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Anna Ochoa es una mujer que se caracteriza por ser muy luchadora, no darse por vencida, sin detenerse en la búsqueda de sus anhelos, aunque las demás personas le digan que ‘no’, por emprender nuevas aventuras, y ser una fiel creyente, cualidades que la han llevado a cumplir su sueño de ser chef.

La chef platicó a LH Nosotras su camino por el mundo de la cocina y los alimentos, una profesión que la encontró a ella para seguir los pasos de su abuela.

 

DEJAR PASAR UN AÑO

Cuando Anna salió del colegio no estaba muy clara sobre qué carrera continuar, por lo que decidió dejar pasar un año y no solo ingresar a cualquier profesión solo porque sí.

Una decisión que no fue nada sencilla: “Fue un poco difícil porque mi papá tiene tres carreras universitarias, entonces sentía un poco de presión, y él quería que yo siguiera Derecho, pero a mí eso no me gustaba”, añade.

Durante ese año una persona le contó a Anna sobre los cursos libres que existían de cocina, y así tomó sus primeras clases sobre chocolatería con una repostería, y ese fue el inició de un camino lleno de alimentos y pasión.

Para la chef su trabajo es más que eso, es una experiencia de vida. Foto La Hora

CONSTANTE APRENDIZAJE

Posterior a eso Anna continuó indagando en la cocina y descubrió que el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), cuenta con carreras relacionadas a las especialidades gastronómicas, realizó el examen de admisión, aprobó y así se fueron tres años de constante aprendizaje.

“Siempre digo que el centro de estudios nada más es el lugar que te abre la puerta para poder ingresar a otros lugares en donde aprenderás, eso es lo que es, la llave para acceder a muchas oportunidades más”, asegura la chef.

Anna ha demostrado la capacidad de conseguir las metas que una mujer se propone con perseverancia y seguridad. Foto La Hora/cortesía

RECORRIDO CULINARIO

Al tiempo de haber ingresado a la carrera de cocina, también lo hizo en un hotel para sus prácticas, un momento que le dejó mucho ya que todas las semanas hacían festivales de comida.

“En una de esas vino un chef mexicano y yo aprendí muchas cosas, le tomé más amor a la carrera, además se convirtió en mi mentor y se me abrieron muchas oportunidades, ahí después cuando terminé de estudiar”, recuerda con mucho orgullo.

Tras un recorrido culinario con varios chefs nacionales e internacionales, Anna se graduó, y no tardó ni un mes en llegar a la primera línea en un café de zona 10, en el cual estuvo durante dos años.

 

UNA EXPERIENCIA CON UN CHEF TRES ESTRELLAS MICHELIN

Anna menciona que a pesar de que ella y su cocina no han podido salir de Guatemala aún, las oportunidades han surgido, en 2018 pudo trabajar con el reconocido chef colombiano, Jorge Rausch, también conocido por el programa MasterChef Colombia a raíz de la tragedia del Volcán de Fuego.

“Él vino a hacer una obra de caridad acá, trajo a su chef de confianza y yo estuve trabajando con él como sub chef. Aunque solo fue un día sentí como si hubiera estado por muchos meses con él, aprendí y me enseñó tanto de la cocina que estoy muy agradecida”, explica.

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El evento buscaba recaudar fondos para la situación que vivía la población afectada por la tragedia, y mucha gente importante de Guatemala estaría presente. Anna recuerda que fue un día de mucha tensión por todas las variantes que rodeaban la situación, sin embargo, reconoce que fue gracias al mismo Rausch quien hizo más ligero dicho momento.

Una experiencia que recuerda con mucho cariño y otra llave que le ha permitido acceder a diversas oportunidades más.

Aunque solo compartió un día de trabajo con el reconocido chef colombiano, Jorge Rausch, ella absorvió varias experiencias para su vida profesional. Foto La Hora

SEGUIR CONSTRUYENDO EL LEGADO

Pese a todas las experiencias vividas, Anna mantiene su raíz y razón de ejercer esta profesión: su abuela.

Por eso recalca que “en mi familia no hay ningún chef, yo soy la única, pero me incline a seguir esto porque mi abuelita, aunque no se graduó de cocinera, siempre lo ejerció para grandes familias cuando era más joven. Aunque ya falleció, siempre digo que le doy el crédito a ella”.

 

La chef quiere seguir los pasos de su abuela, quien recuerda que siempre cocinó delicioso y eran esos momentos en donde ella agarraba más amor a la cocina.

“Yo decía que no podía tirar la toalla y siempre me recordaba que había escogido esta carrera por seguir el legado y los pasos de ella. A pesar de que ya no está conmigo quiero seguir construyendo ese legado”, afirma Anna.

Sin embargo, lo principal para Anna es honrar la memoria de su abuela a quien recuerda con mucho cariño. Foto La Hora/Cortesía

CANALES PARA TRANSMITIR ALGO POSITIVO

Para la chef la cocina también son sentimientos, por lo que ella reconoce que como cocineros cuentan con una psicología del plato y por eso ellos son un canal para transmitir positivismo a la persona por medio de sus platillos.

 

“No sabemos si la persona está pasando por un momento complicado, un mal día, si van con prisa o no están del mejor humor y cuando nosotros le servimos la comida entonces a mí siempre me gusta transmitir con mi comida algo positivo para ellos”, explica.

Finalmente, luego de diez años, Anna espera en un futuro poder continuar su carrera en el extranjero, ya sea en Europa o Estados Unidos para adentrarse en su pasión que es la comida gourmet, porque lo más importante es “tener claro lo que se desea y hacía dónde se quiere llegar”.

La chef platicó a LH Nosotras su camino por el mundo de la cocina y los alimentos. Foto La Hora/Cortesía