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María José Carranza es una joven determinada, optimista, fuerte, agradecida y que cree que los días son regalos de la vida que se renuevan cada 24 horas; por medio de “su vida sobre ruedas”, como tituló a su libro, ha podido desarrollar la resiliencia que la caracteriza.

La joven platicó con LH Nosotras sobre su historia de vida, desde el momento en que nació hasta en la actualidad, así como la visualización que tiene de su futuro.

María José Carranza es una joven determinada, optimista, fuerte, agradecida y que cree que los días son regalos de la vida que se renuevan cada 24 horas. Foto La Hora/ Cortesía

UN MINUTO SALVÓ SU VIDA

La historia de María José inicia hace 28 años en un parto gemelar prematuro de seis meses, en donde perdió a su gemela y un minuto de diferencia salvó su vida.

“Ese minuto marcó mi vida, evitó que me alimentaran por medio de una sonda, que fue lo que produjo la muerte de mi hermana y también conllevó a mi condición que se conoce como parálisis cerebral”, relata la joven.

Desde entonces, las cirugías, rehabilitación y visitas médicas fueron parte de su cotidianidad, y conforme iba creciendo las diferencias debido a su condición comenzaron a notarse, cuando sus compañeros podían realizar algo y ella no.

CAMBIO DE PREGUNTA

Ese fue el primer parteaguas en su vida, un momento en donde soñaba que algún día se podría poner de pie y caminar, añade, “al final de cuentas llega un momento en la vida en el que te das cuenta que a lo mejor eso no va a suceder, porque mi evolución médica no daba para esa parte”.

La pregunta del “¿por qué?” comenzó a resonar con fuerza dentro de María José por un tiempo.

“Esa pregunta con el paso de los años comenzó a transformarse en un ¿para qué?, de la mano con la adolescencia y con entender que la silla de ruedas iba a ser mi compañera de vida”, menciona.

Por medio de su libro titulado “su vida sobre ruedas”, ha podido desarrollar la resiliencia que la caracteriza. Foto La Hora/ Cortesía

A los 12 años, María José comenzó a utilizar silla de ruedas para movilizarse, en el colegio nuevo donde se encontraba también dejó de ser espectadora para convertirse en parte activa de las clases, inclusive en la de educación física.

Salir de la burbuja en que había estado, explorar y ser parte de, le ayudó a darse cuenta que su vida sobre ruedas podría tener sentido y pertenencia con las otras personas.

María José hace énfasis en lo importante que fue la identidad y autopercepción en ese proceso: “Así como yo me veía me podían ver los demás, era tímida, introvertida, siempre decía que sí a todo y cuando empecé a usar mis ruedas, darme cuenta de la libertad que me podían regalar, dejé de verlas como una cadena, y mi realidad se transformó”.

HACER UN CAMBIO

Desde niña la joven soñó con ser médico, porque quería cambiar vidas, esperanzas y realidades, no obstante, las barreras también se hacían más fuertes. Como una persona con discapacidad las cuestiones motoras eran un tema que no siempre podía dominar tanto como quisiera.

Su historia profesional entonces se ve marcada por una persona: su tío, quien era médico y falleció hace unos años, María José lo recuerda y las lágrimas aún se hacen presentes cuando habla de él.

“Con los años el dolor se va transformando, pero era importante mencionarlo porque gracias a él yo elegí la carrera de la psicología, entendí que podía servir a las otras personas y no tenía por qué ser una sanidad física, sino entender el alma y mente de las personas para transformar su realidad”, relata la joven.

Su historia profesional está inspirada por su tío ya que él era médico. Foto La Hora/ Cortesía

LA EXPERIENCIA UNIVERSITARIA

Decidió estudiar su carrera profesional en la Universidad San Carlos de Guatemala (Usac), un espacio que considera su alma mater, y que le enseñó que a pesar de las dificultades, salir adelante es posible, y el amor tan grande que los seres queridos pueden tenerle a uno.

“Mi papá todos los días me subía a los niveles que era necesario en los edificios de la universidad para poder tomar mis clases, luego bajaba por mi silla; mientras mi mamá iba por mí al mediodía y eran mis amigos quienes me ayudaban a bajar cada uno tomando un extremo de mi silla de ruedas”, recuerda con una sonrisa marcada por el agradecimiento.

El proceso de aceptación ayudó a que la joven se comenzara a ver como una mujer empoderada y capaz, así fue como se formó profesional de la Salud Mental, para María José es todo un orgullo poder decir que puede servir a otras personas y transformar vidas.

El proceso de aceptación para María José ayudó a que la joven se comenzara a ver como una mujer empoderada y capaz. Foto La Hora/ Cortesía

UN CERTAMEN, UN LIBRO Y MUCHAS OPORTUNIDADES

La vida sobre ruedas de María José la lleva en 2019 a participar en el primer certamen de belleza “Wheelchair” en el país, una experiencia que la hizo aprender mucho de sí misma, la animó a usar y expresarse como quisiera.

Aunque no quedó en el primer lugar del concurso, ganó mucho más que un número. Gracias a ello se convirtió en modelo inclusiva de varias marcas como: Aerie y Ottobock, esta última le ha brindado dos sillas de ruedas activas y la ha convertido en embajadora latinoamericana.

“Esto fue un paso importante porque fui rompiendo muchos esquemas que la sociedad a veces te va poniendo”, declara.

 

Luego de todas estas experiencias decidió retomar en 2020 un tema que había dejado a un lado, su libro, y en cuestión de alrededor cuatro meses lo logró terminar.

“Ya había pasado por todas las experiencias que he mencionado, era una mujer más fuerte y preparada en todos los sentidos. Lo llegué a publicar en 2021, y ya hay una segunda reedición de mi contenido gracias a la editorial Autores y Editores, y se produce bajo demanda”, menciona la joven.

Si te interesa conseguir La Vida Sobre Ruedas puedes visitar la página de la editorial  o también escribirle directamente a María José , ya que en ocasiones ella reúne pedidos para que el costo del envío sea único. 

El texto tiene un costo de US $9,70 y es una invitación para encontrarte con tu mejor versión.

Después de pasar por grandes experiencias Maria José ahora es una mujer más fuerte y preparada en todos los sentidos. Foto La Hora/ Cortesía

PARÍS 2024

Desde siempre el sueño de María José ha sido poder portar la bandera del país, una oportunidad que busca en la actualidad por medio del deporte, específicamente en bocha y tiro con arco.

“Llevó varios años practicando bocha y es un deporte que me apasiona mucho, tiene estrategias y como persona con discapacidad te va retando poco a poco para ir mejorando cada día. Además, soy la primera mujer usuaria de silla de ruedas practicando esta disciplina en Guatemala, es un orgullo”, explica la joven.

La disciplina del tiro con arco llegó gracias a un amigo que la alentó a incursionar en el deporte.

El sueño de María José ha sido poder portar la bandera del país, una oportunidad que busca en la actualidad por medio del deporte. Foto: La Hora/ Cortesía

Dos disciplinas que espera puedan llevarla a los Juegos Paralímpicos de París 2024.

Como un mensaje final la joven declara que quiere seguir rodando por el mundo, “seguir rodando en muchas vidas y corazones para transformar realidades para inspirar historias y recordarle a la gente que el tamaño de tus sueños lo decides tú, nadie tiene el poder de decirte que no puedes”.

María José Aresti
Comunicadora de la Universidad Rafael Landívar. Entusiasta del fútbol y el cine, narro historias y temas de no ficción. Creo en la importancia de generar espacios públicos para compartir contenidos de valor que aporten a la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
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