¿como dejar el pañal?
La transición de dejar los pañales es un paso muy importante para los niños y sus padres. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.
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La transición de dejar los pañales es un paso muy importante en la vida tanto de los niños como de los papás. Lo más importante es recordar que como cada ser humano, cada hijo tendrá un proceso único, el cual requiere mucha paciencia y constancia.

Lo ideal es que los padres se informen mucho sobre el tema, las técnicas y cómo hacer frente a la situación, recordando que la prueba y error son parte del proceso. En esta ocasión en LH Nosotras te dejamos una guía para vivir junto a sus hijos una etapa crucial.

EDAD

La American Academy of Pediatrics afirma que los niños se muestran listos para dejar el pañal entre los 18 y 24 meses, sin embargo, también existen casos en los que el menor de edad podría estar listo para esta transición hasta los 3 años.

Algunas preguntas valiosas que se sugieren hacer previo a comenzar son las siguientes:

Si la mayoría son respuestas afirmativas es un indicador de que tu hijo podría estar preparado.

INDICADORES

El sitio web para padres de California, First 5 California brinda tres indicadores que los hijos muestran para saber si están preparados para ir al baño:

Muestra interés y curiosidad por lo que sucede en el baño e incluso quiere imitar lo que ve.

Avisa que va a ir al baño o cuando siente ganas de ir, esto significa que está aprendiendo a aguantar las ganas.

 

Ya no le gusta andar mucho tiempo con el pañal sucio y pide que lo cambies continuamente.

De hecho, Michelle Anleu, una madre que compartió con LH Nosotras cómo fue su transición con su hijo, explica que justamente su pequeño acompañaba por voluntad propia tanto a ella como a su padre cada que uno iba al baño, esto hizo que él fuera observando y acostumbrándose al proceso.

Lo ideal es que los padres se informen mucho sobre el tema. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

CONSEJOS

A continuación, una guía de tips recopilados de First 5 California y BBC Mundo para que tu hijo o hija haga la transición de los pañales al baño.

Permite que entre contigo para explicarle cómo funciona la taza.

Enséñale a sentarse en la taza como si se tratase de una silla normal, primero con ropa y luego en ropa interior.

Establece una rutina y llévalo al baño con cierta regularidad, que la misma incluya sentarse unos minutos en el inodoro cada vez que va al baño.

Haz que sea divertido, cuando vayan al baño es una excelente oportunidad para que leas, cantes o cuenten alguna historia.

 

Ponle prendas que pueda bajarse fácilmente, evita las playeras que se abrochan en la entrepierna.

No uses expresiones que puedan avergonzarlo como “huele feo”, o incluso gesticular con el rostro expresiones negativas.

Coloca un asiento o taburete de su medida para que pueda tocarlo con sus pies, esto le ayudará a sentir seguridad y estabilidad.

Algunos pueden tenerle miedo al inodoro, por el sonido cuando tiras de la llave, puedes arrojar pequeñas basuras y activar la palanca con ellos para que vean cómo son arrastradas por el agua y se familiaricen con el sonido.

 

Habla con ellos sobre las señales que pueden sentir cuando su cuerpo avisa que quiere ir al baño, describe cómo es que tú lo sientes y cuando vayan pregúntales qué sintieron para que asocien y recuerden la sensación.

Acompáñalo hasta que te pida lo contrario, pregúntale si quiere que estés ahí o prefiere estar por su cuenta.

“Como madre me di cuenta que no tenía mucho que ver la inteligencia sino más bien su independencia, en mi caso fue mi hijo quien me pidió que lo llevara al baño, eso fue antes de cumplir los dos años. Y así iniciamos nuestro proceso, yo recomiendo leer mucho, investigar y siempre estar muy atentos a los sentimientos y sensaciones que tienen los hijos durante este proceso, requiere paciencia, pero es algo que se logra”, afirma Michelle.

Algunos niños pueden tenerle miedo al inodoro. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

ACCIDENTES Y PACIENCIA

En este proceso es importante que recuerdes que los accidentes pueden suceder, hay días en los que puede que haya un retroceso, pero es totalmente normal. No es recomendable que les des un regaño, sino más bien que puedas hablar con ellos de lo que ha pasado y lo que pueden hacer la próxima vez para llegar a tiempo al inodoro.

 

Puedes decirle: «Esta vez te olvidaste. Pero la próxima vez ve al baño antes”.

“Consejo para padres: Si tienes un niño varón, es posible que te preguntes cómo enseñarle. Lo mejor es que empiece sentado en el inodoro. Con el tiempo, puedes enseñarle a orinar parado”, afirma First 5 California.

En este proceso es importante que recuerdes que los accidentes pueden suceder. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

¿LAS RECOMPENSAS FUNCIONAN?

La blogger de paternidad, Nina García, explica que muchas veces se recurre a las recompensas por el entrenamiento para ir al baño, sin embargo, las mismas causan dos problemas serios:

Las recompensas con el tiempo comienzan a desaparecer o reducirse, y también el éxito inicial de utilizar el inodoro, “cuanto más ofrece recompensas, más «normal» se vuelve, y la estrategia inicial de convencer a su hijo de que use el orinal desaparece”, explica.

Por ello los accidentes vuelven a ocurrir o debes subir la apuesta y recompensa.

“El segundo problema es que su hijo aprende a valorar las recompensas externas, aquellas que solo puede obtener de fuentes externas. Solo hará cosas si puede ver una recompensa externa directa que obtiene de los demás. No es exactamente el tipo de ambición que te gustaría que tuviera. Después de todo, no querrías que hiciera algo sólo si, por ejemplo, le pagas para que lo haga”, agrega García.

Esto no significa que no puedas elogiar con palabras simples y descriptivas el avance que va teniendo, elogia el esfuerzo y progreso, no la perfección.

 

EL ENTRENAMIENTO DEBE SER FÁCIL

Otro punto que la blogger menciona es que el entrenamiento para ir al baño debería ser algo sencillo y fácil, por ello cada vez que tu hijo llora o hace alguna rabieta puede ser una señal para retroceder e intentarlo en otro momento.

Lo ideal es esperar una semana completa desde que sucedió esto para volver a intentarlo.

García explica:

“Primero, respeta su línea de tiempo. Él realmente podría no estar listo para aprender a ir al baño. No le estás imponiendo tu propia agenda cuando no está listo.

Y segundo, derrite sus defensas. Él sabe que esto es algo por lo que no vas a pelear. Ni siquiera lo volverás a mencionar hasta más adelante, y él puede comenzar a estar más dispuesto a intentarlo.

El entrenamiento para ir al baño debería ser algo sencillo y fácil. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

En cambio, aprende que estás del mismo lado”.

Recuerda que cada niño es diferente y puede necesitar más tiempo para acostumbrarse, esta transición es un trabajo en equipo tanto de él o ella como de sus padres.

 

María José Aresti
Comunicadora de la Universidad Rafael Landívar. Entusiasta del fútbol y el cine, narro historias y temas de no ficción. Creo en la importancia de generar espacios públicos para compartir contenidos de valor que aporten a la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
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