Marco Trejo
A pesar de que mensualmente ocurren más de 14 accidentes de tránsito por la utilización de barras de luces led y neblineras, el Congreso de la República mantiene engavetada, desde 2016, una iniciativa de Ley que modifique el Reglamento de Tránsito para que sea prohibido el uso de este tipo de iluminación en las diferentes carreteras.
La barra de luces led y neblineras afectan la visibilidad de los conductores que viajan en vía contraria o bien en la misma dirección, ya que los pilotos han colocado estas luces como les viene en gana, por lo que en la ciudad capital se extienden más de 25 multas mensualmente por esta causa, especialmente a buses extraurbanos y vehículos pesados.
El Reglamento de Tránsito no contempla la prohibición de este tipo de accesorios que son colocadas en la parte frontal y en la parte trasera de los vehículos, para afectar la visión de los demás conductores, cuando deberían ser utilizadas para mejorar la circulación en lugares donde el clima afecta la visibilidad.
Esto demuestra la falta de educación que muestran los “choferes” que deberían de ser ejemplo en este sentido, porque para manejar una camioneta o un tráiler se necesita la portación de licencias tipo A o sea para profesionales del volante, lo cual no se refleja en las carreteras porque son los más irrespetuosos en muchos sentidos y las diferentes PMT se encuentran atadas de manos, por no tener una ley que evite el uso de estas luces que se han vuelto un peligro latente.
En el 2016, en el Congreso de la República, específicamente la Comisión de Gobernación presentó una iniciativa de ley que ordenaba a la Policía Nacional Civil (PNC) o Policía Municipal de Tránsito (PMT), velar por retirar las barras de luces led y neblineras de los vehículo y multar con Q2 mil a los conductores que hacen mal uso de las mencionadas herramientas luminosas y obligarlos a retirar estos accesorios, en caso contrario decomisar el vehículo.
Pero lamentablemente la iniciativa quedó engavetada en el parlamento guatemalteco, porque no genera interés entre los congresistas, para poner orden vial y que podrían evitar pérdidas materiales y humanas en las distintas carreteras del país. Por eso se hace necesario que se siga con la aprobación de esta iniciativa que puede permitir la intervención de las diferentes policías de tránsito que velan por la seguridad en las vías de circulación vehicular.
Además, se hace necesario que se obligue a los pilotos a revisar las luces traseras y pidevías, porque podemos ver que un 80 por ciento del transporte pesado y de pasajeros viaja sin estos accesorios encendidos, lo cual también pone en peligro la vida de cientos de personas que circulan en las diferentes carreteras.
Es totalmente contradictorio que las diferentes cámaras y asociaciones, que aglutinan al transporte pesado y de pasajeros, no pongan atención en este tipo de situaciones, porque sus agremiados son responsables de respetar la Ley de Tránsito, lo cual no sucede en este momento y demuestra la falta de sensibilidad por la integridad física de los guatemaltecos.
No es posible que se preocupen por iluminar los vehículos con barras de luces y neblineras, cuando se pone en peligro a los demás por la falta de responsabilidad de revisar todos los accesorios luminosos que deben estar en buen estado. Las entidades empresariales tienen la obligación moral y legal de velar por el buen funcionamiento de los automotores que pertenecen a sus gremios y dejan mucho que desear en este aspecto.