Por BROCK VERGAKIS y MARCIA DUNN
ATLANTIC / Agencia AP

La compañía responsable del fracaso espectacular de una misión de aprovisionamiento a la Estación Espacial Internacional, cuyo cohete explotó en el momento de despegar, prometió descubrir la causa del suceso y advirtió a vecinos de la zona que no se acerquen a escombros posiblemente peligrosos.

El cohete no tripulado Antares, de Orbital Sciences Corp. explotó seis segundos después del despegue en la costa de Virginia, ayer.

En tanto, hoy por la madrugada la Agencia Espacial Rusa lanzó su vehículo de carga desde Kazajistán y la nave arribó a la estación espacial seis horas después con tres toneladas de alimentos. El vuelo sin inconvenientes, planificado desde mucho antes, contrastó con el fracaso del lanzamiento de Orbital Sciences.

El cohete de Orbital Sciences transportaba una cápsula Cygnus con una carga de dos toneladas y media, entre experimentos científicos y equipos para la NASA. No hubo víctimas cuando el cohete explotó y lanzó escombros en llamas a la zona de lanzamiento y el mar.

Tripulaciones de tierra se aprestaban a entrar a la instalación de lanzamiento Wallops de la NASA para recoger los escombros.

Además de equipo científico, la Cygnus llevaba alimentos envasados y, como gesto especial, una carga de crabcakes, una especialidad de Maryland de carne de cangrejo picada, para un astronauta de Baltimore que está en órbita desde hace cinco meses.

Los materiales perdidos serán reemplazados y llevados a la estación orbital a 418 kilómetros (260 millas) de la Tierra, dijo el gerente de la NASA a cargo de la estación, Mike Suffredini. La estación, ocupada por seis personas, tiene provisiones suficientes para los próximos seis o siete meses.

El accidente seguramente llamará la atención sobre la política de la NASA de delegar tareas a empresas privadas estadounidenses en la era posterior a los transbordadores. La agencia espacial paga cifras astronómicas a Orbital Sciences, de Virginia, y SpaceX, de California, para llevar provisiones a la estación. La NASA prevé que SpaceX y Boeing comiencen a transportar astronautas a partir de 2017.

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