Amy Goodman y Denis Moynihan

Mientras miles de docentes de varios estados del país se encuentran en huelga en reclamo de salarios justos y financiamiento adecuado para sus escuelas, una maestra, Mandy Manning, fue invitada a la Casa Blanca la semana pasada para recibir de manos del presidente Donald Trump el Premio 2018 a “Docente del año”. Si bien la prensa pudo escuchar las declaraciones de Trump, no se le permitió presenciar el discurso de aceptación de Manning. Lo poco que sabemos sobre lo que sucedió en el evento es gracias a una de las amistades de la docente, que grabó el discurso con un teléfono celular. En sus comentarios, Trump no mencionó que Manning enseña matemáticas e inglés a jóvenes inmigrantes y refugiados en el Centro de recién llegados de la escuela secundaria Joel E. Ferris ubicada en Spokane, Washington. Si el Presidente lograra su cometido, muchos estudiantes como los que asisten a las clases de Manning ya no podrían ingresar a Estados Unidos.

En el histórico Salón Este de la Casa Blanca, bajo la atenta mirada de la multimillonaria secretaria de Educación Betsy DeVos y del secretario de Trabajo Alex Acosta, Manning expresó: “Me siento muy honrada de ser el vehículo para que mis alumnos puedan contar sus historias. Estoy aquí por David, un futuro especialista en tecnología que espera poder asistir a la universidad algún día. Estoy aquí por Tamara, que actualmente estudia el preparatorio de medicina en la Universidad de Eastern Washington. Estoy aquí por Safa y Tara, ambas futuras maestras de primaria. Estoy aquí por Solomon y Gafishi, quienes creen que Estados Unidos es el lugar donde han encontrado el centro de sus vidas, donde pueden tener sueños y la esperanza de ser alguien”.

Estas son algunas de las palabras de Mandy Manning que la Casa Blanca no quiso transmitir. No sabemos por qué no se permitió que la prensa estuviera en la sala. Tal vez no querían que los periodistas vieran los seis prendedores que Manning ostentaba en su vestido. Los prendedores de la docente incluían pins de la Marcha de la Mujer 2017, la bandera de la diversidad y el eslogan “¡Igualdad trans ya!”. Otro mostraba la frase “La vida comienza al final de tu zona de confort”.

Manning le llevó a Trump cartas escritas por sus alumnos especialmente para él. En una entrevista para Democracy Now!, la docente contó: “Tuve la oportunidad de entregarle las cartas de mis alumnos al Presidente. También le pregunté si estaría dispuesto a visitar Spokane y conocer a mis estudiantes inmigrantes y refugiados, para ver lo asombrosos, dedicados y enfocados que son, y cuán productivos son como miembros de nuestra comunidad, como futuros ciudadanos de nuestro Estados Unidos”.

En la entrevista que nos brindó desde Spokane, Mandy Manning también leyó una de las cartas de sus estudiantes: “Estimado presidente Trump: Mi nombre es Yusif y soy de Irak. En enero de 2017 usted ganó la Presidencia. [En ese entonces] yo debería haber llegado a Estados Unidos; sin embargo, como usted firmó la prohibición de inmigración, tuve que esperar hasta marzo. Mi madre ya estaba aquí en Spokane, Washington y no la había visto en cuatro años. Cuando egrese de la universidad seré un disc jockey, y si quiere saber más sobre mí y la historia de mi madre, puede ver nuestro video en YouTube. Busque ‘Maha Al’Majidi’ y haga clic en el video titulado ‘Refugiada iraquí se reúne con su hijo’. Atentamente, Yusif”.

Según trascendió, en enero, el presidente Trump habría comentado en la Oficina Oval: “¿Por qué vienen todas estas personas de estos países de m***?”. Los alumnos de Mandy Manning son ejemplos del por qué, y así lo explica la maestra: “Todos los estudiantes que vienen a mi clase tienen tres cosas en común. Están aprendiendo inglés, han escapado del trauma para buscar una nueva vida en nuestra nación y están enfocados y decididos a ser ciudadanos productivos de nuestro Estados Unidos. Y, lo más importante: les va bien”.

No es la Casa Blanca la que elige al Docente del año, sino el Consejo de Directivos de Escuelas Estatales, una organización sin fines de lucro y sin afiliación partidista. Manning expresó: “A lo largo del año próximo, quiero que todos mis estudiantes sepan que estoy aquí por los estudiantes refugiados, por los estudiantes inmigrantes, por los estudiantes de la alianza gay-hetero y por todas las niñas a las que he educado a lo largo de los años; para darles el mensaje de que son queridos, de que son amados, de que son personas plenas y que ellos importan”.

En esta era de muros fronterizos y de prohibiciones de ingreso a los refugiados, en esta era de creciente rebelión docente de costa a costa, tenemos la suerte de tener a una luchadora como Mandy Manning, que defiende los derechos de los estudiantes de las poblaciones más vulnerables del país. Es posible que la Casa Blanca no haya querido que los medios oyeran su discurso, pero esperemos que el presidente Trump apague el televisor, se tome un descanso de los tuits y lea las cartas que ella le entregó.

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