Uno de los momentos que más solemos disfrutar son las vacaciones y si viajamos aún más. Pasar unos días conociendo, explorando y viviendo países, así como culturas nuevas es una de las experiencias más gratificantes, inclusive muchas veces no queremos que lleguen los días finales de ese viaje, pero cuando pasa nos preguntamos ¿y ahora qué?
En la mayoría de las ocasiones nos toca retomar la rutina, y a esto se le pueden sumar sensaciones y sentimientos como la nostalgia, desgano, melancolía, tristeza, apatía e ira, síntomas que se relacionan con lo que se conoce como síndrome post viaje o vacacional.
¿EXISTE EL SÍNDROME POST VIAJE?
Ya que muchas veces los viajes se realizan por motivos vacacionales, este síndrome se suele asociar con una depresión postvacacional, sin embargo, ni el gremio científico o la Organización Mundial de la Salud la reconoce como una enfermedad. De cierta manera hacerlo podría banalizar la depresión, una enfermedad mental muy seria.
No obstante, retornar a casa y la rutina luego de un periodo de desconexión provoca algunos de los estados de ánimo que mencionamos con anterioridad, estos pueden durar de dos a tres días o hasta dos semanas. Período que utiliza el cuerpo para readaptarse a tareas cotidianas y en el que los síntomas van en disminución paulatinamente.
Un factor que puede acrecentar este síndrome es el no disfrutar de tu trabajo, al verlo y sentirlo como una obligación, estas sensaciones pueden acrecentarse.
La psicóloga conocedora en el tema Angélica Rodríguez explica para Consalud.es que el mismo afecta a 4 de cada 10 personas; “antes no existía o no se diagnosticaba (…) antes la vida no tenía tantas oscilaciones, ahora a mucha gente no le gusta su rutina”.
Si consideras que el mismo continúa luego del período máximo de dos semanas lo más recomendable es abocarse a un médico de la salud mental de confianza para tener una mejor guía sobre tu situación.
LAS ENDORFINAS: UN ALIADO
Durante el período transitorio al regreso de un viaje, hay algunas actividades o acciones que podemos realizar para mejorar nuestro estado de ánimo, por ello las endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, se convierten en el mejor aliado ante el síndrome post viaje.
Una explicación muy sencilla de entender porque ayudan es la que brinda el centro de salud Clínica Ciudad del Mar: “Tener un alto nivel de endorfinas es muy positivo para la felicidad de las personas (…) estas son capaces de mejorar el estado de ánimo, entregar un efecto antidepresivo, disminución de ansiedad y sensación de bienestar”.
CONSEJOS PARA SOBRELLEVAR ESTA CONDICIÓN
Lo primero al momento de regresar de un viaje es no tomar la rutina de inmediato, sino que dejar entre uno o dos días para una mejor transición.
Actividad física
Realizar algún tipo de ejercicio, actividad física o estar en movimiento, además de todos los beneficios físicos para la salud que tiene, es un mecanismo muy efectivo para liberar endorfinas y generar un sentimiento de bienestar, ayudando a combatir los otros.
También la psicóloga, Lidia Quindós, comparte otros tips
Una fotografía
Escoge una fotografía de tu viaje que haya capturado un momento de mucha felicidad, imprímela, colócala en un espacio que concurras y sea muy visible para ti. Esto hará que mantengas despierta una sensación de plenitud y revivas la emoción de una manera más sana.
Planea el siguiente viaje
Puedes comenzar a buscar lugares de destino, inclusive dentro del país, pero que sea algo que te gustaría hacer en tus próximas vacaciones. Con esto mantendrás vivo el entusiasmo e ilusión para mantenerte motivada en un objetivo.
Incluye hábitos que te hagan bien
Si durante los días de descanso comenzaste a realizar alguna actividad o hobby, organízate e inclúyelo en tu rutina, te ayudará a mantener la motivación y felicidad.
Disfruta de las pequeñas cosas
Lo más pesado de retomar la rutina es el patrón de realizar las mismas actividades diarias y el correr a todos los sitios y pendientes. Un consejo importante es intentar de comenzar a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida diaria, despertar por las mañanas, los almuerzos con compañeros, en familia o el tiempo a solas, escuchar música, una taza de café, etc.
Finalizar un viaje efectivamente llega a ser un momento triste, pues es una situación que nos inunda de experiencias y visiones nuevas; lo importante es dejar fluir las emociones que experimentamos al terminar uno y recordar que son algo temporal, además que la oportunidad de volver a viajar siempre existirá.
