“Una gota de agua rompe una piedra no por su fuerza, sino por su constancia”. Una corta frase que sobrepasa para no quedarse solo en las letras y convertirse en historias verdaderas. Todos tenemos un poco de esa gota de agua, y de alguna u otra forma la creación de hábitos o modificación de estos es la fuerza que generamos, hasta convertirlos parte de nuestro día a día.
Los hábitos han sido estudiados, descritos, analizados e interpretados por diversos autores durante muchos años, y muy probablemente su estudio continuará, no obstante, un gran común denominador de estos es que son acciones que debemos realizar de forma repetitiva durante un periodo de tiempo hasta que nuestro cerebro entienda la acción como algo automático.
La psicología moderna ha descartado la idea de Maxwell Maltz sobre que se requiere 21 días para crear un hábito, y según European Journal of Social Psychology (EJSP) se requieren 66 días para que una persona adopte un nuevo hábito.
Esta es una continuación de una serie de notas que hemos realizado desde Nosotras LH sobre los hábitos.
UN CICLO PARA GENERAR HÁBITOS
En su libro “El Poder de los Hábitos”, Charles Duhigg, una de las cosas que explica es cómo se genera un hábito desde un ciclo, y que es lo que hacen en nuestro cerebro.
Explica que los hábitos son un comportamiento que tenemos por costumbre, éste se forma cuando existe una repetición constante circular de 3 factores:
Señal: La detona el hábito → Respuesta: Reacción física, emocional o mental → Recompensa: El cerebro decide si vale la pena repetir o no este ciclo.
Si la respuesta es sí lo continúas poniendo en práctica, porque sabes que la respuesta será la mayor parte de veces la misma, hasta que se convierte en un automático. Lo que la repetición logra es que tu cerebro comience a memorizar y desarrollar.
Duhigg argumenta que los hábitos hacen que el cerebro no consuma energía de más en actividades cotidianas, porque ya tiene establecido lo que debe hacer y de esta forma no perderá tiempo decidiendo si es la mejor opción o no, porque el resultado ya lo conoce.
Otro factor importante que reconoce es que al momento de adoptar nuevos hábitos se hagan uno por uno: “enfocarte en solo un hábito ya que éste puede crear el efecto dominó y producir otros beneficios”.
PEQUEÑOS CAMBIOS
James Clear es uno de los mejores en cuanto al tema de creación de hábitos, con su libro “Hábitos Atómicos” busca que las personas le den más valor a las pequeñas mejoras y que no solamente se deben conseguir grandes resultados, sino como pequeños cambios en tu vida puede llevarte también a grandes acciones.
El repetir una acción todos los días puede llevarte a acumular una gran fuerza y obtener un gran efecto, claro está en que también infiere en si lo estás realizando es beneficioso o no, por lo que el resultado a largo plazo también será el mismo.
Describe los hábitos atómicos, como todos aquellos pequeños hábitos que tienen la capacidad de crear un impacto cuando los repites cientos o miles de veces, y cómo las moléculas terminan formando algo grande.
Es decir, que para incorporar hábitos nuevos el esfuerzo debe ser constante, el objetivo se construye y se trabaja día con día, por eso es importante estar consciente de ello. Clear establece que para crear hábitos atómicos debes: comenzar ahora, pasos pequeños, ser constante, no seas duro contigo mismo y escribe tus metas y objetivos.
Expone que los hábitos son acciones que permiten crear una mejor versión de ti mismo, y cuando construyes una mejor versión propia de ti la satisfacción es inmediata.
“Los hábitos no son lo único que influye en el éxito, pero quizá sea el factor más importante que está en tu control”, escribe en el libro.
TRANSFORMA TU VIDA EN HÁBITOS DIMINUTOS
Al igual que el autor anterior BJ Fogg con su libro “Hábitos Diminutos”, expone que la mejor forma de crear un cambio duradero es por medio de pequeños cambios.
El autor describe su libro como: “La esencia de Hábitos Diminutos es tomar el comportamiento que deseas, hacerlo diminuto, encontrar dónde encaja naturalmente en tu vida y nutrir su crecimiento”.
Él hace una analogía de los hábitos los cuales describe como un árbol. Debemos nutrir y alimentar el hábito hasta que crezca y forme raíces en tu vida. Por ello brinda una fórmula de tres pasos que debes realizar en conjunto para conseguirlo:
- Encuentra un momento ancla: Un Momento Ancla es: una rutina existente o un evento que sucede, ya que ésta será como el recordatorio que necesitas para llevar a cabo tu hábito diminuto.
- Haz que el comportamiento que quieras sea pequeño: Concéntrate en pequeñas acciones que puedas hacer en menos de treinta segundos.
- Celebra al instante: Necesitas festejar y llenarte de energía positiva después de hacer el nuevo hábito diminuto para conectar el nuevo comportamiento a tu cerebro.
Algo importante que subraya el autor sobre empezar de a poco al momento de querer comenzar con un nuevo hábito es que el comportamiento que quieras adoptar entre fácilmente en tu rango de capacidad, esto hará que mantengas un comportamiento positivo el cual es fundamental para repetir y continuar acciones, lo que ayuda a establecer hábitos.
UN PUNTO DE REFERENCIA
Mariana Rendón, experta en el tema, manifiesta que iniciar con un hábito suele ser una tarea complicada porque es algo nuevo para nuestro cerebro que necesitamos procesar día con día, pero que definitivamente se logra.
“Los 21 días son un punto de referencia, que usamos para calcular cuánto tiempo tomamos en adoptar un hábito, pero honestamente adaptar hábitos no sucede en ese periodo de tiempo. Y también hay que tomar en cuenta que varía por persona. El momento real cuando adoptas un hábito es cuando tu cerebro ya no tiene que hacer un esfuerzo mayor para hacer esa actividad”, explica Rendón.
No olvides que puedes leer nuestros otros dos artículos sobre los hábitos: ¿Qué nuevos hábitos planea para este 2022? Y Nosotras LH: Ocho puntos para desarrollar nuevos hábitos.
Como ves adoptar un hábito es un proceso que requiere voluntad y compromiso, lo que buscamos desde Nosotras LH es darte las herramientas para que tú decidas lo que se adapta a ti, lo que funciona en ti y lo lleves a cabo, porque al final adoptar un hábito es un proceso personal y que aunque los resultados que busquen sean similares a otros la forma siempre tendrá sus variaciones.