Por NICOLE WINFIELD
CIUDAD DEL VATICANO
AP

El Vaticano aseguró que el Papa Francisco se reúne a menudo con las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, en un aparente intento por desactivar un creciente escándalo por su apoyo irrestricto a un obispo chileno al que las víctimas acusan de presenciar e ignorar los abusos que sufrieron.

El portavoz del Vaticano Greg Burke sostuvo que Francisco se reúne en privado y varias veces al mes con las víctimas, ya sea de forma individual o en grupos, para escuchar sus historias «y ayudarlas a curar sus graves heridas».

En comentarios también publicados hoy, Francisco calificó el abuso sexual clerical como una «humillación» que expone la «hipocresía» de la Iglesia.

Francisco enfrenta una de las crisis más graves de su Pontificado, después de que restó importancia a las quejas de las víctimas sobre que el obispo chileno Juan Barros encubrió los abusos. Durante su reciente viaje a Chile, Francisco tachó reiteradamente las acusaciones de calumnias y dijo estar seguro de la inocencia de Barros.

Después de que los comentarios Papales causaron indignación, Francisco se vio obligado a rectificar y enviar un investigador del Vaticano para que analizara el caso de Barros, que era un protegido del sacerdote pederasta más conocido de Chile, el padre Fernando Karadima.

El arzobispo Charles Scicluna, un respetado exinvestigador del Vaticano especializado en delitos sexuales, comienza su misión el sábado, cuando se reunirá con el principal acusador de Barros, Juan Carlos Cruz.

Cruz y otros dos informantes clave han dicho que Barros presenció los abusos, los minimizó e incluso participó en el maltrato psicológico de Karadima cuando él percibía desobediencia o deslealtad.

Barros ha negado haber presenciado o encubierto cualquier abuso.

Francisco provocó indignación en 2015 cuando nombró a Barros, entonces capellán militar en Chile, para dirigir la diócesis de Osorno, en Chile, pese a las objeciones de algunos miembros de la conferencia episcopal chilena. Ellos temían más efectos perjudiciales del escándalo de Karadima y recomendaron que Barros y otros dos obispos formados por Karadima renunciaran y se tomaran un año sabático.

Francisco ha dicho que no aceptó la recomendación y que rechazó la renuncia de Barros en dos ocasiones, alegando que no podía aceptarla de buena fe porque no tenía pruebas de que Barros hubiera actuado mal.

Sin embargo, The Associated Press reportó que Francisco recibió en abril de 2015 una carta de Cruz de ocho páginas en la que se detallaban los abusos y el papel de Barros como testigo y encubridor. Cruz había enviado por correo versiones similares de la carta al Papa y a su nuncio en Santiago, pero nunca recibió respuesta.

 

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