lastimosamente como muchas otras personas alrededor del mundo, pasó las festividades sin poder ver a su familia, tuvo días muy malos y el virus agarró su debilidad: el asma.

“Desde pequeña he sido asmática, he controlado mucho los ataques que me daban, y he llevado una vida muy sana, sé que no me atacó al nivel de irme al hospital porque estoy vacunada, pero si agarró mi debilidad y la activó”, comentó con seriedad.

Andrea resaltó que es importante hablar de lo que queda en el post-covid, y cómo es algo de lo que no se habla mucho.

El proceso de regresar a las canchas luego de la enfermedad le ha ayudado a ir regulando los ataques de asma, pero en el tenis el aire y la capacidad para recuperarlo en cuestión de segundos lo es todo, por lo que es un proceso que aún está regulando en los entrenos cuando a veces se marea o queda sin oxígeno.

 

LA CONSTRUCCIÓN DEL LEGADO

La tenista guatemalteca siempre ha querido ser parte de la historia y reconoce que es algo que ha logrado con los torneos por equipos y por medio de las medallas en ciclos olímpicos.

Siempre ha sido la meta de Andrea dejarle algo al tenis guatemalteco y del futuro, quiere ser recordada por lo que es dentro y fuera de la cancha; ya que dentro dé se describe como “una fiera”, una mujer que siempre trata de hacer lo mejor que puede, y fuera dé es una persona más reservada, pero siempre dispuesta a ayudar a quienes vienen detrás de ella.

 

Precisamente por ello hace poco inició como entrenadora, “siempre dije que quería regresarle al país un poco de lo mucho que me ha dado, no solo las entidades y personas que me han apoyado, yo quería regresar un poco de eso siendo entrenadora, enfocándome en niñas”, mencionó con una genuina sonrisa. Esto la convierte en la primera entrenadora mujer que jugará al tenis en el país.

Andrea seguirá en el 2022 con el tenis profesional, busca cerrar Ciclo Olímpico con: Centroamericanos, Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y todo lo que sea por equipos.

Diseño María José Aresti/La Hora

Así como hay recuerdos buenos y malos, el sabor de boca que se lleva del tenis es bueno, la ha llevado a conocer partes, culturas y personas alrededor del mundo que nunca hubiera siquiera imaginado cuando apenas alcanzaba a arrastraba la raqueta de tenis.

“El tenis me ha dado cosas muy increíbles de conocer, de valores y es lo que me ha formado como la persona que soy, que creo es lo más importante”, finalizó.

 Desde Nosotras LH distinguimos a Andrea por su capacidad de superar los obstáculos que la vida le ha puesto, de reconocer los momentos difíciles y críticos que ha tenido, y la fuerza de sobreponerse a ellos por más complicado que fuera.

Agradecemos que ponga en alto el nombre de Guatemala tanto a nivel nacional e internacional, y ser un ejemplo compartiendo su conocimiento y experiencia para todas esas niñas que vienen detrás.

 

 

María José Aresti
Comunicadora de la Universidad Rafael Landívar. Entusiasta del fútbol y el cine, narro historias y temas de no ficción. Creo en la importancia de generar espacios públicos para compartir contenidos de valor que aporten a la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
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