Recreación artística de un hipotético exoplaneta con luces artificiales en el lado nocturno. Foto la hora: RAFAEL LUIS MÉNDEZ PEÑA/SCIWORTH / Europa Press/dpa

MADRID

Agencia dpa/ (Europa Press) –

Astrofísicos han actualizado un lista con propuestas de tecnomarcadores -evidencias del uso de tecnología o actividad industrial en otras partes del Universo- para su búsqueda activa.

El artículo, publicado en la revista especializada Acta Astronautica, recoge las primeras conclusiones de la reunión de expertos en la búsqueda de inteligencia extraterrestre convocada el pasado verano bajo los auspicios de la NASA para recabar asesoramiento al respecto.

Dados los avances tecnológicos presentes y futuros, existen nuevas oportunidades para buscar tecnomarcadores. Por ello, la NASA ha decidido volver a involucrarse –ya lo hizo en los años 90– en la búsqueda de inteligencia extraterrestre, aprovechando las posibilidades de los nuevos observatorios espaciales actuales o previsibles en el futuro.

En el artículo se presentan varias ideas sobre los tecnomarcadores que indicarían la existencia de civilizaciones extraterrestres, desde las más mundanas, como podrían ser la presencia de contaminantes industriales en una atmósfera o enormes enjambres de satélites, hasta hipotéticas obras de megaingeniería espacial, como escudos de calor para combatir el cambio climático o esferas de Dyson para un aprovechamiento óptimo de la luz estelar.

Algunas propuestas miran muy lejos en el espacio, hacia los confines de nuestra galaxia e incluso más allá, mientras que otras se fijan en nuestro propio sistema solar para considerar la posibilidad de sondas que hubieran sido enviadas en un pasado remoto. También se incluye en el estudio un nuevo formalismo para clasificar los tecnomarcadores en función de su «huella cósmica», es decir, cuánto de visibles son a grandes distancias.

«No tenemos ni idea de si la inteligencia es algo muy común en el Universo o si, por el contrario, es extremadamente infrecuente», señala en un comunicado Héctor Socas, investigador del IAC, director del Museo de la Ciencia y el Cosmos, de Museos de Tenerife, y primer autor del artículo. «Así que no podemos saber si estas búsquedas tienen alguna probabilidad de éxito. No queda más remedio que buscar y ver qué encontramos, porque las implicaciones serían tremendas».

«La búsqueda de tecnomarcadores se apoya en la tecnología que tenemos hoy en la Tierra y sus posibles extensiones futuras», apunta Jacob Haqq-Misra, coautor del artículo y coordinador de la organización de TechnoClimes 2020. «Esto no significa necesariamente que cualquier tecnología extraterrestre sea como la nuestra, pero imaginar extensiones plausibles de nuestra tecnología es un punto de partida para pensar en búsquedas astronómicas que sean realizables».

En 1993, la NASA terminó de forma abrupta su incipiente programa de SETI, o búsqueda de inteligencia extraterrestre, cuando apenas acababa de empezar. Se trataba de dos ambiciosos proyectos complementarios, uno usando el radiotelescopio gigante de Arecibo, en Puerto Rico, y el otro con las antenas de la Deep Space Network, en California. Ahora, casi treinta años después, las cosas han cambiado y la agencia quiere reanudar los esfuerzos de búsqueda.

Durante la pasada década se han producido grandes avances en instrumentación astronómica que han llevado a una revolución en la ciencia para descubrir y estudiar exoplanetas. Los nuevos telescopios y los proyectos de misiones espaciales futuras permitirán, por primera vez, buscar los llamados biomarcadores, evidencias de vida en otros planetas. Muchos expertos consideran plausible que en los próximos años podamos asistir al descubrimiento de vida extraterrestre, aunque lo esperable es que se trate de formas de vida muy simples.

Estos temas, entre otros, estaban en la agenda de la reunión TechnoClimes 2020 patrocinada por la NASA en el Blue Marble Space Institute of Science (Seattle, EEUU). Con científicos de todo el mundo, tenía entre sus objetivos proponer a la agencia espacial nuevos desarrollos que permitan hacer avances futuros.

Finalmente, debido a la situación de pandemia por la COVID-19, la reunión se celebró de forma virtual, por videoconferencia. En ella participaron 53 investigadores de diferentes disciplinas y procedentes de 13 países diferentes para debatir diversos aspectos sobre la búsqueda de otras especies inteligentes.

Artículo anteriorBosques fósiles dejan huella bajo el hielo de la Antártida
Artículo siguienteEl príncipe Guillermo niega que la familia real sea racista