Por ANDREA RODRÍGUEZ
LA HABANA / Agencia AP

Acostada en reposo absoluto en una sala de paredes verdes decoradas con carteles de bebés sonrientes, Daymarys González acaricia su prominente vientre de 24 semanas de gestación. Con 37 años de edad y luego de perder dos embarazos, reconoce que sus riesgos son muchos y por eso prefirió internarse a tiempo completo en una maternidad del centro histórico de la ciudad.

Atendida por una enfermera que de a ratos toma su presión arterial, rodeada de unas 50 mujeres en batas blancas que miran televisión o se mecen en sillones y charlan, González forma parte de un grupo de gestantes a quienes en el pasado, por su edad y su historial, se les hubiese recomendado interrumpir sus embarazos, una opción legal y gratuita en Cuba.

Al calor de la tasa de fecundidad más baja de América Latina y en medio de la preocupación de las autoridades que deben prever el impacto económico del envejecimiento poblacional, los médicos isleños están luchando por traer al mundo a la mayor cantidad de niños posibles en las mejores condiciones. Mejorar las tasas de natalidad es considerado vital para revivir la estancada economía cubana.

«Hace varios años que se viene apreciando una tasa de fecundidad baja», explicó a la AP, Roberto Álvarez Fumero, director del Departamento Materno infantil del Ministerio de Salud. «En ese contexto, Cuba está implementando un grupo de acciones para el mejoramiento de los componentes de la salud sexual y reproductiva que pueden contribuir a incrementar la natalidad».

Un cambio de los últimos tiempo, comentó Álvarez a manera de ejemplo, es darles ánimo y cuidados a las mujeres como González.

«Ahora no estigmatizamos» el embarazo de las mujeres mayores de 35 años, señaló Álvarez. «Hay un cambio de mentalidad en nuestros profesionales a partir de la política».

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