Relatos: El desafío de ser mamá de “dos turnos” en el trabajo y en casa

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La pandemia del COVID-19 trajo muchos cambios en los hogares alrededor del mundo, pero sin duda, las madres son quienes enfrentan los mayores desafíos, pues el aislamiento social obligó a miles de ellas a trabajar desde casa al mismo tiempo que sus hijos asisten a clases virtuales y atienden las labores domésticas del hogar.

En conmemoración al Día de las Madres, y al papel que las mujeres tienen sobre el desarrollo de un país, La Hora Nosotras recopiló testimonios de madres trabajadoras que en la actualidad hacen frente a los retos de equilibrar su vida profesional con la crianza de sus hijos.

 

UN ROL DE 24 HORAS

Para Jennifer Mazariegos, contadora y madre de dos niños de 4 y 10 años, adaptarse a una nueva rutina tras la pandemia ha sido bastante duro y agotador, pues cumplir con su rol como mamá, hacer las cuentas de su negocio y mantener la casa ordenada le absorbe las 24 horas; sin embargo, se siente afortunada de poder realizarse como profesional.

Al inicio de la pandemia, el distanciamiento social fue uno de los primeros desafíos que enfrentó: “Como mamá tienes que inventar y hacer malabares para que los niños no se sientan estresados. Y a parte de los quehaceres, tenemos que tener tiempo para compartir con ellos”, expresó.

Un estudio determinó que las mujeres con hijos más pequeños sufrieron mayores pérdidas de empleo. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

Adicionalmente, apoyar a su hijo más grande a adaptarse a un sistema educativo en línea y cuidar a su hijo más pequeño, que en ese entonces apenas cumplía 2 años, fueron situaciones que le sumaron presiones y algunas veces llegó a generarle estrés.

Con el pasar del tiempo y la reactivación postpandemia, lograron superar esa fase como familia, y sus hijos cada día son más independientes, “me siento orgullosa de ello”, comentó con emoción.

Actualmente Mazariegos hace sus labores domésticas y profesionales mientras sus pequeños reciben clases virtuales: “Siempre estoy pendiente de que hagan sus tareas y que coman a sus horas”.

Imagen ilustrativa. Varias madres hacen frente a los retos de equilibrar su vida profesional con la crianza de sus hijos. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

ADOLESCENCIA: INTERNET Y VIDEOJUEGOS

A diferencia de Jennifer, los tres hijos de Brenda Vásquez están en la etapa de adolescencia. En su caso adaptarse a que tengan los cuidados de limpieza y distanciamiento social fue lo primero que enfrentó como mamá con la llegada de la pandemia, pues sus edades representan más independencia.

Además, el hecho que sus hijos estudien desde casa ha complicado un poco sus labores profesionales, ya que según ella, tiene que estar pendiente de que estén estudiando y hagan sus tareas y no viendo redes sociales o con videojuegos.
“Aparte de estar pendiente de las llamadas, correos electrónicos de trabajo y quehaceres de la casa, sí es un poco caótico, pero la ventaja es que se ahorra el estrés del tráfico de la mañana y noche”, relató.

 

Para Vásquez lograr adaptarse al trabajo en casa y a su hogar, se trata de saber dividir el tiempo. A veces, cuando tiene un momento libre en el trabajo revisa el avance de las tareas de sus hijos o realiza los quehaceres de la casa.

“El trabajar desde casa, tiene sus ventajas y desventajas, como por ejemplo, no madrugar, evitarse el tráfico, pero a la vez, distribuir el tiempo entre los quehaceres de casa, revisar que los chicos tengan la tarea y reciban clases, y realizar lo que te piden en el trabajo, es un poco complicado, pero a todo se adapta”, expresó.

Imagen ilustrativa. Brenda es madre de tres adolescentes. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

MELISA: SU BEBÉ ES SU MAYOR MOTIVACIÓN

En su diario vivir, Melisa Cano, mamá primeriza, cuida a su pequeño de 6 meses, cocina y limpia, mientras trabaja desde casa en un horario de 8:00 a.m. a 18:00 p.m.; además de estudiar marketing en la universidad y hacer sus tareas.

Este hecho la hace sentir que está “en dos sitios a la vez” al ocuparse de su trabajo y la crianza de su hijo.

 

Lamentablemente, una rutina tan exigente le ha generado algunos problemas de salud como gastritis nerviosa y depresión postparto.

Sin embargo, para Cano la sonrisa de su bebé es lo “más hermoso” que ha visto en su vida y sus carcajadas lo “más bello” que ha escuchado. “Nadie me había motivado tanto a vivir como nunca y a luchar, que la felicidad de mi bebé conmigo”, expresó.

Además, le reconforta saber que tiene la capacidad de salir adelante, sin la necesidad de contar con el apoyo de un hombre.

Imagen ilustrativa. Melisa Cano, mamá primeriza, cuida a su pequeño de 6 meses, cocina y limpia, mientras trabaja desde casa. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

LAS EMOCIONES TAMBIÉN INFLUYEN

La pandemia marcó de forma significativa la economía y salud de miles de personas, pero en muchos hogares las emociones también se vieron afectadas en medio de nuevas dinámicas familiares, ese fue el caso de Isabela Juárez, madre de una joven de 19 años y un adolescente de 16.

Comenta que lo más complicado ha sido lidiar con la ruleta de emociones propias y de sus hijos. En un primer momento, se manifestaron emociones como temor al contagio con el virus y miedo a salir de casa.

Pero tanto estar entre las clases virtuales, atender el trabajo, monitorear tareas escolares y limpiar la casa, les provocó “episodios de depresión, ansiedad y agotamiento” a Isabela y su familia.

 

Además, el hecho que sus hijos estudien en la virtualidad ha afectado sus labores de trabajo. “La presión de cumplir con el trabajo, el trabajo doméstico y estar pendiente si entran a clases virtuales, si se dispersan o no viendo redes sociales y si cumplen con tareas y fechas del calendario escolar. Eso es estresante”, agregó.

Curiosamente, ya trabajaba en casa desde el año 2012, no obstante, empezar a convivir de pronto siete días a la semana las 24 horas del día, afectó sus labores profesionales.

Adicionalmente, considera que la “fallida” metodología y pedagogía de las clases virtuales para educación media y universitaria es otro factor que repercute en su rutina laboral, ya que por dicho fallo debe apoyar aún más a sus hijos con su desarrollo académico.

Imagen ilustrativa. Las mujeres tienen un papel muy importante en el desarrollo del país. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

FMI: MUJERES Y NIÑOS PRINCIPALES VÍCTIMAS DEL CESE ECONÓMICO

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cierre de colegios y guarderías obligó a muchas madres a dejar su trabajo o reducir su jornada laboral. De acuerdo con estimaciones del 2021 de la entidad confirman que este hecho “ha tenido consecuencias muy importantes para las madres trabajadoras y el conjunto de la economía”.

“El confinamiento y las consiguientes medidas de contención han afectado de forma desproporcionada a las madres de niños pequeños. La puesta en marcha del aprendizaje a distancia obliga a los padres, y particularmente a las madres, a asumir responsabilidades adicionales en el cuidado de los hijos”, advirtió la entidad.

Imagen ilustrativa. Ser madre es un rol de 24 horas. Diseño: La Hora/Alejandro Ramírez.

El estudio también determinó que las mujeres con hijos más pequeños sufrieron mayores pérdidas de empleo y/o mayor disminución de las horas trabajadas que otras mujeres y hombres.

Entre sus recomendaciones, el FMI señala que ayudar a las madres que han perdido su trabajo puede hacerse a través de medidas como créditos tributarios a los hogares de bajo ingresos con niños, prórrogas de la prestación de desempleo, ayudas para el cuidado de los hijos y la reapertura de los colegios y guarderías.

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