La alimentación es uno de los pilares más importantes en la vida de un ser humano, en gran medida nuestros hábitos alimenticios determinan el funcionamiento de nuestro organismo. En los últimos años han sido publicados una gran diversidad de artículos e investigaciones que promueven una salud alimenticia y que en general mejora nuestra calidad de vida, un ejemplo de ello es el estudio más reciente publicado por PLOS Medicine.
PLOS Medicine es una reconocida revista médica que cubre el aspecto global de la medicina, en uno de sus estudios más recientes del mes de febrero dieron a conocer que realizar cambios en el régimen alimenticio puede añadir a la vida de un ser humano hasta 13 años más, especialmente si se inicia cuando se es joven.
El estudio crea un modelo de investigación para averiguar qué pasaría en la vida de una mujer y hombre si decidieran reemplazar la dieta conocida como la “occidental”, por una “dieta óptima”; basada en vegetales, granos, legumbres, nueces y reduciendo el consumo de carnes y comidas procesadas.
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INCREMENTO EN LA ESPERANZA DE VIDA
El centro del estudio demuestra que la expectativa de vida tanto de mujeres como de hombres puede expandirse considerablemente al comenzar un régimen de comida que reduce gradualmente el consumo de carnes rojas, alimentos procesados y bebidas azucaradas.
Si bien la investigación se enfoca mayoritariamente en Estados Unidos, los resultados que se obtuvieron de otras regiones del mundo son muy similares.
Entonces una mujer de aproximadamente 20 años que comenzará a seguir un modelo de comida más basado en legumbres, granos completos y nueces, podría aumentar su vida hasta por casi 11 años más; mientras que un hombre de la misma edad podría ganar hasta 13 años más de vida.
En personas de alrededor de 80 años alimentarse con esta base de comidas, es decir plantas y granos, le ayudaría a vivir por lo menos 3 años y medio más.
DIETA OCCIDENTAL
Hoy en día existe una facilidad, diversidad y disposición de alimentos rápidos y preparados que podemos encontrar en casi todos los lugares. Un modo de alimentación que ha recibido el nombre de la “dieta occidental”.
De acuerdo con el portal Mi Sistema Inmune este es “un tipo de hábito alimenticio cada vez más extendido, caracterizado por el consumo excesivo de carnes rojas, alimentos procesados, grasas saturadas, azúcares refinados, que es muy rica en calorías”.
Las calorías permiten que el organismo lleve a cabo funciones elementales como digerir alimentos y mantener la temperatura corporal, entre otros beneficios a los órganos y sistema inmune.
No obstante, cabe destacar que esta se caracteriza por la poca ingesta de fibras y vitaminas, y que también provoca enfermedades como colon irritable al destruir la flora bacteriana que nos beneficia, así como problemas de obesidad, diabetes e inclusive cáncer.
“Las carnes rojas y procesadas se han relacionado con importantes riesgos para la salud, incluidas las enfermedades coronarias y el cáncer de intestino”, explica CNN Health.
CONOCER LOS ALIMENTOS
PLOS Medicine recalca por medio de su informe que es importante que las personas reconozcan el potencial de salud de los diversos grupos de alimentos que existen actualmente para que las personas “obtengan ganancias de salud viables y significativas».
Por eso es importante conocer tanto el origen como el etiquetado de los alimentos que consumimos día con día, por eso la organización Importancia resalta en que estos son la base de nutrición, vitaminas, minerales y otros elementos nutritivos que otorgan energía a nuestro organismo, por lo que tener un consumo consciente es crucial para todos los seres humanos.
“El cambio sostenido de una dieta occidental a una optimizada desde una edad temprana podría traducirse en un aumento de expectativas de vida de más de 10 años. Las ganancias se reducen sustancialmente con el retraso en el inicio de los cambios, particularmente cuando se acerca a la edad de 80 años. Un aumento en la ingesta de legumbres, cereales integrales y frutos secos, y una reducción en la ingesta de carnes rojas y carnes procesadas, contribuyeron en gran medida a estas ganancias”, concluye PLOS Medicine.
Alimentos como las nueces, semillas, legumbres y granos, que son las abundantes en esta dieta óptima, contienen más proteína, así como vitaminas y minerales que se asocian a una reducción de padecer enfermedades crónicas.